En estos primeros nueve meses de 2024, las detecciones de cruces fronterizos irregulares disminuyeron un 42% en comparación con 2023, con aproximadamente 166.000. Aunque parece que esta caída podría ser el resultado de los esfuerzos coordinados de la Unión Europea (UE) y los Estados miembros en la gestión de la migración y el fortalecimiento de las fronteras exteriores, habría que estudiar de manera individual cada una de las 5 rutas migratorias por las cuales los migrantes acceden de manera ilegal al viejo continente. Nos centramos en la que afecta más a España y de los que más ha crecido en este 2024.
El descenso (general) de migraciones irregulares está relacionado con una serie de factores: una estabilidad relativa en algunos países de origen; una mejora en los controles fronterizos de los países de tránsito, como Turquía y Marruecos; y políticas europeas más estrictas y acuerdos bilaterales con terceros países. Analizamos los principales puntos de entrada.
1. África Occidental (desde África a Islas Canarias)
La más importante en cuanto a cifras y aumento en este 2024. En contraste con las rutas mencionadas, las llegadas por esta vía aumentaron un 100% en 2024, lo que refleja el aumento de la migración irregular desde Mauritania y Senegal hacia las Islas Canarias. Esta ruta ha sido volátil y ha experimentado aumentos en ciertos años, especialmente durante la crisis sanitaria. En los primeros seis meses de 2024, aproximadamente 19.257 migrantes llegaron a las Islas Canarias desde las costas de África Occidental, lo que representa un incremento del 167% en comparación con el mismo periodo en 2023, cuando llegaron 7.213 personas.
También se ha producido un incremento en el número de embarcaciones. Se registraron 297 barcos en ese periodo, un aumento del 98% respecto a los 150 barcos del año anterior. En cuanto a las muertes en la travesía, el crecimiento en la migración irregular ha traído consigo un número alarmante de víctimas. En los primeros cinco meses de 2024, más de 5.000 personas murieron intentando llegar a las Islas Canarias, lo que equivale a un promedio de 33 muertes al día.
Entre las causas del incremento figuran la inestabilidad política y económica en países del Sahel y África Occidental, como Senegal, Mauritania, Mali y Gambia, junto con el aumento de la violencia y el cambio climático, que han forzado a miles de personas a emprender este peligroso viaje. Además, las rutas hacia Europa a través del Mediterráneo están más controladas, lo que empuja a los migrantes a optar por esta travesía atlántica hacia las Canarias, a pesar de su riesgo extremo.
Para aliviar la crisis, España ha intensificado los controles fronterizos en las Islas Canarias y ha aumentado los esfuerzos de rescate, además de cooperar con países africanos para intentar frenar el flujo migratorio. El Gobierno español está buscando acuerdos para mejorar la cooperación. Europa ha desplegado más recursos, incluyendo la agencia Frontex, para ayudar a España a gestionar la presión migratoria en las Canarias. Además, la UE está trabajando en nuevos acuerdos para fomentar la migración legal y mejorar las condiciones económicas en los países de origen de los migrantes.
Países africanos como Mauritania y Senegal han comenzado a firmar acuerdos de migración circular con España para controlar los flujos y promover vías legales de trabajo temporal en Europa. También se están implementando proyectos de desarrollo económico en estos países para abordar las causas profundas de la migración.
2. Mediterráneo Central (África hacia Italia)
El Mediterráneo Central sigue siendo una ruta clave, aunque las llegadas han caído un 64% en 2024. Las interceptaciones desde Libia y Túnez hacia Italia y Malta se redujeron, en parte debido a un mayor control por las autoridades locales y las operaciones conjuntas con FRONTEX. En comparación con el pico de la crisis de refugiados en 2015-2016, esta ruta muestra un patrón más controlado, aunque las llegadas desde África subsahariana siguen siendo significativas.
3. Mediterráneo Occidental (Marruecos hacia España)
Las llegadas desde Marruecos hacia España han disminuido respecto a años anteriores. En 2024, se mantiene estable la tendencia a la baja observada desde 2021, en gran parte gracias a la cooperación hispano-marroquí y al refuerzo de las fronteras en Ceuta y Melilla.
4. Mediterráneo Oriental (De Turquía a Grecia y Chipre)
La ruta que conecta Turquía con Grecia y Chipre sigue siendo relevante, aunque la disminución de 2024 es notoria debido a la mejora en la cooperación UE-Turquía, con una reducción del número de llegadas. Esta área se ha estabilizado tras los acuerdos de 2016, pero la tensión política en Medio Oriente sigue alimentando movimientos esporádicos.
5. Balcanes Occidentales (desde Asia)
Esta ruta ha evidenciado una reducción drástica del 79% en 2024, después de un aumento considerable en 2022-2023. Los refuerzos fronterizos y la colaboración entre los países balcánicos han sido claves para esta mejora, aunque sigue siendo una ruta secundaria para migrantes de Asia y Medio Oriente.
Principales nacionalidades
En 2024, las principales nacionalidades fueron sirios, malienses y ucranianos. Esto marca un cambio respecto a 2022, cuando afganos y bangladesíes encabezaban las listas. La guerra en Siria sigue generando grandes flujos de migrantes, mientras que la inestabilidad en Mali y las consecuencias del conflicto en Ucrania han cambiado las dinámicas de las rutas migratorias.
Métodos de entrada
Se han observado mejoras significativas en la vigilancia de los cruces marítimos y el uso de documentos falsificados ha disminuido en rutas clave, en parte por la implementación de controles biométricos. No obstante, las rutas terrestres, como las de los Balcanes, siguen presentando desafíos debido a la permeabilidad de algunas fronteras.
Impacto del COVID-19
Durante 2020 y 2021, las restricciones por la pandemia provocaron una disminución temporal de las llegadas, pero los flujos migratorios comenzaron a recuperarse en 2022. El impacto a largo plazo ha sido la reorganización de ciertas rutas y un cambio en las dinámicas migratorias, especialmente en África y Asia.
Operaciones en los puntos de entrada
La Unión Europea mediante FRONTEX ha desplegado recursos en el Mediterráneo y los Balcanes, además de los propios países afectados:
Operación Tritón en Italia ha sido clave para reducir las llegadas desde el Mediterráneo Central.
Operación Poseidón en Grecia ha ayudado a estabilizar la ruta del Mediterráneo Oriental.
Operación Indalo y Operación Hera han contribuido al control de las llegadas a las costas españolas desde Marruecos y África Occidental.
El enfoque de FRONTEX/UE y los países involucrados (España, Italia y Grecia, principalmente) en la colaboración con terceros países, como Libia, Marruecos y Turquía, ha sido fundamental para reducir las entradas irregulares. Pero persisten retos todavía en cuanto al respeto de los derechos humanos y la sostenibilidad a largo plazo de estas operaciones.
La reciente propuesta de reforma del Pacto de Migración y Asilo busca una mayor solidaridad entre los Estados miembros de la UE y una gestión más eficiente de los flujos migratorios. Aunque es un avance, su implementación enfrenta resistencias, especialmente de países del este y sur de Europa.
Es más que probable que la inestabilidad política y los conflictos en África, Medio Oriente y Asia sigan aumentando los flujos migratorios hacia Europa. España está sufriendo la crisis migratoria en la Islas Canarias e Italia ha comenzado a enviar migrantes hacia Albania, en una operación que ya intentó Reino Unido con Ruanda y que se tuvo que detener por problemas legales. Parece que la solución definitiva vendrá por “retener” a los migrantes en terceros países y evitar que lleguen a suelo europeo, muy al estilo australiano.