¿Cómo es el perfil de las programadoras en España?

Un estudio ha analizado las características que tienen en común las mujeres que deciden redireccionar su vida profesional dedicándose a carreras tecnológicas.

Anahí Di Santo.

Periodista.

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El 30% de las mujeres programadoras españolas percibe cierta discriminación a la hora de asumir roles de responsabilidad.
El 30% de las mujeres programadoras españolas percibe cierta discriminación a la hora de asumir roles de responsabilidad.

En España, se estima que sólo el 23% de los puestos de trabajo del sector TIC están ocupados por mujeres en 2023, de acuerdo con el estudio “Competencias transformadoras para la igualdad de género en la sociedad y la economía digital”, del Observatorio de Igualdad y Empleo.

A nivel global, las cifras son similares: Standard Chartered elaboró un documento donde indica que, en 2022, solo el 24% de los puestos mundiales en tecnología estuvieron en manos de mujeres.

En este contexto, Adalab, una escuela de formación digital que tiene como objetivo reducir la brecha de género en el sector tecnológico, ha elaborado recientemente un informe para conocer cuál es el perfil de las alumnas que eligen estudiar carreras TIC en esa academia.

Las alumnas de carreras TIC tienen una edad promedio de 31 años, estudios universitarios, buen nivel de inglés y la mayoría se encontraba desocupada al comenzar a estudiar.

Adalab nació en 2017 como la primera escuela de España especializada en carreras tecnológicas orientada a mujeres, y ya son más de 750 las alumnas que han participado en los bootcamps de programación Web y Data Analytics, según explica ZonaMovilidad.

De ellas, el 90% trabaja hoy en día en el sector como programadora full-stack o analista de datos en empresas como BBVA IT España, Amazon, Openbank, Accenture, Decathlon, Vueling, Microsoft y Cabify, entre otras.

En cuanto a la edad, según el análisis de Adalab, quienes buscan convertirse en programadoras y tener una segunda oportunidad laboral, tienen, en promedio, 31 años. Vinculado a esto, el 77% ya cuenta con estudios universitarios, de las cuales, el 43% proviene de las Ciencias Sociales y Jurídicas, el 24% de Artes y Humanidades, el 7% de Ciencias de la Salud, y el 10% de la rama de Ingeniería y Arquitectura. Solo el 2% se había formado previamente en Informática.

Otra regularidad interesante es que el 42% tiene un nivel de inglés igual o superior a un B2, y el 70,5% de las programadoras que pasaron por la escuela se encontraban en situación de desempleo antes de realizar la formación.

A su vez, el salario mínimo que reciben las programadoras en España que se han incorporado recientemente al mercado laboral es de 20.800 euros brutos anuales. El formato de trabajo de estas profesionales se divide en 39% que lo hacen de forma remota y el 41% que lo hace de forma híbrida, alternando el trabajo en oficina con el teletrabajo. Esta modalidad está muy valorada, pues ofrece beneficios de cara a la conciliación laboral y familiar, teniendo en cuenta que tres de cada diez mujeres que se forman en el sector de las TIC son madres.

El 30% de las desarrolladoras españolas desearía encargarse de tareas directivas, pero todavía perciben cierta discriminación a la hora de asumir roles de responsabilidad.

En cuanto al origen, Madrid encabeza la lista, siendo la comunidad autónoma con más mujeres reinventándose y estudiando programación, seguida de Andalucía, Galicia, Valencia y Cataluña, que completan el Top 5.

Rosario Ortiz de la Orden, es cofundadora de Adalab. “Nosotras pertenecemos a esa generación de niñas que como muchas otras se educaron sin referentes femeninos en ciencia y tecnología. Ahora, trabajamos para que otras mujeres se formen en un sector con futuro lleno de oportunidades en el que la demanda de empleo supera a la oferta, sostiene Ortiz. “Hay que romper la brecha de género en el sector tecnológico”, alienta.

En el mismo sentido se pronunció Isabel García, directora general FREE NOW España: “Hay sectores que todavía se resisten, como el tecnológico o el de la movilidad. El conocido como techo de cristal existe y es más evidente cuando nos referimos a las compañías del ámbito tecnológico”, señaló, en diálogo con El Mundo.

Esta resistencia también puede observarse en los roles de mayor responsabilidad. Solo un 15% de las mujeres ocupan puestos de dirección en España, según el informe Women in Business 2022.

Sin embargo, el 30% de las desarrolladoras españolas desearía encargarse de tareas directivas y todavía perciben cierta discriminación a la hora de asumir roles de responsabilidad, según el último estudio realizado por Codemotion, la plataforma orientada a la mejora profesional de desarrolladores y desarrolladoras.

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