Máquinas y humanos, una sinergia de futuro

Ethan Mollick trata en 'Cointeligencia, vivir y trabajar con la IA' sobre las capacidades que ofrece el trabajo conjunto de la inteligencia humana y la inteligencia artificial.

Antonio Herrera.

Analista geopolítico especializado en el este de Europa. Ha ocupado puestos en la OTAN, OSCE y Unión Europea.

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Ethan Mollick aborda en 'Cointeligencia, vivir y trabajar con la IA' las sinergias de futuro entre hombres y máquinas.
Ethan Mollick aborda en 'Cointeligencia, vivir y trabajar con la IA' las sinergias de futuro entre hombres y máquinas.

El libro Cointeligencia, vivir y trabajar con la IA, escrito por Ethan Mollick, se adentra en un concepto relativamente nuevo y fascinante que combina la inteligencia colectiva y la inteligencia artificial (IA) para resolver problemas complejos de una forma más eficiente que el trabajo aislado. A lo largo de sus páginas, Mollick nos invita a explorar un mundo donde el conocimiento compartido, la colaboración humana y las capacidades de la IA se unen en lo que él denomina cointeligencia.

Pero ¿qué se entiende por el término cointeligencia? El autor define el concepto como la sinergia entre la inteligencia humana colectiva y la inteligencia artificial. Según Mollick, la cointeligencia surge cuando los humanos y las máquinas trabajan juntos, combinando lo mejor de ambos mundos: la capacidad creativa, la intuición y la empatía humanas, junto con la velocidad, precisión y capacidad de análisis masivo que proporciona la inteligencia artificial.

De entrada, lo que más me llamó la atención es cómo el autor plantea que, en la era de la información, las respuestas no provienen exclusivamente de los expertos, sino de las masas conectadas que, colectivamente, pueden superar cualquier obstáculo. Si bien la inteligencia artificial es una herramienta poderosa, Mollick resalta que su mayor potencial se alcanza cuando se combina con la experiencia y la creatividad humanas. Esta premisa, aunque algo optimista, resulta convincente, ya que presenta una visión innovadora sobre el futuro de la colaboración y el conocimiento en un mundo hiperconectado.

En lo personal, encontré especialmente interesante la forma en que el autor aborda las implicaciones de la cointeligencia en el ámbito laboral. Mollick plantea que no estamos ante una era donde los humanos serán reemplazados por máquinas, sino en un momento de transición en el que nuestras habilidades complementarán las de las IA. Este planteamiento es refrescante frente a la narrativa tradicional que insiste en que la inteligencia artificial acabará con miles de empleos. Mollick, por el contrario, ve un potencial para la creación de nuevas oportunidades, siempre y cuando las personas estén dispuestas a adaptarse y a colaborar con la tecnología.

Uno de los mayores atractivos del libro es su enfoque pragmático y accesible. Mollick, quien además de escritor es profesor en la Escuela de Negocios de la prestigiosa Universidad de Wharton, tiene un estilo claro y ameno que logra captar el interés del lector sin recurrir a tecnicismos abrumadores. A menudo, cuando se habla de inteligencia artificial, el contenido tiende a volverse demasiado técnico o difícil de digerir, pero aquí no es el caso. El autor tiene la habilidad de traducir conceptos complejos en ideas accesibles, lo que facilita el entendimiento, incluso para aquellos que no están familiarizados con temas tecnológicos.

Por ejemplo, Mollick explica cómo plataformas como Wikipedia, Kaggle o Foldit son ejemplos perfectos de cointeligencia en acción. En ellas, grandes grupos de personas contribuyen con su conocimiento y habilidades para generar un producto final que supera lo que cualquier individuo podría haber logrado por sí solo. Estas plataformas no solo demuestran el poder de la inteligencia colectiva, sino que también representan lo que él llama cointeligencia de la vida real”. Este enfoque pragmático en ejemplos reales facilita que los lectores se identifiquen con las ideas que se presentan y visualicen cómo pueden aplicarse en situaciones cotidianas.

Sin embargo, no todo es un camino pavimentado hacia el éxito. A medida que avanza la lectura, Mollick introduce una serie de desafíos asociados con la inteligencia colectiva. Uno de los puntos más críticos es el riesgo de desinformación. En un entorno donde cualquiera puede contribuir con información, se presenta el peligro de que datos erróneos o sesgados se propaguen rápidamente. Esto plantea una pregunta fundamental: ¿cómo podemos asegurarnos de que nuestras colaboraciones sean efectivas y basadas en información confiable? Mollick no ofrece respuestas fáciles, pero sí invita al lector a reflexionar sobre la responsabilidad que conlleva participar en plataformas colaborativas.

Si bien el tono optimista del libro es alentador, también puede parecer excesivamente ingenuo en algunos momentos. Mollick pinta un futuro de cooperación y avances tecnológicos que, aunque es atractivo, parece dejar de lado algunas realidades complejas del mundo en el que vivimos. Por ejemplo, los problemas de desigualdad en el acceso a la tecnología y a la educación no se discuten en profundidad. La cointeligencia puede ser una herramienta poderosa para quienes ya están inmersos en el mundo digital, pero ¿qué pasa con las personas o comunidades que aún están desconectadas?

En general, Cointeligencia es un libro que consigue lo que se propone: introducirnos en el apasionante mundo de la colaboración entre humanos y máquinas, y mostrarnos cómo este fenómeno puede transformar diversos aspectos de nuestra vida cotidiana y profesional. La habilidad de Mollick para explicar conceptos complejos de manera clara y con ejemplos prácticos es, a mi parecer, uno de los grandes aciertos del libro, lo que lo convierte en una lectura accesible y agradable para una amplia variedad de lectores.

El mayor aporte del libro es el optimismo que transmite respecto al futuro de la inteligencia colectiva y su fusión con la inteligencia artificial. En un momento en que muchos ven a la IA como una amenaza, Mollick nos ofrece una visión más colaborativa y esperanzadora. Nos recuerda que, aunque la tecnología puede cambiar el mundo, sigue siendo el ingenio humano el que dirige ese cambio. A través de la cointeligencia, podemos combinar lo mejor de ambos universos: la capacidad de procesamiento de la IA y la creatividad y empatía humana.

No obstante, la obra no está exenta de limitaciones. La falta de una discusión más profunda sobre los problemas éticos y sociales que conlleva este tipo de inteligencia, así como un análisis más detallado de los desafíos prácticos de la cointeligencia, dejan al lector con preguntas sin resolver. A pesar de ello, es un libro que logra capturar la imaginación y abrir una puerta a debates importantes sobre el futuro de la colaboración humana y tecnológica.

En definitiva, Cointeligencia es una lectura recomendada para quienes buscan una introducción estimulante y accesible al mundo de la inteligencia colectiva y la inteligencia artificial, aunque aquellos que busquen un análisis más crítico o detallado podrían sentirse algo insatisfechos.