Las claves de la evolución del 5G, una revolución que aún está por llegar

Para obtener todo el potencial de las redes 5G es necesario llevar la transformación digital de las telcos a un nuevo nivel, enmarcado por tres pilares: especialización, 'APIficación' y colaboración.

ED para Telefónica

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Redes 5G (Foto: Telefónica)
Redes 5G (Foto: Telefónica)

La evolución de las redes móviles 5G ofrece un sinfín de posibilidades más allá del aumento de ancho de banda, ultra baja latencia y cobertura a millones de dispositivos por kilómetro cuadrado. Más que una evolución, nos encontramos ante una gran revolución.

El futuro de las redes 5G pasa por disponer de unas redes basadas en entornos cloud que sean automáticas, flexibles, programables y ciberseguras. Redes capaces de satisfacer la demanda concreta de determinados usuarios en momentos puntuales, contando con unas capacidades que se expongan en tiempo real para que terceros puedan tomar decisiones o demandar unas capacidades concretas. Redes inteligentes que puedan predecir calidades de servicio o comportamientos habituales para así adaptarse de manera automática a los nuevos entornos garantizando en todo momento el servicio. Y redes que sean colaborativas con otros tipos de redes con el objetivo final de proporcionar una mayor ubicuidad y capacidad local.

Obtener todo el valor potencial de las redes 5G requiere llevar la transformación digital de las telcos a un nuevo nivel, enmarcado en los siguientes 3 pilares: especialización, 'APIficación' y colaboración.

Qué implican estos tres pilares

Especialización: se trata de tener redes especializadas de alto rendimiento, es decir, de la capacidad de generar a partir de una red 5G física y mediante software, múltiples subredes virtuales que sean capaces de satisfacer la demanda concreta de determinados usuarios en cuanto a velocidad, capacidad, retardo y garantía de servicio. El término técnico que define esta capacidad se conoce como "network slicing". En líneas generales, el slicing es un mecanismo que nos permitirá adaptar mucho más nuestras capacidades de red al tipo de servicio o de cliente y soportar mucho mejor la diversidad de casos de uso, proporcionando mecanismos necesarios para garantizar la calidad y habilitando nuevas aplicaciones con capacidades de red óptimas que, a día de hoy, son imposibles con las tecnologías actuales.

De este modo, en un futuro cercano, la red 5G se subdividirá en diferentes subredes para responder a las necesidades de casos de uso que demandan capacidades muy diferentes, como por ejemplo: el coche conectado y autónomo, los elementos conectados de la Smart City, los robots industriales de una factoría o la navegación cotidiana que realizamos en internet a través de nuestros smartphones.

'APIficación': consiste en ofrecer las capacidades de red como servicio a través de APIs (Application Programming Interface). Este concepto representa un cambio en la forma de consumir los recursos de las redes, de forma que las capacidades de red pueden ser incorporadas en las aplicaciones tanto de los operadores como de terceros de manera sencilla, estándar, rápida y programable. De todo el abanico de posibilidades que desbloquea la red como servicio, cabe destacar la capacidad de exposición de analíticas de red ya que, en la nueva red 5G, gran parte de los nodos que la conforman van a ser capaces de reportar constantemente su estado y una serie de KPIs a un nodo central, que a su vez será quien exponga a terceros diferentes analíticas para la toma de decisiones. De este modo, las diferentes aplicaciones podrán consultar las capacidades ofrecidas por la red en un momento dado, o en un futuro cercano, para adaptarse de forma preventiva a diferentes condiciones o para solicitar un incremento puntual de capacidades. Además, al ser inteligentes, las redes serán capaces de aprender comportamientos y de predecir cómo de libres o saturadas estarán en diferentes momentos. Este cambio de paradigma es conocido como NaaS (Network as a Service) y aspira a transformar las redes de comunicaciones en plataformas revolucionando el rol que juegan las telcos en el ecosistema de internet.

Veamos un par de ejemplos para entender mejor este concepto. Imaginemos un vehículo autónomo que ha sufrido un bloqueo y tiene que ser conducido de manera remota hasta llevarlo a un destino. Durante esa conducción remota, se puede pedir a la red los recursos necesarios que, en este caso, serían latencias ultra bajas y altos anchos de banda de subida para realizar esa tele conducción de manera fiable y segura. Otro caso de uso muy clarificador, también relacionado con la movilidad conectada, es el de ir en un vehículo consumiendo vídeo de alta calidad y pasar de una zona de cobertura en la que las capacidades de red son excelentes a otra en la que están más limitadas por diversas razones (porque la red esté más saturada, o porque haya cambiado la banda de frecuencia). En este supuesto, la propia red se encargaría de avisar al vehículo de que va a haber menos recursos de red y se adaptaría con antelación a las condiciones de dicha zona de cobertura disminuyendo la calidad del video de manera puntual y transparente para el usuario.

Colaboración: hace referencia a lo que se conoce como red de redes, es decir, a la combinación de las redes 5G con otras redes, como pueden ser las satelitales, que van a permitir establecer capas de red colaborativas teniendo como última finalidad la de proporcionar una mayor ubicuidad y capacidad local.

Otra combinación muy potente es la colaboración de redes 5G con redes de servidores de proximidad (también conocidos como Edge Computing), esenciales para ofrecer servicios que necesitan un procesamiento de datos muy rápido, minimizando los retardos para poder así tomar decisiones en tiempo real. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en la movilidad cooperativa poniendo como caso el de una rotonda en la que haya muchos vehículos conectados. Estos automóviles serán capaces de intercambiar sus intenciones de trayectoria, puesto que las mismas se enviarán a un servidor de proximidad que aplicará en tiempo real la inteligencia necesaria para gestionar las trayectorias de todos los vehículos e indicarles a cada uno de ellos cuál debe seguir, de forma que evitará cualquier colisión.

 

Estos tres grandes pilares –especialización, APIficación y colaboración– posibilitan un nuevo futuro donde los servicios, las aplicaciones y las redes interactúan de manera ilimitada, ágil y segura incrementando la eficiencia y la productividad, optimizando los recursos y favoreciendo la sostenibilidad.  

Telefónica, pionera en las redes 5G

Mientras mantiene su liderazgo en el sector de las telecomunicaciones, Telefónica lleva tiempo apostando firmemente por estas tecnologías y continúa haciéndolo de forma sólida y constante. Así lo pone de manifiesto la colaboración que ha realizado el área de Innovación de Telefónica España con sus clientes para desarrollar algunas pruebas de concepto relacionadas con la parte de especialización, ofreciendo redes especializadas de alto rendimiento. En este sentido, cabe destacar los dos siguientes proyectos:

  • "Slicing 5G para servicios críticos": Este proyecto consistió en desplegar una red 5G en el campus de la Universidad de Vigo, donde también se crearon tres subredes virtuales. Una de ellas estaba dedicada a servicios críticos, como el de la seguridad del campus, garantizando la ultra-baja latencia y el alto ancho de banda necesarios para el control remoto del robot Spot de Boston Dynamics, que era el encargado de realizar la tarea de videovigilancia. A través de esa subred especializada, Spot enviaba varios streams de vídeo en tiempo real tanto al puesto de control remoto como a una tableta que usan los servicios de seguridad a los que daba apoyo. Esta subred especializada aseguraba todas las comunicaciones sobre dicha subred, independientemente del nivel de saturación de las otras dos.
  • "Network Slicing en el sector hotelero": En este segundo proyecto, realizado en el Hotel Meliá Serrano de Madrid, se dotó de cobertura 5G al interior del hotel y se desarrollaron "varias redes móviles virtuales", capaces de funcionar de forma independiente gracias al network slicing 5G de Telefónica. De esta manera, los huéspedes se conectaron a una subred 5G mientras que los propios sistemas del hotel se conectaron a otra subred 5G diferente, garantizando que las prestaciones de cada red no se vieran afectadas por el tráfico de la otra.

 

A medida que estos tres pilares continúen avanzando tecnológicamente, Telefónica se ha comprometido a seguir llevando a cabo proyectos de co-innovación para asegurar que todas las novedades y despliegues tecnológicos se adecúan a las necesidades reales de sus clientes. A día de hoy, ya lleva casi cuatro años colaborando con empresas para averiguar la utilidad real del 5G y su impacto en el desarrollo industrial y en la sociedad. De hecho, podemos decir que Telefónica ha contribuido significativamente en posicionar a España como el país de la UE con mayor número de casos de uso 5G.

Por tanto, Telefónica es pionera en esta revolución de las redes 5G, redefiniendo la manera en la que desarrolla servicios así como su relación con sus clientes y con el resto de actores del ecosistema de internet. El 5G todavía tiene que recorrer un largo camino. La gran revolución de las redes móviles 5G aún está por llegar.