La biopelícula o biofilm, también conocida como tapiz bacteriano o tapete microbiano, es un ecosistema microbiano organizado, conformado por una o varias especies de microorganismos asociados a una superficie viva o inerte, con características funcionales y estructuras complejas. Funcionan como escudos frente al sistema inmunitario de los seres humanos, diseñador para intentar destruirlas.
Por poner un ejemplo, utilizan ese mecanismo para sobrevivir en la boca de los seres humanos. Parte del sarro no es sino una biopelícula que ayuda a las bacterias a seguir instaladas en nuestros dientes, resistiendo incluso frente al cepillo de dientes.
Ahora, los investigadores de la Universidad Ben Gurion de Néguev, sostienen, según informa Times of Israel, que han construido unas “nanopinzas moleculares” que separan la biopelícula, rompiendo las defensas construidas por las bacterias.
Las pinzas, hechas de moléculas orgánicas," son como las de casa, pero un millón de veces más pequeñas, y en lugar de arrancar pelos, atacan las fibras de la biopelícula de la bacteria”, ha manifestado el profesor Raz Jelinek, del departamento de Química de Ben Gurion, donde se ha realizado el estudio, en colaboración con científicos procedentes de Alemania y Estados Unidos.
Y añade que “cuando se utilizan, rompen la biopelícula, haciéndola más vulnerable a las defensas inmunitarias humanas y a las sustancias externas que se utilizan contra las bacterias, como los antibióticos”.
Raz Jelinek probó las pinzas con su estudiante de doctorado Ravit Malishevlen un experimento de laboratorio in vitro con la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo), y lograron atravesar más del 80% de las biopelículas que se intentaron dañar. El estudio se recoge en un artículo recientemente revisadoen la revista Cell Chemical Biology.
Las nanopinzas ya se usaron para intentar combatir enfermedades como el Alzheimer
¿Cómo se pueden utilizar estas nanopinzas para luchar contra las enfermedades? Mediante pastillas que las liberarían tras la ingestión. El paciente con estafilococos, por ejemplo, una bacteria que puede llegar a causar en países como Estados Unidos hasta un 40% de mortalidad en cepas resistentes a los medicamentos, solo tendría que ingerir una píldora que "contiene millones de conjuntos de estas pinzas moleculares, que buscarían las biopelículas y las romperían”.
Las pinzas moleculares, moléculas programadas con una función de agarre, ya existían. Y se usan para intentar combatir enfermedades como el Alzheimer al inhibir sustancias nocivas que se cree que causan esta enfermedad. También se utilizan en medicamentos en fase de desarrollo.
“No hemos inventado las pinzas moleculares. La novedad es que demostramos que pueden utilizarse como sustancia antibacteriana”, afirmó Jelinek. El científico ha puesto en valor la importancia de que el sistema inmunitario haga mejor su trabajo gracias a ellas y se evite así la dependencia de los antibióticos.
La nanotecnología es el estudio y desarrollo de sistemas en escala nanométrica. “Nano” es un prefijo del Sistema Internacional de Unidades cuya etimología proviene del griego νάνος que significa enano, y corresponde a un factor 10^-9, que aplicado a las unidades de longitud, corresponde a una mil millonésima parte de un metro (10^-9 Metros) es decir 1 Nanómetro.