La reciente visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Corea del Norte en 2024, después de 20 años sin pisar estas tierras (en esa ocasión la cumbre fue con el padre del actual presidente norcoreano, Kim Jong II), nos manda un mensaje de refuerzo y asentamiento de las relaciones ruso-norcoreanas, sin tener muy claro si se trata de una relación a largo plazo o un matrimonio de conveniencia con una corta fecha de caducidad.
Esta visita se ha convertido en la segunda cumbre de este año 2024, y son inevitables las sospechas y preocupaciones sobre la confirmación de una (¿solida?) relación militar entre los dos Estados nucleares, que conllevará, inevitablemente, a un incremento del flujo de armas y tecnología entre estas dos naciones.
Acuerdos alcanzados entre Putin y Kim Jong Un
Cooperación Militar y Tecnológica
Transferencia de tecnología. Rusia se comprometió a compartir tecnología militar avanzada con Corea del Norte, incluyendo tecnologías para misiles balísticos intercontinentales (ICBM), satélites militares y submarinos nucleares. Esta transferencia tiene el potencial de mejorar significativamente las capacidades militares de Corea del Norte. Y Suministro de armas: Corea del Norte continuará suministrando municiones y misiles a Rusia para apoyar su esfuerzo bélico en Ucrania. Hasta la fecha, se han enviado más de 7,000 contenedores de suministros militares a Moscú.
Desarrollo Económico y Comercial
Acuerdos comerciales. Ambos líderes discutieron y acordaron desarrollar nuevos sistemas comerciales y económicos que no estén controlados por regulaciones occidentales. Esto incluye el establecimiento de acuerdos comerciales bilaterales que permitan a ambos países eludir las sanciones internacionales. También se acordó cooperación en energía y alimentos, donde Rusia proporcionará suministros críticos de energía y alimentos a Corea del Norte, fortaleciendo aún más la relación económica entre ambos países.
Intercambio Cultural y Educativo
Iniciativas culturales, en las cuales se decidió aumentar la cooperación en áreas de educación, cultura y turismo, fomentando intercambios más estrechos entre los pueblos de ambos países.
Apoyo Mutuo en Política Internacional
Apoyo diplomático y político. Kim Jong Un reafirmó el apoyo incondicional de Corea del Norte a Rusia, particularmente en el contexto de las sanciones y presiones internacionales lideradas por Estados Unidos. Putin, por su parte, expresó su gratitud por el apoyo norcoreano a las acciones de Rusia en Ucrania. Y una revisión de acuerdos estratégicos, donde se discutió la modernización de documentos de cooperación firmados anteriormente para reflejar las nuevas realidades geopolíticas y fortalecer la estabilidad en el noreste de Asia.
Esta reciente cumbre entre Putin y Kim confirma un cambio potencialmente significativo en la dinámica geopolítica de Asia, con implicaciones de largo alcance que podrían reconfigurar las alianzas y tensiones internacionales en los próximos años. Así, del fortalecimiento del eje China-Rusia-Corea del Norte cabe esperar que la creciente cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte consolide un eje geopolítico que desafíe abiertamente a Estados Unidos y sus aliados en Asia; se ha podido oficializar el “bloque enemigo”. Por supuesto esta cumbre ha desatado un importante incremento de tensión en la península coreana, ya que la transferencia de tecnología militar avanzada a Corea del Norte podría desestabilizar aún más la región, aumentando la amenaza sobre Corea del Sur y Japón y de hecho ya se están produciendo las primeras reacciones desde Seúl.
Asimismo está claro que se producirá un aumento de la capacidad militar de Corea del Norte debido al acceso a tecnología avanzada, con lo que Corea del Norte obtiene un aliado con un arsenal nuclear, facilitando la continuación de sus propias ambiciones atómicas. Con el apoyo de Rusia, incluyendo tecnología para submarinos nucleares y satélites militares, Pyongyang puede aumentar su capacidad de amenaza en la región. Y también va a conllevar una respuesta de Estados Unidos y sus aliados en la región, puesto que, para contrarrestar esta alianza, Washington podría fortalecer su relación trilateral con Japón y Corea del Sur, mejorando la cooperación en defensa y realizando ejercicios militares conjuntos más robustos.
Por su parte, no todo es fiesta para Beijing y podría suponer un desafío para China, que aunque puede ver con buenos ojos la alianza para contrarrestar la influencia de Estados Unidos, también podría preocuparse por la creciente independencia de Corea del Norte y su cercanía a Rusia, lo que podría disminuir la influencia de Beijing en Pyongyang. Y por último puede variar el futuro de las actuales sanciones, debido a que la eficacia de las sanciones podría disminuir aún más si Rusia y Corea del Norte profundizan su cooperación, encontrando nuevas formas de eludir las restricciones económicas occidentales.
Ya son muchos los países involucrados (directa o indirectamente más de 40) en la guerra entre Rusia y Ucrania, y esta cumbre es prueba de ello también, pero sí que parece claro que esta cumbre ha supuesto para EE.UU. una verdadera amenaza ya que influye en Europa, Asia y el propio Estados Unidos. Desde aquel 2022 en el que Corea del Norte comenzara a vender armas al grupo Wagner, Pyonyang ha enviado más de 5 millones de proyectiles de munición a Moscú, además de un número indeterminado de misiles balísticos para su conflicto contra Kiev y la OTAN. Corea del Norte podría seguir suministrando municiones y otros recursos militares a Rusia, prolongando el conflicto en Ucrania y desafiando los esfuerzos occidentales para aislar y debilitar a Rusia mediante sanciones.
El pacto militar entre Rusia y Corea del Norte representa una alianza estratégica con implicaciones significativas para la seguridad global. Fortalece a ambos países frente a la presión occidental, aumenta la capacidad de amenaza de Corea del Norte y complica las estrategias de disuasión y diplomacia de Estados Unidos y sus aliados. Ya es oficial que se ha formado un bloque entre Rusia-China y Corea del Norte para hacer frente al bloque Occidental, y desde luego no sabemos exactamente qué consecuencias traerá, pero lo que está claro y ya ha ocurrido es que va a traer al tablero de juego a un jugador fuerte, Corea del Sur, que hasta ahora permanecía “dormido” y va a traer definitivamente a Japón, que ya estaba dando los primeros pasos para alinearse contra la expansión China y se hablaba incluso de su posible adhesión a AUKUS.