Casi uno de cada cuatro alumnos españoles de primaria y secundaria, el 24,4%, percibe que existe acoso escolar en su clase, según el informe que anualmente publican la Fundación Anar y la Fundación Mutua Madrileña sobre esta problemática. La cifra de víctimas de acoso escolar en España pasó de 768 casos en 2021 a más de 7.600 un año después, según la Asociación No al Acoso Escolar (NACE). Los datos evidencian un problema social que crece exponencialmente, especialmente entre los 8 y los 14 años.
Este caso se hizo público por primera vez hace pocos días, cuando se supo que la policía nacional investigaba las denuncias interpuestas por las familias de tres adolescentes de 14 años de un centro educativo en Madrid, quienes supuestamente fueron agredidas sexualmente por un mismo alumno de 13 años en el interior del instituto donde estudiaban. Las denuncias de los familiares de las alumnas se encuentran ahora en poder de la Fiscalía de Menores, que no solamente estudian el comportamiento del agresor, que al ser menor de 14 años es inimputable en España, sino la presunta responsabilidad del Instituto donde se cometieron los hechos al no aplicar los protocolos de acoso como algunas de las familias de las alumnas denuncian.
Y es que está situación ha vuelto a poner sobre la mesa la realidad de algunos colegios españoles y la falta de actuación ante determinados casos que suceden en el interior de los recintos escolares como demuestran desgraciadamente las estadísticas. Hasta la redacción de Escudo Digital han llegado las denuncias de varias familias pertenecientes al colegio Héroes del 2 de Mayo de Colmenar Viejo, en la Comunidad de Madrid, que narran con todo lujo de detalles la situación que sus hijas llevan padeciendo en los últimos años sin que por parte de la dirección del colegio y la inspección de educación de la Comunidad de Madrid hayan hecho absolutamente nada. Para los padres de estas niñas se trata de “una negligencia manifiesta por no tomar medidas enérgicas ante lo que consideran un caso de libro de acoso a menores o bullying por maltrato psicológico, verbal, físico y hasta social”.
Los hechos se remontan a hace dos años y las familias que lo denuncian, que no quieren dar el nombre para evitar represalias sobre sus hijas, hablan de agresiones físicas por parte de compañeras y compañeros, que hacen de la intimidación su comportamiento habitual.
Especialmente significativa es la actitud de un grupo de niñas lideradas por una cabecilla que lleva la voz cantante, que arrinconan e increpan e incluso agreden a las citadas compañeras sin que las reiteradas denuncias sirvan para nada según denuncian a Escudo Digital los padres. “En ningún momento se activa el protocolo para la corrección y sanción de las situaciones de acoso escolar en centro docentes no universitarios de la Comunidad de Madrid pese a nuestra insistencia y la propia recomendación de expertos en la materia a los que hemos acudido, que nos comentan que el acaso va a ir a más y que deberían haber tomado medidas tajantes hace tiempo”. De hecho, según narran las propias familias afectadas, este tipo de comportamiento hacia las niñas se ha convertido en sistémico, habitual y diario generando una situación insoportable que ha llevado a las víctimas a necesitar de asistencia psicológica.
Según señalan los padres, que continúan con el relato, “habitualmente en el momento de salir del colegio nuestras niñas reciben empujones y codazos por parte de ese grupo de niñas con la líder del grupo a la cabeza, comportamiento que nadie del colegio parece percibir. Es como si estuviéramos locos; estamos hablando de niñas de 8 y 9 años y este acoso ha ido a más en los últimos dos años, incluso los responsables del colegio se niegan al cambio de clase de una de nuestras niñas acosadas que tiene que convivir con estas otras niñas en clase alegando la dirección del colegio que se trataría de una medida extraordinaria y que según su criterio la señalaría con respecto a las acosadoras”.
“El cambio de clase no se ha producido y ha dejado a una de nuestras niñas sufriendo 6 horas al día con un grupo hostil, circunstancia que podría haberse mitigado con un simple cambio de clase o colegio”. Circunstancia que incluso las familias afectadas han consultado a equipos directivos de otros colegios, confirmándoles que no es algo extraordinario y muchas veces se soluciona el problema y siempre lo reduce.
Pero parece ser que el caso de estas niñas no es un caso aislado y que el Colegio Héroes del 2 de Mayo de Colmenar Viejo tiene fama de conflictivo, según apuntan a Escudo Digital vecinos de la zona que hablan de más de media docena de supuestos casos de acoso en los últimos tiempos. Recuerdan el caso particular de unos padres cuya hija sufría también acoso desde el curso pasado y a la que sus acosadores a principios de este año, durante un recreo, ataron a la silla y, al tratar de zafarse, se cayó sobre el hombro y se lo dislocó. Ese día nadie avisó a la familia de la lesión, tal y como nos explican, y cuando salió del colegio se encontraron a la niña dolorida teniendo que ir a urgencias. Este hecho no hubo ninguna consecuencia para las agresoras, además simplemente se abrió un protocolo de acoso que se resolvió a la ligera como que no había sucedido nada. Y mientras todo esto sucede, los casos de acoso escolar no paran de aumentar en nuestro país marcando a fuego, para siempre, la vida de miles de niños y adolescentes a lo largo y ancho de nuestro país. El fin del curso es un buen momento para reflexionar y, sobre todo, para buscar soluciones más rápidas y prácticas a un problema que empieza a normalizarse y del que todos somos responsables.
Desde esta redacción hemos tratado de ponernos en contacto sin éxito con el colegio Héroes del 2 de Mayo de Colmenar Viejo. El silencio y inacción no parecen la mejor solución para hacer frente a los problemas que viven a diario quienes sufren el acoso de los que simplemente deberían ser sus compañeros.