Viajar en el tiempo ya es posible gracias a Google Maps. Las calles van variando su fisonomía, desaparecen antiguos comercios, aparecen otros, y tal vez tengas ganas de "darte un garbeo" por el pasado sin costes, desde la comodidad de tu habitación. Solo tienes que seguir estas instrucciones para visitar la calle dónde resides o alguna otra por la que sientas predilección.
- Accede a Google Maps.
- Busca una calle o un lugar. Hemos elegido el 102 de la calle Fuencarral, un lugar mítico donde se encontraba la sidrería Corripio, ya desaparecida, y donde muchos madrileños se tomaron su primera sidra acompañada de unas deliciosas empanadas. También estaba el vino triste y el vino alegre, a granel, buenísimos los dos.
- Podéis elegir cualquier calle u optar por la opción de pillar el muñeco que se encuentra en la parte inferior izquierda de la pantalla y trasladarlo donde os venga en gana.
- Ahora, en la parte superior izquierda aparece una ventana pequeña con la fecha al lado donde pone Street View.
- Pulsa sobre la flecha que se ve en el centro de la pantalla, en este caso te permite desplazarte entre el año 2008 y el 2022
- Pulsamos y se abre una ventana nueva con una línea que podemos mover en horizontal para ir al año que queramos.
- En este caso nos deja ir hasta 2008.
- Pulsa en la fecha que se te antoja ahora sobre el botón de zoom para que se vea el previo a toda pantalla. Solo nos poermite viajar hasta el 2008, pero es una pena, Corripio no está. Y es que el bar desapareció en el 2005, pero sí podemos ver los locales comerciales que había entonces, muy distintos a los actuales. Una peluquería, un bar en el que servían de todo...
El sistema tiene sus fallos, y es que no podemos viajar más allá de los límites establecidos, si quieres ver cómo era el Corripio tendrás que recurrir a otros sistemas como pinchar en este enlace de un blog que dedicó un post al local. Pero igual te apetece ver qué tenía el 102 de Fuencarral, en el año 2019, un sitio de desayunos de una franquicia angloamericana.
El número de negocios que han habitado esta zona de la calle Fuencarral es considerable. De lo cual se deduce que, o han hecho buen negocio y se han retirado, o, todo lo contrario. Sea como fuere eso no es lo importante, sino la posibilidad de viajar al pasado y encontrarnos tal vez con nosotros mismos.