ISIS-K, la pesadilla terrorista rusa

El ataque ha sido aclamado por el Daesh o ISIS-K, que ya atentó contra la embajada rusa en Kabul matando a 6 personas en 2022.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

Guardar

Fotograma de los terroristas en el interior de la sala de conciertos. Foto EuropaPress.
Fotograma de los terroristas en el interior de la sala de conciertos. Foto EuropaPress.

Las autoridades rusas han detenido a 11 personas relacionadas con el terrible ataque terrorista que se produjo el pasado viernes, 22 de marzo, en una sala de conciertos en las afueras de Moscú. De estos 11 detenidos, 4 serían los responsables directos de la matanza. La cifra de muertos es de más de 130 fallecidos y sigue aumentando con numerosos heridos en estado crítico.

El ataque ha sido aclamado por el Daesh o ISIS-K, del que hablamos más extensamente al final de este artículo. Este grupo seria el mismo que atentó contra la embajada rusa en Kabul matando a 6 personas en 2022.

Parece ser que el ataque podría haber sido previsto y avisado por la inteligencia norteamericana a principio de este mes de marzo.

Los servicios de seguridad rusos aseguran que los terroristas habían preparado metódicamente el atentado y que se disponían a huir a través de Ucrania, acusando a Kiev de facilitar la entrada y salida de los yihadistas. Ucrania, por su parte, ha negado cualquier participación y el mismo presidente Zelensky ha avisado de que esta sería una estrategia rusa para elevar el nivel de la contienda entre Rusia y Ucrania para movilizar más tropas y material en la frontera ucraniana.

La ciudad de Moscú tiene una larga y triste experiencia sufriendo atentados terroristas desde que comenzara la guerra con los separatistas chechenos, pero en los últimos años la atención de los servicios de seguridad rusos ha pivotado hacia la guerra con Ucrania, por lo que este atentado parece haber cogido por sorpresa a las autoridades del Kremlin. El ataque del viernes se ha convertido ya en el mayor ataque terrorista en Europa de un afiliado del Daesh desde que comenzaran sus ataques en el viejo continente en 2015 (París y Bruselas).

¿Qué es el ISIS-K?

ISIS-K (Estado Islámico o Daesh), oficialmente conocido como el Estado Islámico de Irak y el Levante -provincia de Jorasán-, es una rama del grupo militante Estado Islámico (EI) que opera principalmente en Asia del Sur y Asia Central. El "Jorasán" en su nombre se refiere a una región histórica que incluye partes de lo que hoy son Irán, Afganistán y Pakistán. Surgido alrededor de 2015, ISIS-K buscó extender la influencia del EI más allá del Medio Oriente, aprovechando la volátil situación de seguridad en Afganistán y la región circundante.

ISIS-K fue formado por miembros descontentos de los talibanes que creían que estos eran demasiado moderados y regionales en su enfoque. Juraron lealtad a Abu Bakr al-Baghdadi, el líder del EI, posicionándose como parte de un movimiento de yihad global. La ideología del grupo se basa en una interpretación radical del Islam suní, similar a la de su organización matriz, abogando por el establecimiento de un califato global a través de la yihad violenta. Son conocidos por su extrema brutalidad y han atacado a civiles, instalaciones gubernamentales y minorías étnicas y religiosas en Afganistán y Pakistán, con el objetivo de desestabilizar la región y establecer su control.

El grupo ha sido responsable de algunos de los ataques más mortíferos en la región, empleando tácticas como atentados suicidas, asaltos armados y secuestros. Sus operaciones se han caracterizado por la disposición a infligir bajas masivas, a menudo apuntando a lugares concurridos para maximizar el impacto. Los ataques de ISIS-K han estado dirigidos no solo a objetivos gubernamentales y militares, sino también a civiles, incluyendo escuelas, hospitales y lugares de culto, reflejando su objetivo de sembrar el terror y la discordia.

A pesar de enfrentar una presión militar significativa de las fuerzas afganas y estadounidenses, así como oposición de los talibanes, ISIS-K ha mantenido una presencia resiliente y, en ocasiones, en expansión en la región. Su bastión ha estado en las provincias orientales de Afganistán, pero también han llevado a cabo operaciones en Kabul y otras partes del país, así como en Pakistán. La caótica retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en agosto de 2021 proporcionó a ISIS-K una oportunidad para reforzar sus filas y extender su influencia, a medida que la situación de seguridad en el país se deterioraba.

En los últimos años, ISIS-K ha aprovechado la inestabilidad en Afganistán tras la toma de poder de los talibanes en agosto de 2021. El vacío de poder y las subsiguientes luchas por el control han permitido a ISIS-K reclutar a combatientes desencantados de otros grupos y expandir sus operaciones. El grupo se ha posicionado como un acérrimo oponente de los talibanes, atacando a las fuerzas talibanas e intentando socavar su gobierno.

ISIS-K representa un desafío de seguridad muy importante en Asia, particularmente en Afganistán, pero ahora también en Europa. Su capacidad persistente para llevar a cabo ataques de alto perfil a pesar de los esfuerzos contra el terrorismo subraya la naturaleza compleja de este grupo y la peligrosidad y lo mortífero de sus acciones, buscando el terror y las portadas de los periódicos Occidentales.

Europa se vuelve a poner alerta (si lo dejó de estar alguna vez) contra el terrorismo yihadista del Daesh.