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El ascenso de Corea del Sur como potencia armamentística global: innovación, rapidez y músculo industrial

El país asiático alcanza exportaciones récord de 20.000 millones de dólares para 2024 y se consolida como líder en entregas rápidas y tecnología avanzada.

Pedro Fernaud

Periodista

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Corea del Sur está en camino de convertirse en una potencia de primer orden en la exportación de armas.
Corea del Sur está en camino de convertirse en una potencia de primer orden en la exportación de armas.

Corea del Sur ha experimentado un crecimiento formidable en la industria armamentística, posicionándose como uno de los principales exportadores de armas a escala mundial. Este ascenso, respaldado por décadas de inversión estratégica en defensa, ha transformado al país en un proveedor clave para Occidente, particularmente en el contexto de las tensiones geopolíticas derivadas de la invasión rusa a Ucrania y las disputas en el Mar de China Meridional (área comprendida por los espacios marítimos de siete Estados, que mantienen litigios por la delimitación de sus jurisdicciones: China, Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán, Indonesia y Vietnam).

Sin embargo, el reciente proceso de destitución del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, desencadenado por la declaración de ley marcial el 3 de diciembre, que fue levantada posteriormente, tras la presión del Parlamento surcoreano y las protestas masivas, introduce un elemento importante de incertidumbre en esa hoja de ruta de desarrollo militar del país asiático, que tantos beneficios y puestos de trabajo está generando para la industria militar surcoreana. El pasado 14 de diciembre, el Parlamento de Corea del Sur aprobó la destitución del presidente con 204 votos a favor de la moción; la decisión ahora queda en manos del Tribunal Constitucional, que tiene seis meses para ratificarla o anularla. Mientras tanto, el primer ministro Han Duck-soo ha asumido las funciones presidenciales.

Esta situación añade una capa de inseguridad política que podría afectar tanto a la estabilidad interna como el posicionamiento internacional de Corea del Sur en este sector crucial. No en vano, el país se está ganando una reputación como suministrador armamentístico fiable y diligente. Tanto es así que, gracias a la rápida entrega de tecnologías militares avanzadas y una estrategia de cooperación internacional, Corea del Sur ha logrado conquistar mercados clave, desde Polonia hasta países de Oriente Medio y América Latina, consolidándose como un actor central en el mercado global de armas.

En solo 4 años, multiplica por diez sus ventas armamentísticas

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Corea del Sur se consolida como proveedor estratégico para los países occidentales.

Corea del Sur ha emergido como un actor fundamental en la industria militar planetaria, hasta el punto de que se ha consolidado como proveedor estratégico para Occidente en su esfuerzo por contrarrestar amenazas como Rusia y China. En solo cuatro años, sus exportaciones militares han pasado de 2.000 millones de dólares en 2020 a superar los 20.000 millones en 2024.

Este crecimiento vertiginoso ha sido impulsado por la rapidez y competitividad de sus empresas, como Hanwha y Hyundai Rotem, que entregan tanques, artillería y cazas en tiempos récord. Polonia, por ejemplo, ha adquirido más de 1.200 tanques K2 Black Panther y obuses K9 Thunder, que llegaron en tan solo cuatro meses tras la firma de los contratos, mientras que países como Rumanía e Indonesia también se suman a la lista de clientes.

El Gobierno surcoreano ha convertido la expansión de su industria de defensa en una prioridad nacional, por lo que ha invertido en campos de vanguardia como inteligencia artificial militar, tecnología hipersónica, biología sintética y física cuántica, como detallan en Visual Politiks.

Las innovaciones buscan garantizar que sus productos sean competitivos frente a las opciones de Estados Unidos o Europa, a menudo limitadas por permisos de uso y largos tiempos de entrega. Empresas privadas como LG Next One y Korea Aerospace Industries desarrollan desde sistemas antimisiles similares a la Cúpula de Hierro, el principal escudo de Israel contra misiles, hasta cazas furtivos KF-21, que posicionan al país asiático como un referente en tecnologías militares avanzadas.

Este auge no solo responde a necesidades económicas, sino también geopolíticas. Corea del Sur aprovecha su experiencia frente a amenazas como Corea del Norte para fortalecer su capacidad industrial y proyectar influencia global. A diferencia de otros proveedores, ofrece precios competitivos, fiabilidad y entregas rápidas, sin restricciones de uso.

Además, con un enfoque claro hacia la autonomía estratégica, el país busca reducir la dependencia militar de aliados extranjeros, de manera que se proyecta para consolidarse como uno de los mayores exportadores de armas del mundo para 2027.

‘En el momento adecuado con la tecnología adecuada’

Corea del Sur ha escalado silenciosamente posiciones en el mercado global de armas hasta alcanzar el octavo lugar en exportaciones entre 2017 y 2021, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Este avance es el resultado de décadas de inversión en una industria armamentística que inicialmente buscaba proteger al país frente a Corea del Norte.

En 2022, el país superó todos sus récords previos al firmar contratos de exportación por 17.000 millones de dólares, incluyendo acuerdos con Polonia para tanques, obuses y lanzacohetes por un valor combinado de más de 12.000 millones. Simeon Wezeman, investigador del SIPRI, subraya: “Definitivamente, los coreanos están en el momento adecuado con la tecnología adecuada.

La competitividad surcoreana se basa en la rapidez de sus entregas y su disposición a fabricar localmente y transferir tecnología a los compradores. Sirva como botón de muestra el hecho de que Hyundai Rotem prometió entregar 180 tanques K2 a Polonia en tres años, un tiempo significativamente menor al de los fabricantes europeos.

Además, la colaboración tecnológica ha permitido establecer líneas de producción locales en países como Polonia, lo que facilita exportaciones futuras desde Europa. Según Michael Pinkston, profesor de la Universidad de Troy, el éxito de Corea del Sur “se debe en parte a políticas industriales integrales que comenzaron en los años 70, fomentando sectores clave como la siderurgia y la electrónica, esenciales para su industria de defensa”.

Aunque afronta retos, como la ausencia de alianzas políticas y militares vinculadas a sus ventas, su enfoque práctico le ha permitido competir incluso en mercados tradicionales de Estados Unidos y Europa. Won-Joon Jang, investigador del Instituto de Economía Industrial y Comercio de Corea, señala que los sistemas surcoreanos participan actualmente en concursos en 10 países con un valor potencial de 25.000 millones de dólares. Sin embargo, Wezeman, el experto del SIPRI, advierte: “Los coreanos no acudirán al rescate si ocurre algo en el Mar de China Meridional ni apoyarán reivindicaciones políticas, algo que sí ofrecen los estadounidenses”. A pesar de estas limitaciones, Corea del Sur avanza rápidamente como uno de los líderes en el comercio global de armas.

El Gobierno, partidario de apoyar a Ucrania con armamento

Corea del Norte y Rusia han ratificado un pacto estratégico que incluye asistencia militar mutua, lo que está intensificando tensiones con Occidente. Ante esta situación, Corea del Sur podría romper su política de no suministrar armas a países en conflicto, según declaró en su momento el ya destituido presidente Yoon Suk Yeol, debido al reciente despliegue de tropas norcoreanas en Rusia para apoyar su guerra contra Ucrania.

“Dependiendo del nivel de implicación norcoreana, ajustaremos gradualmente nuestra estrategia de apoyo por fases”, afirmó Yoon, señalando que las primeras entregas, de realizarse, estarían limitadas a armamento defensivo. Estas declaraciones reflejan un posible cambio significativo en la postura de Seúl, que hasta ahora se ha limitado a apoyar a Kiev mediante ayuda humanitaria y económica.

El país exportador de armas con mayor crecimiento

Durante el periodo 2017-2021, Corea del Sur fue el exportador de armas de mayor crecimiento entre los 25 principales del mundo (alcanzó el octavo puesto con una participación del 2,8%), según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. Este éxito se debe en parte a la rápida entrega y costes competitivos de productos como el tanque K2 Black Panther y el caza KF-21 Boramae.

 Yang Uk, experto del Instituto Asan de Estudios Políticos, señala a este respecto: “Es posible que las armas de Corea del Sur terminen en Ucrania a través de otros países”, lo que refleja la sagaz y, hasta hace poco, prudente estrategia del Gobierno surcoreano para no enemistarse con Rusia mientras fortalece su posición en el mercado. Se trata de un delicado equilibrio, tanto que en su momento, en abril de 2023, Vladimir Putin advirtió a Corea del Sur de que no ayudase militarmente a Ucrania o arruinaría las relaciones con Moscú y llevar a Rusia a profundizar los lazos militares con Corea del Norte, como finalmente ha sucedido.

Los conservadores surcoreanos, en el Gobierno del país desde 2022, se han fijado como objetivo posicionar al país como el cuarto mayor exportador de armas del mundo. Su estrategia se apoya en la tensión geopolítica, como la invasión de Ucrania y las reclamaciones de China en el Pacífico, lo que ha impulsado el rearme global. Jae Il-Son, CEO de Hanwha Aerospace, destaca la capacidad de Corea del Sur para colaborar con Estados Unidos y la OTAN en tecnologías como artillería y vehículos blindados: “Estados Unidos no puede fabricar todas las armas”. Aprovechando ese nicho, Hanwha ha liderado este mercado con productos como los obuses K9, responsables del 55% de las exportaciones globales en su categoría entre 2000 y 2021.

Cómo Corea del Sur gana terreno en América Latina

Uno de los ejes vertebradores de la estrategia de desarrollo surcoreana en materia armamentística es su expansión en América Latina. Para descifrar las claves de su incursión en ese mercado, resulta de gran interés el artículo El creciente papel de Corea del Sur como gran exportador de armas: perspectivas de futuro en América Latina, elaborado por Hoshik Nam y Wilder Alejandro Sánchez.

La cuestión es que entre 2018 y 2022, las exportaciones surcoreanas aumentaron un 70%, alcanzando los 14.000 millones de dólares en 2023, con importantes acuerdos en Europa y Oriente Medio. Según James Hursch, director de la Defense Security Cooperation Agency, “hemos tenido un enorme aumento en la demanda de nuestros aliados europeos desde la invasión rusa de Ucrania”. Esta crisis ha permitido a Corea del Sur llenar el vacío dejado por Rusia en mercados clave, como Egipto y Vietnam, consolidando su posición como un “nuevo arsenal de la democracia”.

El crecimiento de la industria armamentística surcoreana se ha apoyado en la transferencia de tecnología y la producción conjunta, como el acuerdo con Rumanía para fabricar sistemas de artillería y con la empresa peruana SIMA para desarrollar buques militares. Estas colaboraciones no solo fortalecen las relaciones bilaterales, sino que permiten la transferencia de conocimiento técnico y la autosuficiencia en los países receptores.

Hoshik Nam, profesor de Ciencia Política en Jacksonville State University, destaca que “esta estrategia responde a las prioridades específicas de los clientes”, mientras que Wilder Alejandro Sánchez, presidente de Second Floor Strategies, subraya la importancia de las donaciones como herramienta diplomática: “Donar tecnología militar puede ser un factor decisivo para atraer clientes en América Latina”.

En ese contexto, se enmarcan las donaciones surcoreanas de corbetas y patrulleros a Colombia, Ecuador y Uruguay, que han abierto puertas en la región al país asiático, donde también compiten potencias como Estados Unidos y China. ¿Cuál es el valor añadido que ofrece la propuesta de Corea del Sur? La cooperación, la transferencia tecnológica y la adaptación a las prioridades regionales, factores que posibilitan que este país tan marcadamente tecnológico consolide su posición como un socio estratégico en el mercado planetario armamentístico.

Creación de 130.000 nuevos empleos solo en 2022

¿Por dónde discurrirá la industria surcoreana armamentística en los últimos tiempos? El ensayo La industria de defensa surcoreana se globaliza, y también localiza: un enfoque ecotecnológico, confeccionado por el profesor universitario Wooyeal Paik, remarca cómo en 2010 las cifras de exportación eran de 2.000 o 3.000 millones de dólares y cómo esa cifra ha crecido hasta los 17.300 millones en 2022 y se proyecta alcanzar los 20.000 millones en 2024.

Según el análisis, esta tendencia sitúa a Corea del Sur como un actor planetario crucial en el ámbito militar, gracias a acuerdos recientes en Oriente Medio, Europa del Este y Australia. El país diversifica su cartera de exportación, lo que se traduce en situaciones como que en 2022 el auge de las exportaciones creó 130.000 empleos y produjo un impacto económico inducido de 34 mil millones de dólares.

En síntesis: el futuro de Corea del Sur como uno de los principales exportadores de armas del mundo parece asegurado, a pesar de los desafíos políticos internos y la creciente competencia en el ámbito global. Con un enfoque en la innovación tecnológica y la rapidez en las entregas, el país ha logrado posicionarse como un competidor extraordinario frente a gigantes de la industria armamentística, como Estados Unidos y Rusia. A medida que las tensiones internacionales continúan alimentando la demanda de armamento, Corea del Sur se ve cada vez más como un proveedor confiable, capaz de satisfacer las necesidades de sus aliados sin las restricciones que imponen otras naciones. En un mundo cada vez más polarizado, su capacidad para equilibrar la autonomía estratégica con la colaboración internacional será clave para expandir su influencia en el comercio global de armas.