Aunque Washington apunta a grupos armados financiados por Irán como responsables de la muerte de los tres soldados estadounidenses, y de los al menos 34 heridos, en el ataque con drones ocurrido en la madrugada del sábado al domingo en la frontera entre Siria y Jordania, lo cierto es que aún nadie ha reivindicado la autoría de unos sucesos que justamente ahora hace tres meses, el pasado 28 de octubre, la web de noticias y servicio de radiodifusión del gobierno ruso, Sputnik, avisaba que podían darse: “EEUU sería vulnerable en Oriente Medio: ‘Sus bases tienen una protección muy limitada".
"Los múltiples ataques que han sufrido las bases militares estadounidenses en Siria e Irak dejan al descubierto la vulnerabilidad de dichas instalaciones, en medio de la creciente escalada del conflicto palestino-israelí.
Un exfuncionario del Pentágono y analista en temas de defensa afirma que las bases que tiene Washington en el Oriente Medio no cuentan con capacidades de defensa antiaérea suficientes ni efectivas”, advirtió dicho medio ruso.
Por su parte, Stephen Bryen, en un artículo publicado en el sitio especializado “Weapons & Strategy”, denunciaba las "vulnerables bases" de su país en Irak y Siria, las cuales, según él, "carecen de defensas aéreas adecuadas".
"Las bases estadounidenses cuentan con una protección muy limitada, agravada por el hecho de que Estados Unidos no persigue a las milicias proiraníes que disparan estas armas contra nuestro personal", afirmaba.
También según Bryen, las tropas en dichas bases tienen como sistema de protección al C-RAM, que es una adaptación terrestre del sistema de cañones Phalanx de la Armada del país norteamericano, algo totalmente ineficiente según el experto:
"El sistema Phalanx, de tiro rápido, pero de corto alcance, nunca ha detenido ningún ataque contra un buque de guerra, y no es muy diferente cuando se trata de derribar drones o cohetes. Los drones iraníes están hechos de plástico u otro material no reflectante, por lo que no tienen mucha o ninguna firma de radar, y también son difíciles de ver, especialmente de noche o en condiciones de poca luz".
Tanto Bryen como los republicanos critican que desde la Casa Blanca no exista un interés real por proteger al personal militar, y afirman que las recientes agresiones contra las bases podrían haberse evitado si en Washington hubieran hecho caso de las advertencias y "se hubieran preocupado realmente por nuestras tropas sobre el terreno, pero obviamente nuestros soldados eran una prioridad baja".