La Guardia Civil de la localidad castellonense de l'Alcora ha detenido a un varón de 42 años como presunto autor de un delito de estafa tras supuestamente sustraer de la cuenta bancaria de una mujer -madre de una amiga- 54.000 euros, según ha informado el instituto armado en un comunicado transmitido a los medios de comunicación.
La investigación comenzó el pasado mes de noviembre después de que se presentara una denuncia que interpuso la víctima. Esta quiso poner en conocimiento de la Guardia Civil que le habían sustraído una tarjeta bancaria, y consecuentemente, la totalidad del dinero que había ahorrado y tenía guardado en la cuenta, nada más y nada menos que 54.000 euros.
Los agentes de la Benemérita iniciaron una investigación para averiguar la autoría de los hechos y comprobaron que, además de los ahorros, el presunto autor le habría generado una deuda a la mujer que ascendía a 2.800 euros.
Tras diversas pesquisas los guardias civiles pudieron identificar al presunto autor de los hechos, un amigo de la hija de la denunciante, que, tras valerse de la amistad y la confianza, había sustraído del domicilio la tarjeta de crédito junto con un papel que contenía la clave e hizo uso de ella en actividades lúdicas, gastando su totalidad en un salón de juegos.
Finalmente, los guardias civiles localizaron y detuvieron en La Vall d'Uixó a un varón de 42 años por su presunta autoría en la comisión de un delito de estafa.
Los pines de la tarjeta de seguridad, siempre a buen recaudo y lo más imaginativos posibles
La mujer incumplió una de las primeras normas que se han de tener en cuenta en ciberseguridad y es no apuntar en un papel junto a la tarjeta de crédito el pin de la misma. El PIN de seguridad es la clave de cuatro dígitos que solo el titular de la tarjeta debe conocer y que solicita el datáfono cada vez que se hace uso de la tarjeta de crédito. Los expertos recomiendan signar un pin que no sea de números correlativos o en los que se repita varias veces el mismo número.
Diversos estudios han demostrado la falta de imaginación de la ciudadanía en general a la hora de elegir un pin. Un estudio difundido por el blog del BBVA manifestaba que en torno al 11% de los 3.4 millones de números de pin analizados para dicho estudio correspondían a la serie 1234, seguidos de 1111 (6%) y 0000 (2%). Pero aún más preocupante es que el 26% de todas las contraseñas se podían adivinar, tratándose solo de 20 combinaciones de números de cuatro dígitos.