Este pasado sábado, 12 de marzo, el Ministerio de Defensa de Ucrania comenzó a utilizar la tecnología de reconocimiento facial de la startup estadounidense Clearview AI, según adelantó la agencia Reuters al día siguiente aportando declaraciones del fundador y CEO, Hoan Ton-That, que así lo confirman.
De acuerdo a su información, el propio Ton-That fue quien inició el acercamiento con las autoridades ucranianas después de que Rusia empezara la invasión sobre el país. Lo hizo a través de una carta, en la que ponía a su disposición los servicios de Clearview AI de forma gratuita para "descubrir a los agresores rusos, combatir la desinformación e identificar a los muertos".
Ucrania ha aceptado su proposición y está recibiendo acceso gratuito al sistema de reconocimiento facial de Clearview AI. Según Lee Wolosky, asesor de Clearview y antiguo diplomático de los presidentes estadounidenses Barack Obama y Joe Biden, esta herramienta permite a las autoridades poder investigar a "personas de interés en los puntos de control", entre otros usos.
Por su parte, el CEO de Clearview IA ha afirmado que su startup tiene acceso a más de 2.000 millones de imágenes de VKontakte, la red social más utilizada por los rusos, al contar con una base de datos que alberga más de 10.000 millones de fotografías. Como veremos después, esta enorme base de datos es parte de la polémica a la que se ha enfrentado Clearview en los últimos años. No obstante, según escribió Ton-That en su carta, puede ayudar a Ucrania a identificar a los muertos más fácilmente que comparando las huellas dactilares, y funciona incluso si la persona presenta heridas o alguna deformación en el rostro. Además, afirmaba que la tecnología de Clearview también podía utilizarse para "reunir a refugiados separados de sus familias, identificar a agentes rusos y ayudar al gobierno a desacreditar publicaciones falsas en las redes sociales relacionadas con la guerra".
Por el momento, no está claro el propósito exacto por el cual el Ministerio de Defensa de Ucrania ha adoptado el motor de búsqueda de rostros de Clearview AI, ha manifestado Ton-That. Desde Clearview también han asegurado que no han ofrecido sus servicios a Rusia y, tanto Ton-That como Wolosky, han apuntado que otras partes del gobierno de Ucrania tienen previsto seguir los pasos de su Ministerio de Defensa e implementar tecnologías Clearview en un futuro próximo.
La polémica a la que se enfrenta Clearview AI, la red facial más grande del mundo
Fundada en 2017 y con sede en Nueva York, Clearview AI se presenta en su página web como la "red facial más grande del mundo" y presume de contar con "la base de datos más grande que se conoce, de más de 10 mil millones de imágenes faciales obtenidas de fuentes web solo públicas, incluidos medios de comunicación, sitios web de fotografías policiales, redes sociales públicas y otras fuentes abiertas".
La compañía defiende su derecho a recopilar imágenes públicas de internet y sostiene que utiliza un sistema similar al del buscador de Google, pero plataformas como Facebook, Twitter o Youtube le han exigido que deje de tomar datos de sus usuarios.
Clearview AI, que vende principalmente a las fuerzas del orden de Estados Unidos, también lleva tiempo enfrentándose al escrutinio en varios países. Canadá comenzó a investigar a la firma en febrero de 2021, lo que derivó en que dejara de ofrecer sus sistemas de reconocimiento facial a principios del pasado mes de julio. Ese mismo mes, los reguladores de datos de Reino Unido y Australia anunciaron que también habían comenzado una investigación conjunta contra Clearview, que se llevó otro varapalo al ser denunciada ante la agencia de protección de datos francesa, el CNIL.
CNIL respondió a la demanda en diciembre de 2021, cuando ordenó a Clearview AI que eliminara los datos personales de sus ciudadanos en un plazo de dos meses, y que detuviera el "procesamiento ilegal" de los datos. Según CNIL, la empresa había cometido dos infracciones del Reglamento General de Protección de Datos (RGDP): recopilar y utilizar datos biométricos "realizados sin una base legal", y cometer una "falta de consideración satisfactoria y efectiva al solicitar acceso a los datos de las personas".
Hoan Ton-That respondió a estas acusaciones argumentando que su empresa no está sujeta al RGPD."Clearview AI no tiene un lugar de negocios en Francia o la UE, no tiene clientes en Francia o la UE, y no realiza ninguna actividad que de otra manera significaría que está sujeta al GDPR", afirmó en un comunicado.
Paralelamente, Clearview AI se enfrenta a otras voces críticas como el que cita Reuters, Albert Fox Cahn, director ejecutivo del Proyecto de Supervisión de Tecnología de Vigilancia en Nueva York. Fox considera que el reconocimiento facial en la guerra podría crear identificaciones erróneas y fomentar detenciones injustas, incluso muertes. Para STOP, organización en contra el reconocimiento facial, la utilización de esta tecnología para identificar fallecidos es una de las implementaciones menos peligrosas, pero el riesgo es que "una vez que introduces estos sistemas y las bases de datos asociadas a una zona de guerra, no tienes control sobre cómo se usará o si se usará mal".
El CEO y fundador de Clearview también ha respondido a estos comentarios negativos sobre su compañía en declaraciones recogidas por Reuters y en las que pide que no se use su tecnología como única fuente de identificación ni para violar las Convenciones de Ginebra, que crearon estándares legales para el trato humanitario durante la guerra.