Esta operación, que ha desarticulado una red bancaria clandestina, es fruto de las pesquisas de Europol durante varios meses. Se salda con la detención de 23 sospechosos, la incautación de 35,7 millones de euros en efectivo, cuentas bancarias y criptomonedas, así como de 36 vehículos, bienes inmuebles, relojes y joyas.
La banda criminal, compuesta en su mayoría por ciudadanos ucranianos, también contaba con armenios, azerbaiyanos y kazajos. Prestaba servicios de mensajería en efectivo y banca clandestina a otras redes delictivas. También formaban parte de esta organización agentes chinos que prestaban servicios de blanqueo de capitales. Este catálogo de ofertas de delincuencia como servicio era utilizado por diversos actores de habla rusa y asiática dedicados al tráfico de drogas, la evasión fiscal o el contrabando de mercancías ilícitas. Los delitos se cometían principalmente en España.
Resultado de la operación
El balance de la operación ha sido el siguiente:
- 23 sospechosos detenidos (20 en España, 1 en Francia y 2 en Eslovenia).
- 91 registros domiciliarios efectuados (77 en España, 1 en Francia y 13 en Chipre).
- 17 sospechosos más procesados.
- 2 millones de euros en efectivo incautados.
- 27 millones de euros en criptodivisas incautadas o congeladas.
- 2 millones de euros en cuentas bancarias incautadas o congeladas.
- 36 vehículos (incluidos algunos de lujo), bienes inmuebles, relojes de lujo, joyas, así como dispositivos electrónicos incautados.
Abuso del estatuto de protección temporal
Se cree que los sospechosos han abusado del estatuto de protección temporal concedido a los refugiados ucranianos por la Unión Europea desde 2022, así como a otros ciudadanos afectados por la guerra de Ucrania. Muchos de los millones de refugiados procedentes de Ucrania se llevaron sus ahorros a Europa en efectivo para salvaguardarlos de las consecuencias de la guerra.
Aprovechando las excepciones establecidas para facilitar la transferencia de dinero entre jurisdicciones, la red delictiva trasladó enormes cantidades de dinero en efectivo sin ser interrogada detalladamente ni sometida a escrutinio durante los controles aduaneros declarando las sumas en efectivo como parte de su propio patrimonio. Las ‘mulas’ que transportaban dinero, algunas de ellas familiares de los líderes de la banda, viajaban regularmente entre España, Chipre, Francia y otros países.
Una vez que varios correos de efectivo empezaron a ser detenidos, la red delictiva adaptó su modus operandi. Pasó de los importantes movimientos físicos de efectivo a la esfera de las criptomonedas, lo que dificultó la detección de las transferencias de dinero. Según las primeras estimaciones, entre marzo de 2023 y febrero de 2024 se habían movido al menos 75 millones de euros. Durante las redadas realizadas en Chipre, las fuerzas del orden se incautaron y congelaron alrededor de 26 millones de euros en una criptodivisa.
Europol apoyó esta operación internacional con expertos especializados en delitos financieros, lucha contra redes delictivas de alto riesgo, desentrañamiento de estructuras de blanqueo de capitales y rastreo de flujos de criptomoneda.