La Inteligencia iraní ha acusado este viernes a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, a los servicios secretos británicos (MI6), así como a los de Israel (Mossad) de incitar las protestas en Irán en el marco de la muerte de la joven Mahsa Amini.
"Los documentos de inteligencia disponibles muestran que la CIA, en cooperación con los servicios de inteligencia aliados y representantes reaccionarios, antes del inicio de los disturbios, utilizó métodos (...) para lanzar un motín a nivel nacional en Irán con el objetivo de cometer crímenes contra la gran nación", ha especificado tal y como recoge la agencia de noticias Europa Press.
Estas operaciones para "sentar las bases" e "intensificar las presiones externas" contra Teherán, las habría llevado a cabo "en estrecha colaboración" con la Inteligencia británica, los servicios secretos israelíes para el exterior, y la Inteligencia saudí, así como de varios países más.
"Existe información fidedigna de que la planificación y ejecución operativa de la mayor parte de los disturbios estuvo a cargo del servicio del Mossad en cooperación con los grupos terroristas más poderosos", ha destacado en un comunicado, recogido por la agencia de noticias IRNA.
Teherán ha cargado duramente contra Washington por incitar "al descontento público" e instrumentalizar "acontecimientos mundiales". Así, ha puesto los ejemplos del asesinato en 2018 de Yamal Jashogi en el interior del consulado de Arabia Saudí en la ciudad de Estambul y de la muerte de la periodista Shirín Abu Aklé, fallecida en mayo de un tiro en la cabeza mientras cubría unos enfrentamientos en Yenín (Cisjordania).
"El Gobierno terrorista estadounidense, después de desesperarse de enfrentar a la gran nación de Irán en las arenas militares y sancionar cruel e inhumanamente (al país), ha invertido en los últimos años en una red maliciosa de organizaciones cómplices para interconectar e influir en sectores sociales", ha resaltado.
Asimismo, las principales redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea -tanto Meta, dueño de Instagram y WhatsApp, como Twitter- han violado, según Teherán, todas las leyes internacionales durante los disturbios iraníes al manipular "deliberadamente" los algoritmos como "arma estratégica".
"Solo entre el 20 de septiembre y el 20 de octubre, se crearon en Twitter más de 50.000 nuevos usuarios persas con identidades falsas para trabajar contra la República Islámica de Irán", ha subrayado, agregando que "Twitter se ha esforzado al máximo para ayudar a magnificar y resaltar las noticias falsas".
Con respecto a Instagram, ha expresado que "al despertar las emociones de la sociedad iraní, especialmente de los jóvenes, Instagram trató de crear desesperación, aumentar el nivel de violencia y crear una división social en diferentes capas de la sociedad".
La Inteligencia iraní también ha resaltado que ha habido un "énfasis especial en atribuir cada asesinato e incidente a las fuerzas del orden y de seguridad", mientras que ha acusado a los medios de comunicación occidentales de alimentar las protestas.