La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha participado en el curso de verano "Inteligencia de futuro", organizado por la Fundación General de la Universidad de Málaga (Fguma), en formato dialogado, en el que también ha participado el catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la UMA Antonio Diéguez. El título de la intervención de ambos ha sido "Rediseñando la naturaleza humana: límites y propuestas".
En el curso se ha abordado el tema de la Inteligencia Artificial en un futuro, y asegura que será inevitable que "controle un poco nuestras vidas", aunque no ve claro que se llegue a imponer un subsistema que ejerza un control absoluto. "Hay que ver lo que hacemos para que lo que viene, tenga buenos efectos".
Tanto María Blasco como Antonio Dieguez han evitado las preguntas relacionadas tanto desde el punto de vista ético filosófico como médico, como la gestación subrogada, la transferencia genética entre la madre gestante y el embrión ajeno, etc- que tanta relación tienen con algunos de los temas que se abordaron, y lo hicieron, tal vez por no meterse en berenjenales. Pero a lo largo del encuentro, dieron muchos titulares tan controvertidos como interesantes para saber hacia dónde va la ciencia y la tecnología y si es posible modificar la naturaleza del ser humano, y hasta que punto pueden ser éticos determinados comportamientos.
De la provocación de claustrofobia en los presos para evitar su reingreso en prisión, a la modificación de los embriones para evitar enfermedades
Así, tras afirmar que viviremos mucho más, y que el envejecimiento es reversible y ya se ha visto en experimentos en ratones, María Blasco manifestó al término de la charla, al ser preguntada qué va a ocurrir cuando la humanidad alcance los 140 años y no quepamos todos en el Planeta: "Tenemos que pensar con lo que está ocurriendo. El mundo está cambiando en cuanto a la falta de nacimientos y al envejecimiento de la población. En Estados Unidos la población ya va decreciendo en los tres últimos años. Quizá en un futuro, a lo mejor no inmediato, porque seguirá habiendo una ola de superpoblación, la población irá disminuyendo, quizás, al final haya una especie de fórmula optima donde seamos muchísimos menos pero vivamos más tiempo, con lo cual esto sería más sostenible para el Planeta. Y quizás no hace falta que seamos tantos". Pilar Blasco, añadió, ante un auditorio perplejo: "la vidas es un poco loca, en el sentido de que no hace falta todo este ritmo de reproducción de muertes y nacimientos. Es un gran desgaste, a lo mejor lo que tendría que ocurrir es que fuéramos muchos menos y viviéramos más y no hubiera todo este desgaste de vida. Al vivir menos nos da igual lo que pase en el futuro, a mí no, pero hay gente que le da lo mismo el deshielo de los polos", y terminó la charla vaticinando: "Quizás en un futuro, a lo mejor no inmediato, a lo mejor eso lo podríamos eliminar y ser menos y ser una raza, una especie más longeva, ser menos y mucho mejores".
En contraposición, Antonio Diéguez ha expresado algo más de escepticismo ante "una sociedad compuesta de seres humanos biomejorados", ya que "no está claro que sea una sociedad mejor". Sin embargo, se ha mostrado algo ambiguo y neutral ante los sectores que "prometen la inmortalidad" de forma desmedida y los que afirman que "cualquier modificación sobre el ser humano atentaría contra la dignidad humana". No le parece bien que los critiquen por "jugar a ser Dios". Ha recordado una frase: "Los científicos no juegan".
María Blasco y su equipo de investigación han analizado la relación entre longevidad y el ritmo al que se acortan los telómeros
Según la doctora María Blasco, la frontera de la medicina llegará cuando "podamos curar las enfermedades degenerativas", es decir, las que "nos acortan la vida". La investigadora ha hecho hincapié en la trascendencia de estudiar "por qué enfermamos" y conocer los mecanismos que "determinan la longevidad" en la naturaleza, ya que "la muerte es de las primeras preocupaciones y angustias del humano". "No es un tema de moda, sino esencial para entendernos como seres humanos, también al resto de seres del planeta y resolver enfermedades", ha matizado. María Blasco es autora del libro "Morir joven a los 140 años". Ella y su equipo de investigación han analizado la relación entre longevidad y el ritmo al que se acortan los telómeros.
Un tema controvertido que se ha tocado durante la conferencia es la de la selección de los embriones para que desaparezcan enfermedades. Diéguez ha alabado la valentíade los investigadores de Oxford a la hora de aplicar medicamentos u otro tipo de terapias a presos para que sientan más claustrofobia y así acortar las penas, de forma que no vuelvan a delinquir, o aumentar genéticamentelos niveles de oxitocina para fomentar la empatía y crear individuos más empáticos " aunque hay un inconveniente se vuelven más violentos con los de fuera del clan". Fuentes del ámbito de la bioética, consultadas por Escudo Digital, e incluso expertos en temas delMinisterio del Interior consultados por esta redacción, han expresado "su preocupación ante algunas de estas ideas expuestas, que ya fueron estudiadas y analizada por un señor bajito en Alemania, bajo cuyo mando murieron seis millones de personas".