En los doce días que se cumplen este lunes desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania, más de 1,7 millones de ucranianos ya han abandonado su país para escapar de la guerra. Entre todos ellos, se encuentra un niño refugiado de once años de edad que ha cruzado él solo la frontera con Eslovaquia.
Su punto de partida fue Zaporozhzhia, al sureste del país y donde se encuentra la planta nuclear atacada por Rusia el pasado viernes. Allí se despidió de su madre, que asustada por la guerra decidió embarcar a su hijo en un viaje en solitario de unos 1.000 kilómetros a bordo de un tren con destino a Eslovaquia, donde se encontraría con familiares según informa AP, que apunta que ella no podía acompañarle porque tenía que quedarse para cuidar a su propia madre discapacitada.
El Ministerio del Interior de Eslovaquia ha elogiado al niño calificándole como "un héroe" en un comunicado publicado en Facebook, donde afirma que se ganó el cariño de las autoridades eslovacas "con su sonrisa, valentía y determinación, dignos de un verdadero héroe".
Según explica, el niño llevaba una mochila, una bolsa de plástico, su pasaporte y un mensaje en una nota doblada, y tenía un número de teléfono escrito en la mano.
"Vino solo porque sus padres tenían que quedarse en Ucrania. Los voluntarios lo cuidaron, lo llevaron a un lugar cálido y le dieron comida y bebida", señala.
El comunicado también indica que gracias al número de teléfono que tenía escrito en la mano y a la nota que llevaba consigo, el personal de la frontera pudo ponerse en contacto con los familiares del niño en Eslovaquia, quienes posteriormente fueron a recogerlo.
What your 11-years old kids do?
— Kateryna_Kruk (@Kateryna_Kruk) March 6, 2022
This 11y.o. boy travelled alone more than thousand kilometers from Zaporizhzhya to Slovakia. His parents couldn’t flee so he left alone, with only a bag-pack and contact phone number on his hand pic.twitter.com/NOo0NVp8Vi
Según AP, la policía eslovaca ha proporcionado un vídeo en el que la madre de este jovencísimo refugiado agradece a las autoridades de Eslovaquia haber cuidado a su hijo.
"En tu pequeño país, hay gente de gran corazón. Por favor, salven a nuestros niños ucranianos", decía la madre, identificada como Yulia Volodymyrivna Pisecka.