Un total de 24 personas, pertenecientes a dos grupos delictivos asociados, han sido detenidas en diferentes puntos de España: diez en la provincia de Málaga, siete en Cádiz, cuatro en Toledo y una en las de Alicante, Badajoz y Tarragona. Se les imputan delitos contra la salud pública, contra los consumidores, pertenencia a organización criminal y falsedad documental.
Según las investigaciones policiales, los delincuentes centraban su actividad en el tráfico de productos que provenían del extranjero, sobre todo anabolizantes. También habían creado su propia marca de proteínas y estafaban a compradores de productos nutricionales, alterando su contenido e incluyendo trazas de medicamentos. Además, preparaban productos vendidos como “naturales”, que incluían un ingrediente que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios retiró del mercado en 2013 por el grave riesgo que su ingesta causa para la salud.
En los operativos, las autoridades han incautado más de 8 toneladas de productos nutricionales y cerca de 400 kilogramos de medicamentos ilegales, en 2 millones y medio de dosis, aproximadamente. Además, se ha desmantelado un laboratorio ilegal de medicamentos y se ha cerrado uno legal por las graves deficiencias sanitarias que presentaba.
Los agentes también han intervenido 390.000 euros en efectivo, 690.000 euros bloqueados en cuentas bancarias, 24.000 euros en distintas criptomonedas, 57 vehículos y 25 propiedades, lo que ha dado un total patrimonial de aproximadamente 7.500.000 euros.
La investigación
La primera información sobre el caso llegó desde la Agregaduría de Bulgaria en España, que indicó la detección de una gran cantidad de anabolizantes enviados a través de una empresa de paquetería a la zona de Cádiz.
Algunos de los receptores de esos envíos eran tiendas de suplementación pertenecientes a una franquicia que tenía presencia no sólo en Cádiz, sino también en Málaga y Granada, alcanzando un total de diez puntos de venta que eran utilizados como plataforma de distribución de medicamentos, anabolizantes y hormonas. También se localizó un punto de venta de estos productos en la localidad tarraconense de Reus.
Conforme avanzaba la investigación, se descubrió en Toledo un segundo grupo criminal con conexiones en Badajoz. Esta organización cubría el proceso de elaboración completo de productos nutricionales, desde la síntesis del principio activo hasta su envasado, incluyendo el etiquetaje y su venta en tiendas de suplementación deportiva. También fabricaban otros productos, como proteínas y creatina, generalmente con calidades muy por debajo de la que constaba en las etiquetas.
Luego, por diferencias entre las dos organizaciones, se desplazó la producción de los productos de la franquicia a la provincia de Alicante, donde pretendían seguir con la misma operativa, que ha sido frustrada por la intervención policial y de autoridades sanitarias y de nutrición tanto estatales como de las comunidades autónomas en las que se ha actuado.