Un estudio realizado por científicos de la Universidad Indiana, la Universidad Purdue, Indianapolis, en asociación con Beta Hatch Inc., ha descubierto que el gusano de la harina amarillo es un recurso muy prometedor como alternativa de la proteína animal.
La investigación está basada en un nuevo análisis del genoma de la especie de gusano de la harina Tenebrio molitor y ha sido publicada en el Journal of Insects as Food and Feed el pasado lunes.
Su principal conclusión es que el gusano de la harina amarillo, históricamente una plaga, puede aportar importantes beneficios en un amplio rango de aplicaciones agrícolas.
Por un lado, se pueden usar como una fuente de proteínas para animales, incluidos los peces, y por otro tienen la ventaja de que sus desechos también son ideales como fertilizante orgánico.
En este estudio, los científicos secuenciaron el genoma del gusano de la harina amarillo usando tecnología de lectura enlazada de cromo 10X, que integra lo mejor de dos métodos de secuenciación para producir una secuencia de genoma fiable.
Los resultados ayudarán a quienes ahora deseen utilizar el ADN y optimizar el gusano de la harina amarillo para la producción y el consumo en masa.
"Los genomas de insectos son un desafío y cuanto más larga sea la secuencia de ADN que se pueda generar, mejor se podrá ensamblar el genoma", ha declarado la persona que ha liderado esta investigación, Christine Picard.
Los usos que pueden tener los gusanos de la harina amarillo
Picard, profesora asociada de biología y directora del programa de Ciencias Forenses y de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Indiana, también ha señalado que el gusano de la harina tiene, y tendrá, una amplia variedad de usos.
"Los gusanos de la harina, al ser insectos, son parte de la dieta natural de muchos organismos. A los peces les gustan los gusanos de la harina, por ejemplo. También podrían ser realmente útiles en la industria de alimentos para mascotas como una fuente alternativa de proteínas. A los pollos les gustan los insectos, y tal vez algún día los humanos también lo hagan, porque es una fuente alternativa de proteínas", ha dicho.
Asimismo, Picard ha destacado que los investigadores planean analizar qué rige algunos de los procesos biológicos de los gusanos de la harina amarillos para aprovechar la información útil para la comercialización de estos insectos.
Por otro lado, Picard, cuyo laboratorio se centra en el uso de insectos para abordar la demanda mundial de alimentos, ha hecho esta advertencia:
"Las poblaciones humanas continúan aumentando y el estrés en la producción de proteínas aumenta a un ritmo insostenible, sin siquiera considerar el cambio climático".
El proyecto Larvae, ganador del programa Explorer
Precisamente fue la creación de una granja dedicada a la producción de especies de insectos y abono orgánico el proyecto que el pasado mes de junio ganó la IX edición del Programa Explorer del Banco Santander.
Sus fundadores, dos jóvenes licenciados en Ciencias Ambientales, Irene Pacho y Álvaro Benito, iniciaron la producción del gusano de la harina para su empleo tanto en vivo como en diferentes elaboraciones y subproductos destinados a la agricultura, y también a la alimentación animal y humana, ante la creciente e insostenible demanda mundial de proteína.
El llamado proyecto Larvae está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS de las Naciones Unidas, con la FAO y con la estrategia española de economía circular, donde se refleja la necesidad de reducir la dependencia del mercado exterior en la alimentación animal.