En su primera legislatura (2017-2021) se inmiscuyó en menos conflictos porque sus guerras fueron económicas, comerciales y tecnológicas, especialmente con China.
Más allá de los clásicos detectores, las empresas de seguridad y alarmas ofrecen un sinfín de productos y servicios tanto para dentro como fuera del hogar. Estos son aquellos con los que los clientes se declaran más satisfechos.
La ciberseguridad no es una tecnología aislada del resto (cloud, big data, IoT, etc) sino un conjunto relacionado de sistemas que aúnan, sí, tecnología y, también, personas y procesos que son la columna vertebral de la Cuarta Revolución Industrial.
El incentivo de las empresas para invertir en ciberseguridad no necesita de generación de demanda porque ni los más protegidos han salido bien parados en 2021.
Este crecimiento es destacable en el caso de las microempresas, donde la subida es de 15 puntos porcentuales en el último año, alcanzando al 68,8% de las compañías.