Hay monedas que a simple vista pueden parecer normales, pero que en realidad tienen un valor que no es el que nos imaginamos. Si hace un tiempo la Guardia Civil instó a tener cuidado con dos divisas extranjeras –una libra de Egipto y una lira de Turquía– que tienen una apariencia muy similar a la moneda de dos euros pero un valor muchísimo menor, ahora ha salido a la luz un caso en el que ocurre justamente lo contrario. Se trata de una moneda de un céntimo de euro que puede llegar a valer 50.000 euros.
Según explica el Periódico de España, esta singular moneda fue acuñada en el año 2002 en Alemania y pertenece a una edición que también se aplicó en monedas de 2 y 5 céntimos y que fue diseñada por el arquitecto y diseñador germano Rolf Lederbogen. Pero lo que la hace tan especial son las particularidades que tiene. Por un lado, el roble que tiene grabado en su reverso rodeado de las estrellas europeas. Y por otro, que fue creada con un acero diferente al del resto de monedas de céntimos de euro, por lo que su color también es distinto al de las demás.
www.ecb.europa.eu)
Como indica el citado medio, esta moneda se ha convertido en una de las más buscadas por los coleccionistas, que están dispuestos a pagar unos 50.000 euros por ellas en algunas webs especializadas en subastas online y en coleccionismo de monedas. Y es que ya se sabía que el mundo de la numismática puede mover mucho dinero y tampoco es la primera vez que una moneda dispara su valor. Ya ocurrió, por ejemplo, el pasado mes de noviembre, cuando se conoció que había tres monedas de 2 euros que podían valer entre 1.000 y 2.700 euros.
