Hace casi un año, en Escudo Digital (en diciembre de 2022) adelantábamos que se produciría un incremento de tensión entre Venezuela y Guyana por varias razones.
La primera de ellas, a consecuencia de la presión rusa a Caracas para distraer esfuerzos de Ucrania. Una respuesta lógica al tío Sam desde Moscú: “tú me abres conflicto en mi Near Abroad (extranjero cercano), yo te lo abro en tu America's Backyard (patio trasero)”, y lo hacen con doble repercusión, porque Guyana pertenece a la Commonwealth desde su independencia el 26 de mayo de 1966, lo que implica a Reino Unido.
La segunda, porque Venezuela incluye Guyana dentro de sus dominios desde la primera constitución de 1811 hasta la actualidad (Art. 10 de la actual Constitución de 1999):
Artículo 10. El territorio y demás espacios geográficos de la República son los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad (este último párrafo se refiere expresamente al Laudo arbitral de París–1899, que la misma ONU da la razón a Venezuela).
Hasta tal punto tiene Venezuela en su mentalidad patria este territorio en disputa que hace 15 años se incorporó la estrella de la Guayana Esequiba en la Bandera Nacional de Venezuela, pasando de siete a ocho estrellas.
La tercera razón, porque estamos en un momento de fuertes tensiones internas: La decisión de anular las primarias en las que se eligió a una candidata unitaria para enfrentar al presidente Nicolás Maduro plantea dudas sobre su compromiso con un proceso libre, y vuelve a poner a su Gobierno bajo presión.
Y cuarta, porque la producción de petróleo en Guyana está previsto que alcance un promedio de 1,2 millones de barriles por día para fines de 2027, con reservas estimadas en 15.000 millones barriles (Venezuela estima sus reservas en 300.000 millones, pero recientemente Rystad Energy indica que las reservas probadas de petróleo alcanzan tan solo a 27.000 millones) Por supuesto, no tiene nada que ver en el creciente interés de Caracas.
¿En qué momento estamos? Por el lado venezolano, en el de la convocatoria de un referéndum, declaraciones, movimientos de tropas y la construcción de una pista para aviones militares cerca de la frontera.
En un intento del chavismo de buscar popularidad en medio del masivo rechazo popular contra Maduro se decidió convocar un referéndum para el 3 de diciembre. Una de las preguntas de la consulta contempla la creación de un estado en la Guyana Esequiba, que sería anexionado por Caracas
Por el lado de Guyana se han hecho público nuevos hallazgos de petróleo, así como la concesión de nuevas licencias de extracción a varias compañías internacionales, buscando aliados.
En agosto de 1990, la inteligencia americana sabía con días de antelación que Irak invadiría Kuwait al tener intervenidas las comunicaciones de las fuerzas acorazadas de Irak, como luego se demostró en la operación Tormenta del Desierto.
En este caso, muchos analistas norteamericanos consideran que el Pentágono está esperando un error de ese tipo por parte de Maduro. Y esperan que, tras los primeros reveses, el propio ejército venezolano acabe con el gobierno chavista.