Más de 700 millones de personas viven en zonas expuestas a tsunamis

La OMS ha aportado este dato coincidiendo con el Día Internacional de concienciación sobre los Tsunamis, al que también se ha unido la ONU.

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Un hombre ante los escombros de su casa, destruida por un maremoto provocado por el tsunami en el Índico del 26 de diciembre de 2004 | Foto: Evan Schneider/ONU
Un hombre ante los escombros de su casa, destruida por un maremoto provocado por el tsunami en el Índico del 26 de diciembre de 2004 | Foto: Evan Schneider/ONU

Más de 700 millones de personas en todo el mundo residen en lugares costeros bajos y pequeños Estados insulares en desarrollo expuestas a fenómenos extremos relacionados con el nivel del mar, incluidos los tsunamis.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aporta ese dato con motivo del Día Internacional de concienciación sobre los Tsunamis, que se celebra este martes.

Los tsunamis u olas gigantescas producidas por un maremoto o una erupción volcánica en el fondo del mar son fenómenos poco frecuentes, pero extremadamente dañinos, ya que más de 260.000 personas han perdido la vida en 58 desastres de este tipo durante el último siglo.

El secretario general de la ONU, António Guterres, recuerda en este año se cumple el 20º aniversario del tsunami del océano Índico, "una de las catástrofes más mortíferas de la historia reciente, en la que más de 230.000 personas perdieron la vida".

En un mensaje con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, recogido por Servimedia, Guterres renueva la determinación de la ONU de "proteger a los 700 millones de personas de todo el mundo que están expuestas al riesgo de tsunami".

"La mejor manera de conseguirlo es mediante la colaboración de los asociados en la iniciativa de las Naciones Unidas de Alertas Tempranas para Todos, que ayuda a que todos los habitantes de la Tierra reciban una alerta cuando se avecina un tsunami o alguna otra catástrofe", indica.

Guterres subraya que "la educación es vital" para salvar vidas. "La participación de niños y jóvenes es una pieza fundamental. Insto a los gobiernos y los asociados de las comunidades costeras a que aumenten la concienciación para que los niños y los jóvenes sepan cómo actuar y cómo dirigirse a terrenos más elevados en casos de evacuación", apostilla.

El tsunami del océano Índico en diciembre de 2004 causó más de 230.000 personas fallecidas en 14 países del sudeste asiático, sobre todo Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia.

Apenas tres semanas después, la comunidad internacional se reunió en Kobe, en la región de Hyogo (Japón), donde los gobiernos aprobaron el Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015, el primer acuerdo mundial de gran alcance sobre la reducción del riesgo de desastres.

Crearon, además, el sistema de alerta y mitigación de los efectos de los tsunamis en el Índico, que cuenta con decenas de estaciones de vigilancia sismológica y del nivel del mar y difunde las alertas a los centros nacionales de información de sunamis.

Marco de Sendai

La rápida urbanización y el aumento del turismo en las regiones propensas a los tsunamis exponen a más personas al peligro, lo que convierte la reducción de riesgos en un factor clave para lograr una disminución sustancial de la mortalidad de desastres en el mundo, que es el objetivo primordial del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, adoptado en marzo de 2015 y relevo del Marco de Acción de Hyogo.

En diciembre de 2015, la Asamblea General de la ONU designó el 5 de noviembre como Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis. Se trata de una idea original de Japón, que, desafortunadamente, se ha visto expuesto a estos desastres en repetidas ocasiones a lo largo de los años.

Este país tiene una gran experiencia en áreas como la alerta temprana de tsunamis, la acción pública y la reconstrucción posterior a los desastres para conseguir reducir los impactos futuros.

La fecha elegida tiene su origen en la anécdota 'Inamura no hi', es decir, la 'quema de las gavillas de arroz'. Durante un terremoto en 1854, un aldeano vio que la marea estaba bajando, una señal de que se avecina un tsunami. A expensas de sus bienes, decidió prender fuego a toda su cosecha para advertir al resto de habitantes de la aldea que huyeran a tierras altas. Posteriormente, construyó un terraplén y plantó árboles para que actuaran como sistemas naturales de amortiguación frente a futuras olas.

Tsunami está formado por las palabras japonesas 'tsu' (puerto) y 'nami' (ola). Un tsunami es una serie de olas gigantescas que se producen por una perturbación bajo el agua, por lo general, asociada con los terremotos que ocurren en el fondo del océano o cerca de él.