La cumbre del BRICS en Kazán (Rusia) que ha comenzado este martes 22 octubre será muy importante para la consolidación del grupo y su estrategia de expansión. Entre los posibles nuevos miembros se encuentra Turquía, un país históricamente cercano a Occidente y miembro de la OTAN. Si Turquía se une a los BRICS, podría aumentar aún más la influencia geopolítica del grupo en Europa y Oriente Medio. Pero, ¿qué ha conseguido hasta ahora este grupo y que influencia podría tener en nuestros bolsillos?
El acrónimo BRICS fue acuñado en 2001 por un banquero de Wall Street para referirse a cinco grandes economías emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Estos países, que juntos representan casi la mitad de la población mundial y más del 35% del producto interno bruto (PIB) mundial ajustado por paridad de poder adquisitivo, han formado un bloque con el objetivo de aumentar su influencia en el escenario global.
En 2023, durante la cumbre del grupo celebrada en Johannesburgo, el BRICS se expandió al incluir cinco nuevos miembros: Egipto, Etiopía, Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Para la cumbre de Kazán se espera que más países como Turquía, Argelia y otras naciones del sur global también pudieran unirse. La expansión del BRICS se ve como un esfuerzo estratégico para aumentar su peso en la economía global y contrarrestar el poder de Occidente, liderado por Estados Unidos y la Unión Europea.
Avances
Hasta ahora, los BRICS han logrado progresos limitados como bloque económico. Aunque representan una gran parte de la población mundial y un porcentaje significativo del PIB global, sus diferencias internas, especialmente entre China e India, han limitado su capacidad para actuar de manera conjunta. Aun así, los BRICS han conseguido avances como la creación del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), una institución financiera destinada a apoyar proyectos de infraestructura en países en desarrollo.
Pero como comentamos antes, uno de los objetivos principales del grupo es crear un sistema financiero alternativo al dominado por Estados Unidos, conocido como BRICS Bridge. Este sistema permitiría realizar pagos transfronterizos utilizando plataformas digitales gestionadas por los bancos centrales de los países del BRICS (independiente del SWIFT), lo que les permitiría reducir la dependencia del dólar y, sobre todo, a esquivar las sanciones occidentales.
Pero también es cierto que si los BRICS continúan su expansión y fortalecen su cooperación, podrían llegar a alterar significativamente el equilibrio económico mundial, ya que una de sus principales metas es crear un sistema financiero independiente del dólar estadounidense. Actualmente, el sistema financiero global está dominado por Estados Unidos, lo que le da un gran poder a través del dólar, que es la moneda de reserva global y la base de la mayoría de las transacciones internacionales.
Los países BRICS podrían llegar a crear un nuevo sistema de pagos internacionales que permitiría realizar transacciones sin depender del sistema financiero dominado por Estados Unidos y el dólar. Aunque en principio esta idea podría atraer actualmente a muchos actores internacionales, lo cierto es que podría debilitar la influencia económica de Occidente y erosionar la capacidad de Estados Unidos para imponer sanciones económicas efectivas, que a menudo utilizan como una herramienta diplomática (y una alternativa a la guerra) para castigar/presionar a sus adversarios. Y por esto mismo, un sistema alternativo permitiría a países como Rusia y China evitar sanciones económicas, lo que aumentaría su resiliencia frente a las presiones políticas externas.
Consecuencias de un BRICS más fuerte
Para los países miembros de este grupo, un BRICS más fuerte proporcionaría una plataforma para que estos países puedan coordinarse y defender mejor sus intereses económicos y políticos en el escenario global. También, un sistema financiero alternativo podría reducir la dependencia de los países en desarrollo de las instituciones financieras occidentales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Pero una creciente influencia de los BRICS también podría aumentar las tensiones entre estos países y Occidente, lo que podría suponer una mayor fragmentación del sistema financiero global.
Un BRICS más fuerte representa un desafío importante para los Estados Unidos, porque amenaza directamente su posición dominante en el sistema financiero global. Para ello tendrá que buscar maneras (ya estará trabajando en ello) para contrarrestar su desarrollo, como modernizar el sistema de pagos basado en el dólar, haciéndolo más rápido y eficiente para reducir los incentivos de los países emergentes a buscar alternativas, o fortalecer sus relaciones con países clave como India y Brasil, que, aunque forman parte del BRICS, también tienen importantes lazos con Occidente. Al hacerlo, Washington podría debilitar la cohesión interna del bloque BRICS y mantener su influencia en la economía global.
Efectos para España
Para España, un país muy dependiente del comercio internacional y de la estabilidad de la economía europea, el fortalecimiento de los BRICS podría tener varias implicaciones; si el bloque consigue reducir la influencia del dólar y el sistema financiero estadounidense, podría generar una mayor volatilidad en los mercados financieros globales, afectando a la estabilidad de la economía española. Por otro lado, la influencia creciente de China y otros países del BRICS podría desplazar a las empresas españolas en algunos mercados emergentes, lo que podría reducir las oportunidades de exportación para nuestras empresas.
Los BRICS se están consolidando como un bloque con el potencial de cambiar el sistema financiero mundial, desafiando así la hegemonía de Occidente. Si bien este grupo aún afronta grandes desafíos, su creciente influencia podría tener implicaciones profundas para la economía global y para países como España. Las próximas cumbres y expansiones de este grupo serán cruciales para determinar su papel futuro en la economía mundial, aunque el Tío Sam ya estará tomando medidas para que este “complot” económico no pase de ser un pequeño motín pasajero, porque no va a permitir que ningún grupo donde se encuentren juntos Rusia, China e Irán adquiera un tipo de poder.