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¿Por qué se está retrasando la entrada en vigor de las fronteras inteligentes en la UE?

Los ministros de Interior de la UE han acordado su implantación gradual, pero siguen sin fijar fecha.

Antonio M. Figueras

Periodista y escritor.

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Las fronteras inteligentes del espacio Schengen han sufrido varios retrasos.
Las fronteras inteligentes del espacio Schengen han sufrido varios retrasos.

Parece que por fin, pero puede que no. Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) acordaron el pasado 5 de marzo la próxima entrada en vigor del Sistema de Entradas y Salidas (SES), también conocido como las fronteras inteligentes. Este registro automatizado de viajeros de corta estancia se ha retrasado una y otra vez por problemas técnicos y falta de preparación.

¿Y para cuándo? Pues estamos en lo de siempre. Se baraja otoño de este año, pero no se ha fijado una fecha concreta. Contrariamente a lo previsto originalmente, se podrá realizar una implantación gradual. Los Estados miembros tendrán ahora dos opciones: poner en marcha el sistema de una vez o en varias fases durante un periodo de transición de seis meses. Volvemos a la Europa de las dos velocidades.

Control automático

Con el Sistema de Entradas y Salidas (SES en español y EES por sus siglas en ingles Entry/Exit System) y el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (SEIAV, en español y ETIAS en inglés, European Travel Information and Authorisation System), la UE pretende registrar de manera automática el nombre, los datos biométricos, las fechas y lugares de entrada y salida de cada viajero que cruce las fronteras exteriores. La idea data de 2016. El propósito consiste en cambiar los métodos tradicionales y manuales de control para poder así reforzar la vigilancia sobre el paso de los extracomunitarios.

Todos los Estados miembros, salvo Chipre e Irlanda, y cuatro países asociados al espacio Schengen (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) formarán parte del sistema. Conclusión: los pasaportes de Chipre e Irlanda seguirán sellándose manualmente.

Está prevista su aplicación para los ciudadanos de fuera de la UE que vengan de visita, de vacaciones o en viaje de negocios y permanezcan un máximo de 90 días en un plazo de 180 días. Además de presentar sus pasaportes a la llegada, se les realizará una foto del rostro y se escanearán electrónicamente sus huellas dactilares.

Una historia de aplazamientos

El pasado 10 de noviembre estaba prevista la implantación de las fronteras inteligentes en todos los pasos exteriores del espacio Schengen. Pero la UE tuvo que tirar de freno de mano un mes antes para parar en seco la implementación de este nuevo sistema. La explicación oficial era que varios países importantes se había topado con imponderables técnicos que dificultaban la puesta en marcha en día y hora.

Alemania, Países Bajos y Francia (estas tres naciones concentran el 40% del tránsito de viajeros de la UE) confesaron haber sufrido distintos contratiempos en el intento de aplicar el nuevo proceso de control. La comisaria de Interior, Ylva Johansson, reconoció el 10 de octubre ante la prensa que no había plazo.

Junto al problema explicitado por Alemania, Países Bajos y Francia, la Agencia europea para la Gestión Operativa de Sistemas Informáticos de Gran Magnitud (euLISA) detectó también cierta incapacidad del sistema para afrontar eventuales complicaciones.

Según Beatriz Gutiérrez, docente de Relaciones Internacionales y Criminología de la Universidad Europea, uno de los problemas ocultos que han impedido hasta ahora la implantación de las fronteras inteligentes en el espacio Schengen es “no tanto la falta de aceptación o de capacidad de implementación, sino que el sistema informático, a día de hoy, todavía no está plenamente funcional”. “Por eso no se puede desarrollar algo que todavía tiene fallos o que carece de infraestructura física”, añade.

Y en España, qué

¿Está España preparada para comenzar la aplicación del sistema EES cuando lo dicte la Comisión Europea? Tras el aplazamiento de octubre, el Gobierno se apresuró a asegurar que estaba “todo listo” en la frontera exterior. Fuentes conocedoras del proceso consultadas por este diario señalaron sin embargo que no debería haber demasiado optimismo: “La aplicación no depende solo del Ministerio del Interior, hay más partes implicadas y la colaboración, más allá de las buenas palabras, no está siendo todo lo fluida que debiera”.

España no es de los países más retrasados en la implantación tecnológica, indica Gutiérrez: “En España no tendría que existir mayor problema. Pero contamos con el típico obstáculo de que las distintas administraciones públicas no colaboran entre ellas. Además, en términos de invertir en seguridad, este es un asunto de los que menos preocupa al Gobierno”.

Ventajas del sistema SES

El Ministerio del Interior, a petición de Escudo Digital, indicó que “el nuevo sistema introduce numerosas mejoras para la agilización de los trámites fronterizos y facilita mayor protección y seguridad. Entre otras medidas, permite la automatización del control fronterizo (reduce el tiempo en los controles fronterizos y mejora su calidad, gracias al cálculo automático de las estancias autorizadas); reemplaza el sellado del pasaporte registrando electrónicamente cada paso fronterizo dentro y fuera del espacio Schengen, calculando la duración de la estancia de cada viajero; asegura la identificación fiable y remota de personas que rebasen la duración de su estancia autorizada; aumenta la seguridad y la lucha contra el terrorismo, permitiendo el acceso de las autoridades policiales al sistema; y apoya la detección de terroristas, delincuentes, así como sospechosos, autores o víctimas de delitos”.

Para Gutiérrez, será un sistema muy beneficioso a nivel europeo cuando se implante: “A fin de cuentas, pretende automatizar una serie de procesos que de otra manera requieren personas físicas. Puede ser muy eficaz en términos de lucha contra el crimen organizado, inmigración ilegal, riesgos potenciales de personas que representen una amenaza para la seguridad”.

Lucio Toval, profesor de Crimen Organizado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), no es tan entusiasta: “No creo que se mejoren las medidas de seguridad, ni que los datos biométricos puedan ser controlados sin la supervisión de una persona”. Se apoya para su escepticismo en la experiencia de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, “que no puede parar ni minimizar en absoluto la inmigración irregular en España”. “España, con sus casi 8.000 kilómetros de costa, es la puerta de entrada de América y de África. Sin medidas severas y recursos humanos y materiales, no hay nada que hacer. Europa está totalmente de espaldas a la inmigración irregular”, apunta.

Sobre la protección de datos de este sistema existe cierto debate. Interior aclara que “todos los sistemas biométricos están homologados, certificados y cumplen los estándares de calidad que establece euLISA”. “Los datos recogidos en cualquier frontera exterior del espacio Schengen son tratados y validados en los sistemas centrales, ubicados en Estrasburgo, y los Estados miembros no podrán almacenar ni tratar estos datos a nivel nacional. Cualquier dato que no cumpla los estándares de calidad o de seguridad, es desestimado”, concluye.