España ha acelerado el ritmo de vacunación en las últimas semanas y, en este momento, el 60,61% de los españoles cuentan con al menos una dosis, mientras que cerca de 23 millones ya han recibido la pauta completa, lo que representa a casi la mitad de la población (el 48,36%). Sin embargo, la tasa de incidencia está subiendo entre los jóvenes, que son el grupo más expuesto al virus y el más afectado por la variante delta, la cual multiplica los contagios.
Margarita del Val, viróloga del CSIC y una de las voces más autorizadas en España para hablar sobre la pandemia de coronavirus, ha lanzado una seria advertencia al respecto en una entrevista para "El programa del verano". La experta ha comenzado su intervención explicando que la quinta ola en la que estamos actualmente adentrándonos es "claramente una fase distinta de la pandemia" ya que en la fase anterior "todos nos estábamos conteniendo para que las personas de más riesgo se acabasen de vacunar, y ya quedan pocas".
"Esta nueva fase de la pandemia en la que estamos entrando es realmente distinta. Puede haber muchos contagios, es cierto que habrá muy pocas hospitalizaciones de los jóvenes y pocos fallecimientos, pero ahora a lo que tenemos que prestar atención es que hay que proteger a los jóvenes".
Del Val ha continuado su intervención advirtiendo que el 10% de los infectados por Covid-19 de entre 15 y 30 años presentarán secuelas neurológicas a largo plazo "muy preocupantes" y que les afectarán a la concentración y a la memoria. Además, ha señalado que uno de cada seis experimentará fatiga y problemas respiratorios. "Estos problemas son graves, los jóvenes tienen que darse cuenta que las secuelas son importantes, son bastante frecuentes y le pueden tocar a cada uno de ellos", ha subrayado.
La mascarilla y la distancia de seguridad
La viróloga del CSIC ha sido preguntada por la posibilidad de que el aumento de los contagios entre los jóvenes esté relacionado con el hecho de que la mascarilla haya dejado de ser obligatoria en exteriores y ha insistido en que "lo fundamental es que se lleve bien en interiores". "Los interiores siguen siendo el sitio de mayor contacto porque el virus se transmite por el aire que respiramos. En los interiores hay que llevarla bien puesta".
Para ella, el mayor problema es que hemos dejado de respetar la distancia de seguridad. "En exteriores deberíamos llevarla cuando no la respetemos, y no lo estamos haciendo"
"Las personas vacunadas están protegidas de los síntomas, pero no frente al contagio".
¿Tenéis constancia de que la gente que ha recibido la pauta completa se esté contagiando?, esta ha sido la siguiente pregunta de esta entrevista a Margarita del Val, y esta ha sido su respuesta.
"Sí, y yo llevo seis meses y pico diciéndolo. Las personas vacunadas están protegidas de los síntomas, pero no están protegidas del contagio. Las personas vacunadas se pueden contagiar y muy recientemente hemos sabido cuánto se pueden contagiar, como tres veces menos que si no estuvieran vacunadas, y los mayores como, quizás, diez veces menos que si no estuvieran vacunados los jóvenes. Los síntomas son siempre menores que si no estuvieran vacunados. Para ellos es mejor, pero la carga viral que tienen estas personas que se contagian estando vacunadas, tengan o no tengan síntomas, es casi tan alta como las personas no vacunadas.
"Por lo tanto, es muy probable que estas personas puedan a su vez contagiar a otros y que no teman tanto por ellos porque sus síntomas serán más benignos que si no estuvieran vacunados. Era de esperar. Por eso todos los vacunados hemos tenido todas las medidas de contención, porque nos podíamos contagiar. Pero que tengan cuidado de no contagiar a sus contactos.En esta nueva fase el objetivo ha cambiado radicalmente. Los mayores y los vacunados tenemos que tener cuidado de no contagiar a los jóvenes y evitar que ellos se contagien entre sí también".
"Yo todavía no he entendido la tercera dosis"
Margarita del Val también ha dejado claro que no comparte la decisión que ha tomado Israel de acelerar la tercera dosis de la vacuna de Pfizer a personas de riesgo, convirtiéndose en el primer país en dar luz verde a un tercer pinchazo.
"Yo todavía no he entendido la tercera dosis. Todavía no he visto casos frecuentes en los cuales haya habido enfermedad grave con dos dosis. Siempre habrá alguna persona que no responda a la vacunación, es cierto, pero la mejor solución no es ponerles la tercera dosis. Estas personas tienen complicaciones con muchas infecciones, y esta es una infección más con las que tienen complicaciones.
"Yo creo que aquí lo que tenemos que hacer es darnos cuenta de que este virus se multiplica mientras haya personas que lo contagien y todavía hay muchísima gente que lo puede contagiar. Para mí lo más importante no es una tercera dosis para algunos grupos, para mí lo más importante es lo que estamos haciendo ahora: dar acceso muy rápidamente a la vacuna también a los jóvenes", ha afirmado la experta, apuntando que España es "uno de los países que mejor vacuna del mundo".
Un problema fundamental: No se está controlando la calidad del aire en interiores
Finalmente, del Val ha sido preguntada por las nuevas restricciones que se están imponiendo en muchas comunidades, incluido el toque de queda, y ha señalado que para ella hay otro problema "fundamental": que no se está controlando la calidad del aire.
"En la hostelería, en la restauración, en las fiestas en interiores, los científicos estamos insistiendo desde el principio que el problema es la calidad del aire. El aforo de alguna manera impacta en la calidad del aire porque cuanta más gente haya más posibilidad hay de respirar aire ya respirado por otros y, por lo tanto, que pueda contener virus. Pero lo importante no es controlar el aforo, lo importante es controlar la calidad del aire que es lo que nos va a decir cuál es la posibilidad de que allí haya virus. Y eso no se está haciendo y para mí ese es un problema fundamental.
"Se tendría que controlar con medidores de CO2 que son muy baratos y se tendría que ventilar de acuerdo a los niveles de CO2, que son un indicador indirecto de cuánto virus puede haber y, en aquellos sitios en los que no se ventile, se tendría que facilitar que la restauración y la hostelería tengan filtros que vayan filtrando el aire regularmente y que ayuden a que el aire esté limpio de virus. Así habría contactos más pequeños, en lugar de tener brotes de 200 personas no tendríamos brotes o serían mucho más pequeños, como son al exterior", ha concluido la viróloga del CSIC.