En la tarde de ayer, y tras varios días de presiones, e incluso amenazas más directas que veladas, Ucrania llegó a un acuerdo con EE.UU. para explotar tierras raras, petróleo y gas del país, según trasladaron funcionarios ucranianos a medios internacionales. Dicho acuerdo contempla destinar el 50% de los beneficios de la explotación de los recursos naturales a un fondo de inversión conjunto, sobre el que los estadounidenses tendrá un mayor poder de decisión.
Con este anuncio, que se concretará en Washington en en próximos días con la firma entre Donald Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, se pone fin a esta primera exigencia del nuevo inquilino de la Casa Blanca quien, a cambio, no ofrece ninguna garantía explícita de seguridad, como pedía Kiev, cara a una negociación que ponga fin a la invasión rusa.
Y es que Ucrania no solo es un campo de batalla militar, sino que también mantiene una guerra por el dominio de los minerales estratégicos. Mientras la atención mundial se centra en el conflicto geopolítico, una lucha mucho menos visible se libra bajo tierra: el acceso a minerales críticos esenciales para la tecnología y la energía del futuro.
No en vano el país dispone de alrededor de 111.000 millones de toneladas de recursos minerales, con un valor estimado de 14,8 billones de dólares, distribuidas en seis ubicaciones del país (el 5% de los recursos minerales del mundo y con su sector minero y metalúrgico representando alrededor del 10% del PIB del país).
¿Por qué son tan valiosos los minerales estratégicos de Ucrania?
- Neodimio y disprosio. Básicos para fabricar imanes permanentes usados en turbinas eólicas y motores de vehículos eléctricos.
- Titanio. Para construir estructuras livianas y resistentes en la aviación verde y la industria espacial.
- Galio y germanio. Críticos para paneles solares de alta eficiencia.
El país también tiene una gran abundancia de metales de tierras raras, que forman parte de la categoría de minerales críticos:
- Lantano y cerio. Utilizados en televisores e iluminación.
- Itrio. Empleado en energía nuclear y láseres, entre otras aplicaciones.

Ucrania como epicentro de la transición energética
Siempre que hablamos de minerales críticos nos centramos en su uso militar, para las nuevas tecnologías o su impacto en la producción de semiconductores. Pero estos minerales también son importantes por otra razón: su papel central en la transición energética global.
La transición energética global es el proceso de cambio estructural (que estamos viviendo actualmente) en la producción, distribución y consumo de energía a nivel mundial, pasando de un modelo basado en combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) a uno sustentado en fuentes renovables y tecnologías limpias (solar, eólica, hidrógeno verde, nuclear avanzada).
Este cambio no es solo una cuestión ambiental, sino también económica y geopolítica.
Rusia, China y EE.UU.: guerra silenciosa por el futuro tecnológico
Desde hace años, EE.UU. ha intentado reducir su dependencia de la producción china (China es el mayor productor mundial de metales de tierras raras, generando alrededor del 60% de la producción total y procesando casi el 90% de estos metales.), por lo que un posible acuerdo con Ucrania podría representar un paso importante en el suministro de estos metales para Washington.
Pero Rusia también tiene un interés estratégico en este mercado, y aquí se da la situación de que Moscú controla actualmente el 40% de las reservas minerales de Ucrania en los territorios que ocupa de aquel país. Esta situación ha complicado aún más las negociaciones para “el reparto” de estos minerales estratégicos.
Pero no todo es bonito en este asunto, abrir las minas para la extracción de metales es un proceso que, de media, tarda alrededor de 15 años, y las que están funcionando deben de trabajar y extraer en medio de una guerra.
Además, la guerra ha dejado infraestructura destruida y un acceso limitado a las minas y la inversión extranjera es complicada (ahora mismo) debido a la incertidumbre política y de seguridad.
Si Ucrania consiguiera mantener y estabilizar su industria minera y asegurar su infraestructura de refinamiento, podría convertirse en el gran proveedor global de tierras raras y minerales estratégicos.

¿Quién ganará la carrera por los minerales del futuro?
La lucha por los minerales estratégicos de Ucrania trata también de una disputa mundial por el control del futuro de la energía, la tecnología y la defensa, en la que Estados Unidos y Rusia pelean por un buen pedazo de este pastel.
Si China consolida su dominio y bloquea a Occidente en la cadena de suministro, podrá someternos a sus condiciones, e incluso vetarnos en algunos de estos materiales. Por ello EE.UU. y la UE deben diversificar sus fuentes, reduciendo esta vulnerabilidad.
Ante esta situación, Ucrania emerge como un actor clave y aprovecha sus minerales para impulsar su reconstrucción y desarrollo, aunque no está muy claro en estos momentos que tenga el control de sus propios recursos… En definitiva, si Rusia y China logran consolidar su control sobre estos minerales, Occidente podría perder la carrera tecnológica del siglo XXI.