Una ola de calor es un evento sostenido y prolongado, de temperatura extremadamente alta, que se desarrolla en una determinada área geográfica. La ola de calor se establece en relación a la temperatura media que presenta la región que se analiza. El caso es que estos días la hora de calor está siendo especialmente virulenta en España, donde parece que no se puede estar bien sin la ayuda de un ventilador o el aire acondicionado. De cualquier manera, este fenómeno está aumentando de manera exponencial en todo el mundo, debido al cambio climático, según sugieren datos científicos. Esas temperaturas extremas también están afectando estos días a Japón, de ahí que una de sus empresas tecnológicas emblemáticas, Nintendo, haya emitido un comunicado a través de su cuenta oficial de Twitter para recordar a sus usuarios que no deben emplear su consola con temperaturas superiores a los 35º. Pauta, por cierto, que ya venía en las instrucciones de uso del dispositivo, pero nunca está de más recordarla en estos tiempos de calor desaforado.
Ese dato nos da pie a elaborar una serie de consejos respecto a cómo cuidar de teléfonos inteligentes, tabletas, libros electrónicos, ordenadores portátiles, videocámaras…
Pautas para preservar en buen estado en nuestros dispositivos electrónicos ante la temperaturas extremas
Saca tu teléfono de tu bolsillo. En un día caluroso, se recomienda que no guardes tu teléfono móvil en el bolsillo, si quieres que este se enfríe. De lo contrario, no sólo experimentarás una sensación desagradable, sino que el calor natural de tu cuerpo trabajará en contra del proceso de enfriamiento que necesita tu móvil, según se explica en la revista Time.
Mantén los dispositivos en un espacio dotado con aire acondicionado. Robert Siciliano, un experto en seguridad por Internet, considera que esta es una de las recomendaciones más a tener en cuenta para preservar nuestros dispositivos electrónicos en buen estado durante estos días. Eso sí, tendremos que encontrar un equilibrio entre el coste que comporta esta medida en gasto energético, más en estos tiempos de facturas al alza, con el equilibrio de preservar la buena salud de nuestros dispositivos.
El sol y el calor directo es a los dispositivos tecnológicos lo que la luz y los ajos a los vampiros. Esta recomendación está muy conectada con la anterior: las altas temperaturas pueden dañar nuestros dispositivos electrónicos o aminorar sensiblemente su vida útil, ya que la exposición directa en nuestros equipos al sol y al calor incrementará la temperatura que registra nuestros aparatos, al tiempo que reduce la longevidad de sus baterías, incrementando así el riesgo de que queden dañados.
Nunca dejemos un dispositivo electrónico en el interior de nuestro automóvil. En ese sentido, la Dirección General de Tráfico (DGT) estima que la temperatura del interior de un vehículo puede alcanzar hasta 70 grados en la media hora posterior a que abandonemos nuestro coche, cuando fuera haga 39 grados. En este punto, es importante explicar que las guanteras son por norma general los peores lugares para dejar guardados productos electrónicos. Un ejemplo ilustra este riesgo: en esa parte de los vehículos se acumula tanto calor que, en el tiempo de las cintas de cassette, estas se derretían cuando se depositaban en ese lugar del coche o del vehículo. En el caso de que no haya más remedio que dejar los portátiles o las tabletas en nuestro vehículo, una sugerencia que se ha constatado como válida es colocar un periódico o una manta blanca sobre el dispositivo, también está la opción de colocar nuestro coche en un lugar lo más sombreado posible.
Limpia los ventiladores del dispositivo electrónico, para incrementar así el flujo de aire que lo refrigera y lo mantiene a una temperatura adecuada.
Emplea cargadores y componentes originales, siempre que te sea posible. En esa dirección, también es muy importante no dejar los dispositivos enchufados a la corriente más de lo estrictamente necesario. Así mismo, se recomienda no utilizar los dispositivos durante los periodos de carga, así como no recurrir a la carga rápida, que suele producir más calor en el aparato que estamos cargando.
Aligera la carga de su ordenador o dispositivo, apagando y desactivando programas innecesarios que no estés empleando. Por ejemplo, los programas de edición de vídeo o los juegos requieren de mucha energía por parte del sistema, lo que contribuye a incrementar la temperatura de tu equipo.
Desactiva funciones de tu equipo que no vaya a emplear, como por ejemplo Bluetooth LTE. Wifi o GPS. El motivo es que estas funcionalidades pueden sobrecargar la batería de tu computadora portátil o teléfono inteligente y contribuir a que se caliente todavía más.
Emplea la configuración de ahorro o batería a su dispositivo, para minimizar el uso de la batería y el calor de la misma. También ayuda mucho poner el móvil en modo avión cuando no lo vamos a emplear y no estemos esperando una llamada importante.
Utiliza alguna aplicación que le permita monitorear la temperatura de su dispositivo y controlar las funciones para que se regule en la acumulación de calor, como por ejemplo Smart Thermomrter, Instant Body Temperature o Thermo-Smart Fever Management.
Si no somos especialmente cuidadosos con esas pautas, nos exponemos a que nuestros dispositivos se vean dañados por el calor, afectando así a sus baterías, ya que estas están confeccionadas con litio, un material que suele hincharse cuando registra temperaturas muy elevadas, como se explica en el Diario el País. A partir de los 50º, las baterías se inflaman, lo que puede generar que se reduzca su vida útil o que se rompan componentes como la pantalla o la placa, y, en el peor de los casos, nuestro dispositivo puede hasta arder.