"Nuestra relación es como cualquier otra, excepto por un libro de familia que dice que somos hermanos de sangre". Así explica Daniel Parra la relación sentimental que mantiene con Ana, su hermana de padre y la madre de los dos hijos que tienen en común, de cinco y tres años.
Esta pareja tan particular, originaria de Granollers (Barcelona), hizo público su amor en 2016 apareciendo en el programa de televisión 'Cámbiame'. Su caso levantó mucha polémica e incluso le costó una denuncia a Mediaset España por promover el incesto, aunque finalmente fue archivada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) al considerar que "en ningún momento se produce una defensa o una normalización del incesto, como se indica en las reclamaciones recibidas".
La entrega de @cambiame con Ana y Daniel no realizó 'apología al incesto', según la CNMC https://t.co/qQHw5sYcoh pic.twitter.com/liS7mSdmCZ
— FormulaTV (@FormulaTV) June 7, 2016
Ana y Daniel siguen juntos desde entonces y ahora han vuelto a la actualidad al conceder una entrevista a El Español que ya ha llegado a televisión de la mano precisamente de Mediaset y su programa "Ya es mediodía".
En la entrevista, la pareja relata su historia desde que se conocieron, teniendo Ana 20 años y Daniel 17, hasta el día de hoy. Cuentan que ella fue la que movió los hilos para que se conocieran estableciendo contacto con él a través de Facebook. Por aquellas fechas, vivían muy cerca el uno del otro, en Santa Elulalia de Ronsana, un pueblo a las afueras de Granollers, aunque no se habían visto nunca. Ambos sabían perfectamente que eran hermanos, pero eso no impidió que poco a poco se fueran enamorando y que, aunque al principio trataran de poner frenos a su amor por "una barrera mental, impuesta por la sociedad", terminaran rompiendo esa barrera y decidieran proclamar su relación a los cuatro vientos acudiendo a "Cámbiame".
"No nos apetecía ir uno por uno contando a la gente nuestra historia, así que por eso decidimos contarla de esta manera", dice Ana.
Antes de ser padres se informaron de los posibles riesgos genéticos de sus hijos
Tras varios años de relación, Ana y Daniel se plantearon ser padres pero antes quisieron informarse de los posibles riesgos genéticos para sus futuros hijos, dado el vínculo consanguíneo de ambos. "El ginecólogo nos dijo que, en nuestro caso, el riesgo de que nacieran con algún tipo de enfermedad recesiva es de un 4% mayor que una pareja que no comparte genes", recuerda Ana en su charla con El Español.
"Primero, debe coincidir tu enfermedad recesiva, en el caso de que la tengas, con la de la otra persona, y luego el hijo tendría que portar los dos genes de esa enfermedad", explica, y añade: "La jefa de genética del hospital Vall d'Hebron de Barcelona nos hizo un estudio genético y ni Dani ni yo compartimos enfermedades recesivas, con lo cual el riesgo de quedarme embarazada de él es menor para el bebé que si lo hiciera con otra persona".
Aún así, han tenido que soportar comentarios ofensivos sobre la salud de sus dos hijos, a quienes muestran sin tapujos en las redes sociales porque, como justifica Ana, "todavía nos dicen que seguro que tienen algún síndrome, cuando ellos están perfectamente sanos y son preciosos".
Quieren casarse, pero el Código Civil se lo prohíbe
Ana y Daniel no tuvieron ningún problema para registrar a sus hijos en el registro civil, donde constan como sus progenitores gracias dos hermanos de Galicia que, como señala Ana, "marcaron un precedente". Se trata de Daniel y Rosa Moya Peña, quienes en 2012 consiguieron, tras 35 años juntos, ser reconocidos como progenitores legales de sus dos hijos, Cristina e Iván, de entonces 26 y 19 años respectivamente.
La pareja de Granollers lleva nueve años de relación y les gustaría formalizarla contrayendo matrimonio. Sin embargo, aquí sí que se han encontrado con un problema mayúsculo: el Código Civil de España, que prohíbe el matrimonio entre parientes directos, pese a que el incesto no es considerado delito desde el 1978. Para poder casarse, Ana tendría que rechazar y renunciar a su padre, y que alguien la adoptara, "pero al ser mayor de edad es muy complicado", apunta Dani en la citada entrevista.
"Las sociedades deben avanzar y no anclarse en tradicionalismos. A los homosexuales tampoco les dejaban casarse y ahora sí pueden. Nosotros nos amamos y eso es lo que debería prevalecer. No hacemos daño a nadie. Por eso queremos que la gente conozca nuestra historia de verdad", remata Ana.