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¿En qué consiste la cúpula de hierro de Israel que defiende al país de Hezbolá, Líbano e Irán?

La Cúpula de Hierro es un sistema de defensa antimisiles desarrollado por Israel para interceptar y destruir cohetes de corto alcance, artillería y proyectiles lanzados hacia áreas pobladas del país pero ¿cómo funciona y cuánto cuesta?

Sergio Delgado Martorell.

Periodista especializado en tecnología, ciberseguridad e innovación.

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Benjamin Netanyahu junto al sistema de defensa antimisiles Iron Dome.
Benjamin Netanyahu junto al sistema de defensa antimisiles Iron Dome.

La Cúpula de Hierro es un sistema de defensa antimisiles desarrollado por Israel para interceptar y destruir cohetes de corto alcance, artillería y proyectiles lanzados hacia áreas pobladas del país pero ¿cómo funciona y cuánto cuesta?

Este sistema, operativo desde 2011, fue desarrollado por la empresa Rafael Advanced Defense Systems, en colaboración con el Ministerio de Defensa de Israel, en respuesta a la creciente amenaza de ataques con cohetes desde Gaza y el Líbano, principalmente por parte de grupos como Hezbolá. Tanto su efectividad como su complejidad han llamado la atención de otros países del mundo.

Componentes del sistema

La Cúpula de Hierro o Domo de Hierro que es otro nombre con el que se conoce, está compuesta por tres elementos principales.

Radar de detección y seguimiento. Este radar es capaz de detectar y seguir el lanzamiento de cohetes desde largas distancias. Inmediatamente después del lanzamiento, el radar calcula la trayectoria del proyectil.

Centro de gestión de batalla y control (BMC). Esta unidad procesa la información proporcionada por el radar y determina si el proyectil representa una amenaza. El BMC calcula la trayectoria del cohete y predice su punto de impacto. Si el cohete está destinado a caer en una zona poblada o estratégica, se da la orden de interceptarlo.

Unidades de lanzamiento de misiles interceptores Tamir. Estas unidades disparan misiles Tamir que interceptan y destruyen los cohetes entrantes en el aire, antes de que puedan alcanzar su objetivo. Estos interceptores están equipados con sensores y sistemas de guía avanzados para seguir y destruir el proyectil en pleno vuelo.

Así funciona la Cúpula de Hierro

Cuando un cohete es lanzado hacia Israel, el radar de la Cúpula de Hierro lo detecta en segundos y transmite la información al centro de control. El BMC analiza la trayectoria del cohete y determina si caerá en un área poblada. Si se considera una amenaza, se lanza uno o más interceptores Tamir. Estos interceptores se guían hacia el cohete enemigo y lo destruyen en el aire, minimizando el daño en tierra.

La Cúpula de Hierro es altamente efectiva, con una tasa de éxito que se estima entre el 85% y el 90%. Sin embargo, el sistema no es infalible. Algunos cohetes pueden no ser interceptados, especialmente si son lanzados en salvas, lo que puede saturar el sistema. Además, su eficiencia depende en gran medida de la rapidez con la que se detecta el lanzamiento y se decide la interceptación.

Desafíos y limitaciones que hacer frente

A pesar de su éxito, la Cúpula de Hierro enfrenta varios desafíos.

Saturación. Si se lanzan múltiples cohetes simultáneamente, el sistema puede verse abrumado. Esto es particularmente relevante cuando se enfrenta a ataques masivos desde Líbano o Gaza, donde Hezbolá y otros grupos han acumulado grandes arsenales de cohetes.

Coste. Cada interceptor Tamir cuesta aproximadamente entre 50,000 y 100,000 dólares, mientras que los cohetes que destruye suelen ser mucho más baratos. Esto plantea un desafío económico, especialmente durante periodos prolongados de conflicto.

Innovaciones en armamento enemigo. Los grupos armados, como Hezbolá, han desarrollado cohetes más sofisticados y de mayor alcance, así como drones y misiles guiados, lo que representa un desafío continuo para la Cúpula de Hierro. Estos desarrollos obligan a Israel a mejorar y adaptar continuamente su sistema de defensa.

Integración con otros sistemas de defensa

La Cúpula de Hierro es parte de un enfoque de defensa en capas de Israel. Para contrarrestar diferentes tipos de amenazas, Israel ha desarrollado otros sistemas como el David’s Sling para misiles de medio alcance y el Arrow para misiles balísticos de largo alcance. Juntos, estos sistemas proporcionan una red de protección completa contra una variedad de amenazas aéreas.

Importancia estratégica y futuro próximo

La Cúpula de Hierro ha cambiado significativamente el escenario de la defensa israelí. Antes de su implementación, los ataques con cohetes causaban más bajas y daños, lo que a menudo desencadenaba respuestas militares de gran escala. Con la Cúpula de Hierro, Israel ha podido mitigar los daños y reducir la necesidad de represalias inmediatas, permitiendo más tiempo para la diplomacia y la contención.

Además, el sistema ha sido un éxito no solo en términos militares, sino también políticos, ya que ha fortalecido la percepción de seguridad en la población israelí y ha demostrado la capacidad tecnológica del país a nivel internacional. La Cúpula de Hierro ha sido elogiada globalmente y varios países han mostrado interés en adquirir o desarrollar sistemas similares.

Con la evolución de las amenazas, Israel sigue mejorando la Cúpula de Hierro. Se están desarrollando versiones más avanzadas, incluyendo sistemas de láser para complementar los interceptores actuales. Estos sistemas láser tienen el potencial de reducir significativamente los costos por interceptación y aumentar la capacidad de respuesta ante ataques masivos.

La Cúpula de Hierro es un pilar fundamental en la defensa de Israel frente a los ataques de cohetes y proyectiles desde el Líbano y Gaza. A pesar de sus limitaciones y desafíos, ha demostrado ser un componente crucial en la protección del país, salvando innumerables vidas y brindando una capa adicional de seguridad en una región marcada por el conflicto.

La Cúpula de Hierro ha demostrado ser crucial en la defensa de Israel, salvando vidas y minimizando daños en conflictos recientes. Sin embargo, su éxito no está exento de desafíos. Los grupos como Hezbolá continúan evolucionando su arsenal, desarrollando misiles más sofisticados y drones, lo que obliga a Israel a mejorar constantemente su tecnología defensiva. Además, aunque la Cúpula de Hierro ha sido efectiva, el alto costo de cada interceptación plantea cuestiones sobre la sostenibilidad económica a largo plazo, especialmente en conflictos prolongados. A medida que las amenazas evolucionan, Israel sigue invirtiendo en tecnologías adicionales, como sistemas láser, para fortalecer su defensa.