¿Qué va a hacer Israel tras repeler el ataque de Irán?

Si el ataque de Irán a Israel quedara sin respuesta podría servir para que la región entera se posicionara definitivamente contra Teherán y su juego destructivo en la zona.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Representación del conflicto entre Israel e Irán.
Representación del conflicto entre Israel e Irán.

Desde que el pasado 1 de abril, cuando Israel atacó el consulado de Irán en Damasco y mató a Mohammed Reza Zahedi, un oficial de alto rango de la Guardia Revolucionaria Islámica junto a seis iraníes, Teherán ha estado amenazando y clamando venganza contra los israelíes sin saber muy bien cómo si iba a consumar esa venganza, si es que se producía finalmente.

Las opciones eran muchas y variadas, pero imaginando que Irán no deseaba un conflicto a gran escala se pensó en un atentado en una embajada de Israel, o quizás un ataque con misiles a los altos del Golán.

Y este pasado fin de semana descubrimos la forma de venganza con el lanzamiento de más de 300 drones y misiles desde territorio iraní, Irak, Líbano y Yemen. Los militares de Israel afirman que casi todos fueron derribados, por unas impresionantes defensas aéreas israelitas que no permitieron a los drones entrar en su territorio, ayudados sin duda por los ejércitos de EE.UU., Reino Unido, Arabia Saudita y Jordania. Si se confirma la información, estaríamos hablando de un éxito militar sin precedentes, y aunque con ayuda extranjera, marca un punto de inflexión en la defensa de Israel.

Parece ser que, por su parte, los iraníes han quedado satisfechos con el “resultado” de su venganza porque cumplen así ante sus nacionales y también se aseguran que la respuesta de Israel no será demasiado contundente, o eso piensan. Es decir, Teherán quiere que este (infructuoso) ataque de drones se considere un empate técnico.

Desde luego, y con la poca información que todavía tenemos de los ataques con drones iraníes, podríamos decir que Israel se ha apuntado dos victorias muy importantes: a nivel operativo parando un ataque en masa con drones de un enemigo con importantes medios técnicos, y una victoria estratégica, puesto que el Estado de Israel queda impune ante sus asesinatos selectivos fuera del país y ha mostrado al mundo que hacer daños a sus nacionales ahora es mucho más difícil que antes del ataque terrorista de Hamás. Esto beneficia sin duda al defenestrado gobierno de Netanyahu, que como acabamos de decir muestra a un estado “sionista” más fuerte que nunca.

La cuestión es, ¿qué va a hacer Israel ahora?

El gobierno de Israel tiene una oportunidad irrepetible de no hacer nada, aunque esto no significa que vaya a ocurrir así. Una buena señal es que se ha reunido el gabinete de crisis en Tel-Aviv y ha decidido relajar las limitaciones que había impuestas por seguridad en el país en varios aspectos sociales, lo que podría indicar que no se espera, por ahora, una escalada de la guerra. Irán da por buena la “venganza” con sus 300 (inútiles) drones y ahora Netanyahu podría extender la mano a sus aliados árabes, permitiendo a los ciudadanos de Gaza volver a sus casas en ruina, y facilitando así las negociaciones para devolver a casa a los todavía muchos prisioneros israelitas en manos de Hamas. Esto no tiene que significar que Israel no elimine a Hamas para siempre, cosa que haría un favor a los países vecinos de paso.

Israel debe mirar al futuro, y a nivel estratégico, debe cuidar sus aliados en la región porque Irán, además de a Israel, ataca y perjudica a otros países como ya hace con Yemen, Líbano e Irak, a los que mantiene en una destrucción permanente. El ataque de los 300 drones de Irán a Israel, si queda sin respuesta, podría ser la excusa perfecta para que la región entera se posicionara definitivamente contra Teherán y su juego destructivo en la zona, aunando un frente común que sembrara así un futuro prometedor en la región.

Si Netanyahu consigue “ignorar” a la parte del gobierno más radical, la que le estará pidiendo ahora mismo represalias, la que le pide contestar al régimen ayatola de la misma manera y forma, se podrían sentar las bases de un frente común que podría conseguir parar, de alguna manera, la estrategia polarizadora y destructiva de la Republica Islámica en el futuro.

La capacidad de mantenerse en el poder de Netanyahu ha sido siempre sobresaliente, y parece ser que será este el factor determinante a la hora de responder al ataque iraní. Si el actual jefe de gobierno israelí mirara al futuro geoestratégico de su país no respondería al ataque, pero si una “venganza” fuera necesaria para quedarse en el poder cualquier cosa podría pasar.