Son muchas las estafas que se llevan a cabo aprovechándose de la buena voluntad de las personas y en las últimas horas ha salido a la luz un caso que tiene como víctima al capellán de un hospital.
Según informa el diario balear Última Hora, los hechos ocurrieron en el hospital Son Espases de Palma de Mallorca entre agosto de 2020 y febrero de 2021, periodo en el que un paciente de unos 40 años y nacionalidad española engañó al sacerdote de dicho hospital fingiendo "pasar necesidad" y padecer un sinfín de enfermedades. Así, consiguió que el religioso le fuera entregando determinadas cantidades de dinero, "siempre en concepto de préstamo y pensando en que le devolvería las cuantías", tal y como recoge el escrito de acusación del Ministerio Público al que ha tenido acceso el citado medio.
"Todo empezó el 6 de agosto de hace ahora dos años con 250 euros. Cuatro días después recibió 350 y a finales de ese mes 100. No pasó ningún mes sin recibir alguna cantidad económica del denunciante. El 5 de febrero del año pasado fue la última vez que el religioso le dio dinero: 170 euros. La cuantía total ascendía a 15.574'15", explica el diario.
El juicio está programado para julio, tras aplazarse dos veces, y la Fiscalía solicita una condena de tres años de cárcel
Siguiendo la información de Última Hora, el capellán denunció los hechos ante la Guardia Civil del puesto de Calvià al ver que pasaba el tiempo y el hombre no le devolvía el dinero. A partir de esa demanda, se inició una investigación que concluyó con la detención de acusado, que fue puesto a disposición judicial y, asistido por un abogado de oficio, se acogió a su derecho de no declarar.
Fue puesto en libertad, pero está pendiente de un juicio que está programado para mediados del próximo mes de julio y que ya se ha aplazado en dos ocasiones, la última la semana pasada después de que el acusado alegara estar hospitalizado pendiente de una operación de hernia. La primera vista oral también fue suspendida por petición del procesado y en ambos casos su abogado avisó que no podía asistir con solo un día de antelación.
Previsiblemente, en julio se sentará en el banquillo de los acusados y la Fiscalía solicita para él tres años de cárcel por un delito de estafa continuada, y que devuelva al sacerdote la cuantía total de la cantidad estafada.