La pandemia de la Covid-19 ha disparado el comercio electrónico y ha originado un nuevo consumidor que incluye a los compradores de relojes. Así se desprende del Research Study Counterfeit Watches Online 2021, elaborado por Smart Protection, compañía dedicada a proteger a las marcas contra las falsificaciones en internet.
Según sus datos, más del 90% de los compradores de relojes ha adquirido alguna vez algún modelo por Internet y los que más se venden son los smart watches. Les siguen, los relojes digitales, los deportivos (GPS, triathlon), los relojes casuals, los de vestir y los relojes de lujo.
El estudio de Smart Protection, elaborado a finales de 2020, también confirma la gran actividad ilegal en el sector relojero. Y es que revela que el 52% de los compradores de relojes online en España ha adquirido intencionadamente una falsificación. Además, la mayoría reconoce que volvería a hacerlo (el 87%) y el 31% manifiesta haber comprado varias veces relojes falsos. Este grupo de consumidores es consciente de que la falsificación siempre será peor que el original y no les sorprenderá encontrar una calidad inferior en el 58’7% de los casos – una menor durabilidad (47’3%) e incluso una peor calidad del empaquetado (41’2%).
El Research Study Counterfeit Watches Online 2021 también refleja que la principal motivación al comprar un reloj falso es obtener el producto a un precio más bajo (57%), mientras que otros aseguran que no pueden pagar el precio del artículo original (20%). Al 7%, no les gusta gastar dinero en grandes marcas y, para el 12%, fue la primera opción que encontraron al realizar búsquedas online. De hecho, el 72% de los consumidores que adquirieron relojes falsos lo hicieron a través de los principales marketplaces.
El 48% de los compradores de relojes online ha sido engañado al comprar una imitación
Por otra parte, el estudio de la firma antipiratería indica que la gran mayoría de los encuestados son conscientes de que a través de internet se venden y anuncian relojes falsos (el 91%), pero que casi la mitad (el 48%) reconoce haber sido engañado al comprar una imitación que pensaban que era de la marca original. Un dato significativo si se tiene en cuenta que el 47% de los consumidores en España duda si es capaz de diferenciar el producto original de una falsificación a la hora de comprarlo a través de internet, y que el 8% afirma con rotundidad que no lo distinguiría.
Según subraya Smart Protection, esto supone un gran problema para las marcas de relojes ya que, tras darse cuenta del fraude, el 30’7% de los consumidores ha dejado de comprar esa marca y el 35’9% ha dejado de seguirles en redes sociales; mientras que el 41,2% admite desconfiar de las rebajas o descuentos de la firma.
Ignacio Muguiro, Branding Director de Smart Protection, ha asegurado que "el sector relojero ha sido víctima de falsificaciones desde hace años. Ahora, con el gran aumento del comercio electrónico, este impacto se incrementa no solo en reducción de ventas, también en un grave deterioro en la reputación de sus marcas".
Los marketplaces y las redes sociales
El Research Study Counterfeit Watches Online 2021 también muestra que confianza en los relojes vendidos en las principales plataformas de comercio electrónico no es demasiado destacable, ya que menos de la mitad de los encuestados cree que son auténticos (el 47’3%) y el 42% admite tener alguna duda.
En cuanto a los relojes publicitados a través de las redes sociales, el estudio revela que el 42’1% cree que deben ser auténticos. Sin embargo, el 35% se encuentra escéptico sobre su autenticidad y el 16% no confía en los productos anunciados.
La responsabilidad no es solo de los falsificadores
Al preguntar sobre quién es el principal responsable de la cantidad de relojes falsificados que se anuncian y se venden por internet, el 37,7% de los encuestados culpa a los propios falsificadores de esta proliferación, pero un 43’86% achaca esta ilegalidad a los compradores. Además, el 10,5% cree que las marcas oficiales deberían hacer algo más para proteger sus productos y a los consumidores online.