Un pasajero de un vuelo internacional de Lutfthansa ha fallecido a bordo después de que "litros de sangre" brotaran de su nariz y boca, según han relatado otros viajeros que han descrito la escena como un "horror absoluto", informa el diario suizo-alemán Blick.
El trágico suceso tuvo lugar el pasado jueves en el vuelo LH773, que despegó de Bangkok alrededor de las 00:07 (hora local) y que se dirigía a Múnich. El hombre, un ciudadano alemán de 63 años cuya identidad no ha sido revelada, ya se encontraba indispuesto cuando subió al avión, según han indicado al citado medio dos testigos, Martin y Karin Missfelder, que viajaban justo detrás de él y notaron que "respiraba demasiado rápido" y tenía "sudores fríos". El fallecido viajaba con su mujer, quien ha asegurado que la condición de su marido se debía a que habían tenido que correr muy rápido para no perder el avión.
De acuerdo con el testimonio de los dos testigos, el hombre empeoró rápidamente poco después del despegue y una azafata se dio cuenta y alertó al resto de la tripulación. "Después (el comandante) llamó a un médico por el altavoz, y un joven polaco de unos 30 años, que hablaba mal inglés, examinó al alemán".
"Luego le dieron un poco de manzanilla, pero ya escupió sangre en la bolsa que le tendió su mujer", dice el testigo, que continúa contando que momentos después la sangre brotó de la nariz y de la boca del hombre y éste perdió "litros de sangre", parte de la cual salpicó las paredes del avión.
"Fue un horror absoluto. Todo el mundo gritaba", señalan.
Siguiendo su información, los asistentes del vuelo intentaron reanimar al hombre durante aproximadamente media hora, pero desgraciadamente no lo consiguieron y fue declarado muerto.
El avión regresó entonces a la capital de Tailandia, solo una hora y media después de que hubiera emprendido el rumbo a Múnich en un viaje que dura en torno a 11 horas y media.
Según los testigos, cuando el avión aterrizó de vuelta en Bangkok se desató un "caos", aunque lo peor fue ver a la mujer del fallecido pasar sola por la aduana mientras "hacía frente a todos los trámites".
Lufthansa se ha pronunciado sobre el desgraciado suceso en un comunicado remitido a diversos medios: "Aunque la tripulación y un médico a bordo tomaron inmediatas y exhaustivas medidas de primeros auxilios, el pasajero murió durante el vuelo. Nuestros pensamientos están con los familiares del pasajero fallecido. También lamentamos las molestias causadas a los pasajeros de este vuelo".
La aerolínea también subrayó que no puede proporcionar más detalles sobre el incidente por cuestiones de privacidad y que todos los pasajeros afectados habían sido reubicados en vuelos alternativos hacia Múnich.