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Muere una bebé atada a un puf durante 97 minutos, boca abajo y tapada con una manta

La pequeña, de 9 meses, murió por asfixia en la guardería. La subdirectora del centro ha sido declarada culpable de homicidio involuntario.

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Genevieve Meehan, la bebé de 9 meses que murió por asfixia en su guardería (Foto X – Greater Manchester Police, @gmpolice)
Genevieve Meehan, la bebé de 9 meses que murió por asfixia en su guardería (Foto X – Greater Manchester Police, @gmpolice)

El Tribunal de la Corona de Mánchester está acogiendo un juicio por un caso que no solamente está siendo ampliamente seguido en el Reino Unido, sino que también está acaparando atención más allá de sus fronteras.

La persona acusada es Kate Roughley, de 37 años, quien este mismo lunes ha sido declarada culpable de homicidio involuntario por malos tratos que causaron la muerte de una bebé de solo nueve meses. Se llamaba Genevieve Meehan y falleció el 9 de mayo de 2022 en la guardería Tiny Toes de Cheadle Hulme, centro en el que Roughley trabajaba como niñera, además de como subdirectora.

Genivieve murió por asfixia debido a una combinación de "estrés fisiopatológico" después de que Roughley la atara a un puf boca abajo y cubierta con una manta. Así lo han asegurado los fiscales, que además sostienen que Roughley ignoró los gritos y llantos de angustia de Genevieve y solo mostró un interés "esporádico" y "fugaz" en su bienestar durante más de una hora y media, 97 minutos exactamente.

La fiscalía también ha defendido que el comportamiento de Roughley, quien tenía 17 años de experiencia en guarderías, estuvo impulsado por una "hostilidad ilógica e inquietante" hacia la pequeña, que fue revelada en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la guardería los días 5 y 6 de mayo de 2022. Durante el juicio se han proyectado imágenes capturadas el mismo día de la muerte de Genevieve, que muestran que estuvo "prácticamente inmovilizada" desde las 13.15 hasta las 15.12, momento en el que Roughley la encontró inconsciente y con un tono azul, síntoma de la falta de oxígeno. Rápidamente, fue trasladada al hospital, pero desgraciadamente los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida y a las 16.09h declararon su fallecimiento.

Roughley ha negado el homicidio involuntario, así como otro cargo de crueldad infantil, y ha alegado que era habitual poner a los bebés en el puf, atados con cuerdas para que no se cayeran, y que ella no apretó las que le puso a Genevieve y la colocó de lado. También ha negado haber "oprimido" a la bebé y ha calificado su muerte como un "accidente terrible e inevitable". No obstante, el jurado, compuesto por seis hombres y seis mujeres, la ha declarado unánimemente culpable de homicidio involuntario y este miércoles será sentenciada.