Cómo las deportistas están rompiendo barreras con las redes sociales

Detallamos cómo las atletas están aprovechando su influencia digital para tratar temas sensibles, defender causas sociales y reivindicar la igualdad.

Pedro Fernaud

Periodista

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Simone Biles se ha convertido en un símbolo de las causas justas y a veces silenciadas.
Simone Biles se ha convertido en un símbolo de las causas justas y a veces silenciadas.

Simone Biles (Ohio, Estados Unidos, 1997) es considerada una de las mejores gimnastas de todos los tiempos por su talento, habilidad técnica y logros. Ha ganado un total de 11 medallas olímpicas, incluidas 3 oros y una plata en los Juegos Olímpicos de París 2024, y acumula 30 medallas en campeonatos mundiales. Además, su innovación ha dejado huella en el deporte, creando movimientos tan complejos que algunos llevan su nombre. 

No obstante, el impacto de Biles trasciende el ámbito deportivo, ya que en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, celebrados en 2021 por la pandemia del COVID, tomó la valiente decisión de priorizar su salud mental, retirándose de varias pruebas para evitar riesgos físicos derivados de los "twisties", una condición que afecta la percepción espacial de los gimnastas. Este gesto no solo inspiró a millones de personas de todo el planeta, sino que también abrió un diálogo global sobre la importancia de cuidar la salud mental, hasta el punto de consolidarla como una referente en redes sociales. 

¿Qué hace tan especial a Simone Biles?  

Más allá de los logros deportivos, Biles se ha convertido en un símbolo de las causas justas y a veces silenciadas. A su activismo en pro de una mejor salud mental, hay que sumar su cruzada en redes sociales contra el abuso infantil, impulsada por su valentía para compartir públicamente su experiencia como sobreviviente del abuso cometido por Larry Nassar, exmédico del equipo de gimnasia de Estados Unidos. Al alzar su voz, Biles ha visibilizado la importancia de proteger a los atletas jóvenes y exigir cambios estructurales en las instituciones deportivas.  

En redes sociales, la gimnasta estadounidense utiliza su plataforma para fomentar el autocuidado y el acceso a recursos de apoyo, inspirando a millones de personas a buscar ayuda y a hablar abiertamente sobre sus propios desafíos. Su capacidad de influencia es formidable: hasta el punto de que actualmente congrega a más de 12 millones y medio de seguidores en Instagram.  

Su caso representa el mascarón de proa de un deporte femenino que atraviesa una transformación sin precedentes, propulsada por el auge de las redes sociales. En plataformas como TikTok, Instagram y Twitter, las deportistas han encontrado no solo un espacio para conectar con millones de seguidores, sino también un altavoz para reivindicar igualdad, romper barreras y compartir historias auténticas que resuenan con audiencias globales. Sirvan como botón de muestra de esta tendencia los Juegos Olímpicos de París 2024, donde las atletas no solo despuntaron por su desempeño, sino también por liderar la conversación digital.  

En ese contexto, destacaron los videos virales de Lina Nielsen, velocista británica que se posiciona como una de las mejores atletas de 400 metros vallas del mundo. En 2022, Nielsen reveló públicamente que padece esclerosis múltiple (EM), una afección que lastra el cerebro y la médula espinal, que puede causar problemas con la visión, el movimiento y el equilibrio, y que le afecta desde que tenía 13 años. La cuestión es que sus testimonios son un ejemplo de superación y resiliencia para muchas personas, al tiempo que sus carreras representan una oda a la plasticidad y la flexibilidad del más elevado y grácil movimiento.  

En ese repertorio de voces de atletas que resuenan con fuerza, también sobresalen las causas sociales defendidas por figuras como la estadounidense Caitlin Clark, abanderada de la igualdad de género en el mundo del baloncesto y considerada por Forbes como una de las mujeres más poderosas e influyentes del mundo. Su labor demuestra que el deporte femenino tiene una voz propia y actúa como un catalizador de cambios de gran alcance.  

Caitlin Clark: la esperanza de que el basket femenino reciba la atención que merece   

Caitlin Clark se ha ganado una reputación gracias a alcanzar hitos como convertirse en la máxima anotadora de la NCAA, la principal liga del baloncesto universitario en Estados Unidos. Sus actuaciones fueron el mayor atractivo para generar una audiencia récord de 18,7 millones de espectadores durante la final femenina universitaria. Posteriormente, fue seleccionada en la primera posición del draft de la WNBA, la competición global más importante de basket femenino.  

Clark ha desempeñado un papel crucial en un año marcado por un acuerdo de derechos televisivos de 2,2 mil millones de dólares para la WNBA y por significativos avances en la igualdad de género en los Juegos Olímpicos. Su impacto no solo ha aumentado el interés masivo en el baloncesto femenino, sino que también ha galvanizado el desarrollo económico de este deporte, y se perfila como una líder en la lucha por la equidad y la visibilidad en las disciplinas femeninas. 

Jenni Hermoso, referente femenino español de la igualdad de género  

¿Quién podría encarnar un papel similar en España? Seguramente, Jenni Hermoso. Esta futbolista, cuyo deporte es el segundo con más licencias femeninas en el país (107.853 en 2023, solo superadas por las 138.267 del baloncesto), se ha convertido en un referente de la lucha por la igualdad de género y contra los abusos machistas en el deporte.  

Su protagonismo se consolidó en el marco del movimiento #SeAcabó, surgido como una respuesta social y feminista contra la cultura del machismo y los abusos de poder en el deporte, impulsado por el caso de Luis Rubiales, expresidente de la Federación Española de Fútbol. El beso no consentido del mandatario a Jenni Hermoso durante la celebración de la consecución del Mundial femenino de 2023 por parte de la selección española representó un acto de violencia machista que desató una ola de indignación global, marcando un punto de inflexión en la lucha por la igualdad de género y el respeto en el ámbito deportivo. 

Jenni Hermoso. Foto: Wikipedia.
Jenni Hermoso. Foto: Wikipedia.

Como figura central de esta revolución, Hermoso no solo visibilizó las condiciones injustas que enfrentan las futbolistas, sino que también asumió un papel de liderazgo en la reivindicación de consideración y derechos básicos para las mujeres en el fútbol. Consciente de su impacto, Hermoso declaró: "Si tengo que poner mi cara para conseguir un cambio, adelante", reflejando su compromiso por transformar estructuras profundamente sexistas.  

También es muy potente su mensaje de inclusión. Como declaró a la revista GQ, "queremos transmitir un mensaje de inclusión en el deporte, especialmente a quienes les cuesta asumir ser de una manera por si les hacen daño". Cuando se le pregunta por cómo le gustaría ser recordada, Hermoso responde: "Como una persona que ha querido dejar a España en lo más alto, pero, sobre todo, como alguien que ha intentado que muchas mentalidades cambien. Por suerte o por desgracia, está esta historia, pero voy a aprender a aprovecharla positivamente para pelear por lo que creo que es bueno para la sociedad. El movimiento #SeAcabó debe traer una nueva era". Y no será por gente dispuesta a escucharla: la delantera de la selección española y del Tigres femenino mejicano cuenta con 1 millón cien mil seguidores en Instagram, más del doble que el club que paga su salario.  

Los JJOO de París, el punto de inflexión que refleja el alza del deporte femenino

Como se detalla en este interesante artículo del diario The Guardian, las deportistas femeninas superaron a los hombres en términos de popularidad y alcance en redes sociales durante los Juegos Olímpicos de París 2024. Y esa relevancia no siempre estuvo asociada a méritos deportivos o causas sociales.  

Un buen ejemplo lo representa Lina Nielsen, atleta británica de la que hablábamos anteriormente. El caso es que Nielsen publicó un vídeo viral en TikTok durante los Juegos, logrando 8 millones de visualizaciones con una parodia de solo cinco segundos. Como ella misma comentó, "es gracioso que los videos que más éxito tienen son los que no pones mucho esfuerzo". En el caso de la delegación británica, las mujeres fueron responsables del 69% del contenido y el 67% de las vistas en TikTok. 

@linaruns Patience 🥹🙊 #olympics #paris2024 #teamGB #trackandfield #running #hurdles ♬ Lights Are On - Instrumental - Edith Whiskers

Por otro lado, la estrella del rugby estadounidense Ilona Maher destaca cómo las redes sociales le permiten ganar dinero extra: "No voy a ganar seis cifras jugando al rugby, esa es la triste realidad, por eso tengo que publicar en TikTok". Maher ha adquirido una gran popularidad por su franqueza y su estilo directo, convirtiéndose en un referente de las redes sociales. 

El artículo también subraya la importancia de la cercanía y el verismo en las redes sociales, con deportistas como la jugadora de rugby Ellie Boatman, quien ha ganado seguidores al compartir su experiencia personal con un trastorno alimentario. Boatman declaró: "Ahora creo que la gente está mucho más interesada en la persona detrás del atleta".  

Por su parte, Jenny Mitton, socia gerente y líder de deportes femeninos en la agencia M&C Saatchi, opina que las mujeres "son comunicadoras naturales en redes sociales porque han tenido que alzar la voz para ser escuchadas". Además, resalta cómo las mujeres han utilizado las plataformas para abordar temas de desigualdad, con una autenticidad que resuena con la audiencia. 

El lado oscuro del tratamiento del deporte femenino en las redes sociales  

No obstante, esta visibilidad también tiene un lado oscuro, con mujeres deportistas que tienen que afrontar abusos online. Según una investigación encargada por el Comité Olímpico Internacional (COI), las atletas femeninas son blanco de ataques desproporcionados, a menudo relacionados con su género o sexualidad.  

Emily Hayday, autora del informe del COI, señala que es crucial que los organismos deportivos identifiquen dónde es probable que surjan conflictos y establezcan sistemas para proteger a las atletas. Según Hayday, "la responsabilidad fue el mayor problema que identificamos: ¿quién es responsable de la protección en estos espacios? Un gran ejemplo es lo que hizo el COI al implementar un sistema basado en IA para identificar abusos de forma temprana, con la idea de proporcionar apoyo a las federaciones afectadas sobre cómo gestionarlo". 

A pesar de los riesgos, muchas deportistas están utilizando las redes sociales como una herramienta para impulsar sus carreras y defender causas sociales. Un ejemplo destacado es la ya mencionada Caitlin Clark, quien está aprovechando su pujante influencia en el baloncesto femenino para resaltar la importancia de promocionar y remunerar a las jugadoras afroamericanas de la WNBA de manera acorde a su rendimiento. En esta labor admirable, reconoce su privilegio racial y aboga por abolirlo, difundiendo un mensaje de inclusión e igualdad en el que pone el acento en valorar y recompensar los méritos deportivos.  

Las mujeres apenas protagonizan el 8% de la información en televisión  

Aun así, todavía hay mucho camino por recorrer, especialmente en lo relativo a los medios tradicionales. Así lo acredita un estudio impulsado por la subdirección de Mujer y Deporte del Consejo Superior de Deportes (CSD), que indica que las mujeres deportistas apenas representan el 8,2% de las noticias en televisión y el 15% en radio, lo que pone de manifiesto una notable desigualdad en la cobertura mediática en comparación con los hombres. Además, las deportistas solo son mencionadas en los titulares de un 10% de las noticias televisivas y un 18% en las radiofónicas.  

La cobertura informativa sobre deportes femeninos está dominada por el fútbol, que acapara más del 50% de las noticias, lo que deja en segundo plano otros deportes como el baloncesto y el tenis. También se observa que solo un pequeño porcentaje de las noticias (15,25% en televisión y 18,42% en radio) tiene autoría femenina. 

Además de las disparidades cuantitativas, el estudio también destaca sesgos discursivos en el tratamiento de la información, como la frecuente comparación con el deporte masculino y el énfasis en la vida personal de las deportistas en lugar de poner el acento en sus logros deportivos. Aunque las asimetrías en la cobertura de las mujeres en los medios persisten, los últimos diez años muestran una tendencia a la mejora, lo que sugiere que las iniciativas de sensibilización y formación están teniendo un impacto positivo en la reducción de estos prejuicios en la prensa deportiva. 

Quién es la deportista femenina más popular  

Aunque ya está retirada, la extenista Serena Williams es posiblemente la deportista más popular y exitosa de la historia reciente mundial, con un palmarés de 39 títulos de Grand Slam: 23 de ellos individuales (récord en la era abierta entre mujeres), 14 en dobles femeninos (todos junto a su hermana Venus) y 2 en dobles mixtos (ambos junto a Max Mirnyi). 

Su presencia en redes sociales refleja su impacto global. En Instagram, cuenta con 17,2 millones de seguidores, lo que la posiciona como una de las atletas más seguidas en la plataforma. Además, su contenido genera un alto nivel de interacción, con un promedio de 607 comentarios por publicación. Más allá de las cifras, la relevancia de Serena en las redes radica en la diversidad y profundidad de los temas que comparte: se trata de un repertorio de testimonios e imágenes que incluyen momentos familiares íntimos con sus dos hijas y su marido, el empresario Alexis Ohanian, hasta hitos personales, como su proceso de pérdida de peso. Estas publicaciones no solo muestran su vida personal, sino que también inspiran y conectan con una amplia audiencia, consolidando su estatus como una figura influyente, tanto dentro como fuera del ámbito deportivo.  

En definitiva, varios ejemplos recientes ponen de relieve cómo las deportistas están redefiniendo las narrativas del deporte y ganándose el respeto y la admiración global. En ese marco, la futbolista Megan Rapinoe continúa liderando la lucha por la igualdad salarial en el fútbol estadounidense, mientras que la gimnasta Simone Biles utiliza su influencia para visibilizar problemas de salud mental en el deporte. Estas acciones valientes, amplificadas por las redes sociales, no solo generan impacto social, sino también ingresos y oportunidades para las atletas.  

Así, el horizonte para el deporte mundial se llena de esperanza, aunque queda un largo camino por recorrer. Pero paso a paso se perfila un futuro donde la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres sea la norma, impulsada por la autenticidad y el liderazgo de las deportistas en el ámbito digital.