México, ¿primera víctima de Donald Trump?

El presidente de los Estados Unidos tiene una obsesión con sus vecinos del sur y así lo ha demostrado nada más tomar posesión de su cargo.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

Guardar

México es un Estado semi fallido.
México es un Estado semi fallido.

En su discurso inaugural, Donald Trump confirmó, además de que iba a cerrar la frontera con México con militares para parar la migración ilegal, que designaría a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés). El objetivo es combatir la crisis de fentanilo en Estados Unidos, pero esto afectaría de manera importante a las relaciones entre ambos países (la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, rechazó categóricamente la designación, subrayando la soberanía de México y su oposición a cualquier tipo de injerencia extranjera).

Si se clasifica a los cárteles mexicanos como FTO, se los equipararía con grupos como Al-Qaeda e ISIS. Y por lo tanto se generan preocupaciones militares porque aunque no se autorizan acciones directas, la medida podría abrir la puerta a ataques con drones u otras intervenciones, aumentando las tensiones. Supondría:

  1. Bajo la Ley de Neutralización del Terrorismo (Patriot Act), Estados Unidos podría llevar a cabo operaciones más agresivas contra los cárteles, incluyendo sanciones financieras, restricciones de viaje y el uso de herramientas de vigilancia avanzada.
  2. Permitiría al Departamento de Justicia perseguir a cualquier persona o entidad que proporcione apoyo material a los cárteles, incluso si están fuera de México.
  3. Las designaciones de terrorismo permitirían a EE. UU congelar activos relacionados con los cárteles en bancos internacionales y bloquear cualquier transacción financiera asociada con estas organizaciones.
  4. Podría facilitar que EE. UU solicite la extradición de líderes de cárteles con el argumento de que representan amenazas globales, aumentando las tensiones diplomáticas.

Pero, ¿está exagerando Trump en cuanto a la situación en México o realmente estamos hablando de un Estado semi fallido donde los narcos y la violencia corren a sus anchas? Vamos a analizar el último informe de ACLED sobre violencia en el mundo y específicamente en México para ver cómo está la situación actual en el país azteca.

Con más de 30.000 asesinatos y 8.000 muertes por violencia política en 2024, México se ha posicionado como el país sin guerra más violento del mundo. ¿Qué está llevando al país a esta espiral de violencia sin fin?

En el Índice de Conflictos 2024, elaborado por ACLED, la iniciativa global de Datos y Ubicación de Conflictos Armados, México se convierte en el número uno en la clasificación de países peligrosos que no están sufriendo un conflicto armado. Según el informe, México ocupa esta posición debido a lo que la organización llama una “guerra civil de cárteles”, que ha sumido al país en una espiral de violencia continua.

México en el índice ACLED 2024: un lugar inesperado

Posición global. México es el cuarto país con el nivel de conflicto más extremo, solo por detrás de Palestina, Myanmar y Siria.

Aumento de la violencia. En 2024, se registraron más de 30.000 asesinatos, con Estados como Chiapas, Sinaloa, Guanajuato y Guerrero siendo particularmente afectados.

Aumento criminal. La desintegración de cárteles como el de Sinaloa ha llevado a disputas territoriales, aumentando la violencia en regiones como Chihuahua y Sonora.

Violencia política. Se reportaron más de 500 eventos violentos contra figuras políticas en 2024, con las elecciones de junio marcadas por niveles de violencia sin precedentes.

Con estos datos las perspectivas para 2025 son pesimistas, ya que se anticipa un incremento en la violencia debido a la elección por votación pública de jueces en junio y a la implementación de nuevas estrategias de seguridad bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum.

Un contexto alarmante: entre Palestina, Siria y Myanmar

Según el reporte de ACLED, los países más violentos y peligrosos en 2024 fueron Palestina, Myanmar y Siria, tres naciones devastadas por conflictos armados. Que México se encuentre inmediatamente después de estos tres países en términos de peligrosidad resulta demoledor. Las causas principales están muy claras: la violencia que está relacionada con el narcotráfico, los asesinatos con motivos políticos y sobre todo los enfrentamientos entre los diferentes cárteles que están generando cada más niveles de inseguridad, muchas veces comparables con los de países que están en guerra actualmente.

Las cifras detrás de la crisis

El informe de ACLED revela datos alarmantes: en 2024, México registró más de 8.000 muertes relacionadas con violencia política, convirtiéndose así en el séptimo país del mundo con más muertes causadas por conflictos y el segundo donde los civiles fueron más castigados.

El informe de ACLED afirma que el Gobierno mexicano afronta un desafío clave: “tiene el poder, pero no el control” de amplias zonas del territorio, una afirmación que refleja el debilitamiento de las instituciones frente a los grupos delictivos organizados.

Comparaciones globales: ¿qué hace única la situación de México?

Al contrario de lo que ocurre en países como Palestina o Myanmar, donde la violencia está alimentada por conflictos religiosos, étnicos o ideológicos, en México la raíz del problema está vinculada principalmente al narcotráfico y a la ausencia casi total de un Estado efectivo en algunas de sus regiones.

El informe de ACLED confirma que la situación en México está acorde al resto del panorama mundial, ya que los niveles de violencia a nivel global han alcanzado cifras récord, con casi 200.000 eventos violentos y más de 233.000 muertes, un aumento del 25% respecto al año anterior.

Pero, ¿será el nuevo Gobierno capaz de cambiar este rumbo violento, o México continuará siendo un caso atípico en el mapa mundial de violencia?

Si Donald Trump desata una lucha abierta contra los cárteles mexicanos, especialmente por la producción y exportación a Estados Unidos de fentanilo, se podría desatar una verdadera guerra entre militares y estas bandas criminales que cada vez están mejor armadas, además de una peligrosa inestabilidad con el gobierno de Claudia Sheinbaum. México sin duda se puede convertir en la primera “víctima” del reelegido presidente norteamericano.

Archivado en: