La llegada del verano y el periodo vacacional que acompaña a esta época del año invitan a disfrutar de actividades al aire libre y a la práctica deportiva, ya sea de forma individual, como correr, nadar, jugar a tenis, senderismo, ciclismo, patinaje, ya en grupo, como fútbol, baloncesto, voleibol, ya deportes de playa, tales como raquetas, voley, surf, kitesurf, etc.
En general, según comenta el Dr. Marco Antonio Strocchia, traumatólogo del Hospital Nuestra Señora del Rosario, las lesiones más frecuentes en verano son leves y de rápida recuperación, como en los casos de deshidratación y golpe de calor, picaduras de insectos, etc., así como las provocadas por el ejercicio, mayormente por la práctica excesiva, como torceduras que provocan esguinces, lesiones musculares o contracturas -sobrecargas, rotura de fibras, tendinopatías-, contusiones, heridas, etc.
“Las lesiones deportivas en la época estival se deben a factores como la falta de preparación física, la no realización de ejercicio con la técnica adecuada, la utilización de material inadecuado, a mala planificación en la hidratación o la nutrición, entre otros”, comenta el especialista, quien también subraya que “disponer de más tiempo libre bajo temperaturas cálidas motiva a muchos a correr por la playa, a nadar o a realizar ejercicio de forma individual y sin supervisión de un profesional o a llevarlas a cabo en superficies irregulares (terrenos con hierba, mojados o desiguales, como la playa o la montaña), lo que puede conducir a lesiones en el sistema músculo esquelético”.
Lesiones habituales y muy propias del verano
La práctica de algunos deportes, como ciclismo o patinaje, puede provocar lesiones a causa de caídas con contusiones/fracturas: fracturas de clavícula, de codo, de muñeca y también del escafoides carpiano. “Por eso es imprescindible el uso de casco y muñequera, pues se minimiza el riesgo de ciertas lesiones, entre las que esta el traumatismo cráneoencefálico”, advierte el Dr. Strocchia.
Tirarse al mar o a la piscina sin conocer bien su profundidad ocasionaría lesiones en el cuello. “Por lo general, se produce hiperextensión del cuello, que lesiona las partes blandas. Aunque también puede ser causa de fracturas vertebrales o lesiones medulares irreversibles. Ante esta situación, lo primero que se debe realizar es inmovilizar el cuello para no agravar la lesión”, recuerda el experto.
El tenis o el golf son actividades muy populares en estos meses y que conllevan visitas a la consulta del traumatólogo. “Lo más habitual son casos de epicondilitis (codo de tenista) o epitrocleitis (codo de golfista). Ambas lesiones se producen por no aplicar una técnica adecuada en el golpeo o no utilizar material adecuado”, detalla el Dr. Strocchia.
Lesiones en los pies
Los esguinces de tobillo o torceduras se encuentran entre las más comunes y no solo en los deportistas. “Es frecuente encontrarlas en la población en general debido a que en verano no siempre usamos un calzado adecuado. No se recomienda usar chanclas o ‘cholas’ para todo: es preferible hacer deporte siempre con un zapato apropiado para ello”, comenta.
También utilizando calzado deportivo se pueden originar este tipo de dolencias. Es el caso de la fascitis plantar, bastante frecuente entre quienes se inician en el running o entre los senderistas. Según el Dr. Strocchia, “una intensa jornada de turismo urbano en las vacaciones puede desarrollar esta dolencia, más propensa en las personas de entre 40 y 60 años”.
De igual modo, la práctica del atletismo puede provocar también una metatarsalgia, afección que produce dolor e inflamación en el metatarso. Este tipo de lesiones en el pie a veces se solucionan aplicando frío y descansando, pero en otras ocasiones se hace necesario acudir a un especialista.
Hay casos en el que las dolencias o lesiones son más fáciles de identificar, como el dolor lumbar, bastante frecuente en quienes practican deportes como el ciclismo o quienes someten el cuerpo a un exceso de movimiento al que no está acostumbrado.
Cómo prevenir las lesiones en verano
El Dr. Marco Antonio Strocchia sugiere seguir estas sencillas indicaciones para evitar que se estropeen nuestras vacaciones:
- Bebe más líquido y adapta tu alimentación.
- Evita las horas de más calor del día.
- Elige la ropa adecuada.
- Presta atención al calzado.
- Adapta tu ritmo.
- Aumenta tu preparación física durante todo el año, con ejercicios de forma regular y de calidad.
- Evita realizar movimientos bruscos que puedan provocar estiramientos, contracturas, sobrecargas tendinosas o roturas de fibras o esguinces. Sobre todo, si no estás muy habituado al ejercicio.
- Es imprescindible empezar con un calentamiento completo suave para que los músculos se calienten y tengan más elasticidad.
- No olvides realizar estiramientos al finalizar la actividad física para relajar los músculos. Es la rutina más importante, pero también la más olvidada.
- Utiliza el equipamiento adecuado a cada deporte.