Hasta ahora, sin síntomas, era muy difícil conocer la salud del corazón y descubrir la existencia de dolencias cardiacas. Sin embargo, esta semana el Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid ha presentado el Centro de Prevención Cardiaca MyoStrain, lo que lo convierte en el primer centro de España en ofertar esta exploración, que proporciona, tal y como informa el centro en un comunicado de prensa, "una evaluación rápida, precisa, reproducible y no invasiva de la función cardiaca para detectar una disfunción temprana y poder comenzar un tratamiento precoz". Hasta ahora existían otras formas de estimar la deformidad miocárdica o strain (normalmente se hacía con ecocardiograma), pero este método es más preciso y reproducible, señalan fuentes del hospital.
Esta tecnología se presenta como uno de los grandes avances de la imagen médica del corazón de los últimos tiempos. Se trata de una secuencia de Resonancia Magnética cardiaca (que concretamente se denomina fast-SENC) que se adquiere en 12 latidos (en un estudio que dura en torno a 10-15 minutos en total), que luego se evalúa con un software específico. El paciente, además, no está sometido a ningún riesgo: sin radiación ionizante, sin contraste intravenoso, sin esfuerzo, sin dolor.
Detección precoz de disfunción miocárdica
El valor que tiene para la salud cardiovascular es la detección precoz de disfunción miocárdica (antes de que aparezcan los síntomas), que permite instaurar un tratamiento personalizado que cambie la evolución de los pacientes. Sin este método diagnóstico, la detección de la disfunción muchas veces se retrasa hasta que disminuye la llamada "fracción de eyección" en ecocardiografía (algo que ocurre tardíamente) o, incluso, hasta que aparecen síntomas y el paciente acude a consulta de su médico, momento en el que, en ocasiones, el tratamiento ya llega tarde.
Según el Dr. Eliseo Vañó, director médico del Servicio de Resonancia Magnética y TC del Hospital Nuestra Señora del Rosario, que ha sido de los primeros radiólogos en España en utilizar esta nueva tecnología y comprobar sus resultados, esta tecnología “cumple muchos requisitos para convertirse en el parámetro de referencia para monitorizar la función miocárdica”.
Igualmente elogia las posibilidades de prevención y proactividad de esta tecnología: “Estamos ante uno de los mayores avances médicos de los últimos tiempos en la atención cardiaca de los pacientes. MyoStrain® permite a los médicos diagnosticar precozmente la disfunción ventricular, así como localizarla y cuantificarla, antes de que el paciente presente síntomas”.
Amplio espectro de pacientes beneficiarios
Este nuevo servicio beneficia a un amplio grupo de pacientes, potencialmente a un porcentaje alto de la población. En primer lugar y dado que se puede utilizar como herramienta de prevención, beneficia a pacientes sanos, pero que pudieran estar en riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca tan precoz que no fuera detectable por otros métodos (este porcentaje de la población se estima que podría superar incluso el 50%).
Una vez la enfermedad cardiaca se ha diagnosticado, es extremadamente útil para monitorizarla, estratificar su gravedad y valorar la eficacia del tratamiento (entre otros los enfermos hipertensos y diabéticos). Un buen ejemplo son los pacientes oncológicos sometidos a tratamientos de quimioterapia que son potencialmente tóxicos para el corazón. Gracias a esta herramienta, dicha toxicidad se detecta de forma precoz antes de que el daño sea irreversible y permite actuar en consecuencia personalizando el tratamiento. Hay que tener en cuenta que el 30-40% de los pacientes con cáncer padecerán una enfermedad cardíaca progresiva, y 1 de cada 10 de estos pacientes sufrirá un evento cardíaco adverso. Además, la recurrencia del cáncer es un 59% más probable en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Por citar otros ejemplos, esta tecnología es también resulta muy útil para cuantificar el daño miocárdico causado como secuela a pacientes que han pasado el Covid-19. De hecho, un estudio publicado en 2020 mostraba que el 78% de los pacientes con coronavirus tenía alguna forma de afectación cardíaca tras la recuperación y el 60% presentaba una inflamación miocárdica continua. La mayoría de ellos se había recuperado en casa, y ninguno tenía problemas cardiovasculares previos conocidos. Por si fuera poco, el 25% de los pacientes recuperados de Covid-19 experimenta síntomas duraderos, como dolor en el pecho, colesterol elevado y presión arterial alta, todos síntomas de enfermedad cardiaca.
También es importante para decidir el momento de la cirugía en pacientes con enfermedades valvulares, detección de cardiopatía isquémica, monitorizar el tratamiento farmacológico en pacientes con insuficiencia cardiaca conocida, descartar afectación del corazón antes de someterse a una cirugía para disminuir las complicaciones, etc.