Este pasado lunes una ola de tristeza recorrió el municipio de Lourenzá, en la provincia de Lugo, tras dos muertes encadenadas. Primero falleció una trabajadora municipal, que estaba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Mariña desde hacía diez días. Poco después, tras conocer la noticia, falleció la madre de un infarto.
Los servicios de emergencias acudieron para atender a la madre, de 69 años de edad. Pero los servicios sanitarios del 061, con la médica y enfermeras del centro de salud Laurentino, no consiguieron que la mujer pudiera recuperarse del ataque fulminante que sufrió. También acudieron la Guardia Civil y Protección Civil.
Familia conocida
La hija, que ejercía como empleada en el servicio de ayuda al Hogar Municipal, era muy apreciada en el concello. Deja marido y dos hijos. La familia era muy conocida en la localidad. La alcaldesa, Rocío López, ha decretado el cierre este miércoles de las dependencias municipales para que sus compañeros pudieran acudir al entierro.
Cándida Solla Pazos, de 69 años, y su hija Yolanda López Solla, de 49 años, estaban unidas en vida y el destino ha querido que también lo hayan estado en la muerte.