Cualquier momento es adecuado para pararnos a reflexionar sobre nuestra existencia y marcarnos nuevos objetivos, pero el más habitual es sin duda cuando nos encontramos ante la llegada de un año nuevo.
El cambio de año suele traer consigo una evaluación de los 12 meses que dejamos atrás y, fruto de ese análisis, el planteamiento de lo que se conocen como los propósitos de año nuevo, nuevas metas para la etapa que va a comenzar.
"Todo ello forma parte del bienestar emocional del ser humano, que necesita tener un sentido vital con un propósito que le guíe y le permita avanzar, así como completar unos logros que vayan en sintonía con sus gustos para fortalecer su autoestima", han explicado desde la plataforma de psicología online TherapyChat.
Sin embargo, también es cierto que en muchas ocasiones los propósitos de año nuevo son objetivos que quedan rápidamente en el olvido. TherapyChat lo achaca a que no han sido bien elegidos, no están bien definidos o no se ha establecido un plan de acción concreto para llevarlos a cabo, lo que advierte puede terminar afectando a nuestra autoestima.
"Esto hace que una gran parte de la población acabe sintiendo rechazo a esta época del año por miedo a establecer unos propósitos que no logre conseguir y puedan generar frustración o derivar en un deterioro de la autoestima al hacerle sentir que carecen de las capacidades o virtudes para cumplir lo que se proponen".
No obstante, la plataforma advierte que la clave para que esto no ocurra es marcarnos metas realistas. "Si somos capaces de encontrar el equilibrio entre lo que lo que deseamos y lo que nos proponemos planteándonos objetivos realistas, no solo conseguiremos mejorar nuestra autoestima si logramos cumplirlos cuando termine el año, sino que aprenderemos a hacer una lectura positiva aunque no lo consigamos para evitar que esta salga dañada".
Por ello, TherapyChat ha ofrecido unos consejos para elaborar los propósitos de año nuevo y, sobre todo, evitar los sentimientos negativos que pueden causar.
Los siete consejos de TherapyChat
- Antes de elaborar una lista de propósitos, hacer una reflexión de los logros y frustraciones pasadas. Se puede echar la vista atrás tanto como se quiera, pero siempre es recomendable examinar por lo menos el año anterior y puede servir de ayuda hacer una revisión mes a mes.
- No utilizar la palabra fracaso, que tiene muchas connotaciones negativas. En su lugar, recordar esta frase de la película "Batman Begins": "¿Por qué nos caemos? Para aprender a levantarnos".
- No conseguir nuestros logros duele; y como bien dice la palabra, hay que hacer un duelo de lo perdido, o lo no conseguido. Es necesario darse un margen para sanar las heridas, para entender que haya ido mal y poder, sólo entonces, buscar nuevos propósitos.
- Una vez realizados los tres anteriores pasos, comenzar la lista recordando que ningún objetivo es bueno o malo per se, dentro de lo razonable; sino que los propósitos deben ser un traje a medida de cada persona. Un buen propósito debe aportar algo positivo en TU vida.
- Analizar cuál es el estado de nuestras áreas vitales de la siguiente manera: hacer una tabla de tres columnas; en la primera situar el área vital (familia, amigos, amor, ocio, trabajo, trabajo/estudios, salud), en la segunda puntuar del 1 al 5 cómo de importante es cada una, y en la tercera puntuar del 1 al 5 cómo de satisfecho se está con cada una. Observar si hay alguna de las áreas se debe cuidar más, esto ayudará a marcar propósitos de Año Nuevo.
- Recordar que la ansiedad es enemiga del éxito, por lo que no hay que intentar abarcar mucho ni muy rápido. Centrarse en priorizar los propósitos y ser realista a la hora de estimar cuánto tiempo y esfuerzo tomarán.
- Por último, no olvidar que los propósitos caen en saco roto si no se emprenden acciones. Y para ello lo mejor es trazar un plan que contemple los objetivos o tareas intermedias hasta lograr el propósito, los recursos con los que se cuentan y los que necesitas para ello, así como unos tiempos límite para cada uno de ellos.