En este trabajo profundizamos en la propuesta de un sistema de memoria asistida por IA, que se ha desarrollado a partir del trabajo conjunto de investigadores de la Universidad de Toronto, Canadá. Por un lado, Parham Aarabi, profesor y empresario de Toronto, se ha encargado del desarrollo del algoritmo. Por otro, el profesor vinculado al departamento de ingeniería eléctrica e informática Edward S. Rogers Sr., ha sido el responsable de concebir la herramienta experimental que concreta la utilidad del nuevo algoritmo.
Qué hace este algoritmo para ayudar a las personas con problemas de memoria
Este algoritmo funciona a la manera de un asistente virtual, y se ha incidido en que su capacidad de aprendizaje sea proporcional a expresiones que favorezcan un tono amable y comunicativo con las personas con las que interactúe. Gracias a su capacidad de computación, el algoritmo procesa toda la información relevante del adulto al que ayuda, cuyo deterioro para recordar las cosas va ligado, en muchas ocasiones, a su longevidad. En esa tarea, resulta crucial entrenar la herramienta, a partir de múltiples interacciones, a través de las cuales este programa va incorporando expresiones coloquiales, información y datos que le resultará de gran utilidad cuando interaccione con la persona con problemas cognitivos. En esa dirección de nutrición del algoritmo, juegan un papel muy importante también los seres queridos, familiares y amigos de la persona afectada por esos lapsus que lastran su capacidad para evocar y comunicarse.
Hoy en día, los algoritmos de aprendizaje automático rastrean millones de entradas de bases de datos en busca de patrones que les permitan relacionar adecuadamente entradas y salidas de datos. Como sucede también con la vida de los seres humanos, sólo después de innumerables interacciones, el algoritmo se convierte lo suficientemente preciso como para manejar nuevos problemas que todavía no se había visto en la necesidad de gestionar.
Aarabi y su equipo han conformado este instrumento por medio de una interfaz simple, que se articula a través del uso de un correo electrónico. Esta herramienta de IA, en sus interlocuciones con las personas a las que ayuda y sus seres queridos, recuerda a los participantes información relevante, y establece esas sugerencias en base a la prioridad algorítmica y un índice notable de palabras clave.
Aarabi, principal artífice de ese proyecto:“En última instancia, nuestra iniciativa está enfocada a personas con pérdida de memoria”, lo que “les permitirá recordar las cosas de una manera muy humana, muy suave, sin abrumarlos”.
Destinatarios de esta herramienta ayuda-memorias
El profesor Arabi reconoce que él mismo ha estado empleando el algoritmo, para luego poner en valor su faceta universal de apoyo al conjunto de la población: “el objetivo es poner la demostración en manos de las personas, ya sean aquellas que están lidiando con una degradación significativa de la memoria o simplemente que tienen que manejar las presiones cotidianas, y ver qué comentarios obtenemos. Después, los próximos pasos que nos planteamos estarían centrados en construir alianzas con diferentes actores e instituciones en el cuidado de la salud, para realizar así pruebas que permitan desarrollar el instrumento de una manera más integral”.
El valor de desarrollar una Inteligencia Artifical que incida en las soft-skills del género humano
Para comprender el alcance de este aporte, resulta pertinente señalar la opinión sobre esta aplicación de Deepa Kundur, Directora del departamento de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Toronto. “Hoy día, las aplicaciones de IA se encuentran centradas, de manera creciente, en el ámbito de los quehaceres del ser humano. En ese marco, es muy relevante la aportación que está desarrollando el profesor Aarabi. Al investigar formas de integrar mejor la IA con estas áreas 'más suaves', donde prima más el factor humano, el manejo de las emociones y la comunicación, busca asegurarse de que el potencial de la IA se desarrolla plenamente a favor de nuestra sociedad¨, ayudándonos así explorar nuestro potencial como especie y a resolver los problemas derivados del marco histórico y social en el que nos corresponde vivir.
En esa línea posibilitadora, Aarabi dice que este algoritmo es solo el comienzo. "La memoria inspirada biológicamente puede contribuir a impulsar a la IA en una dirección más cercana de las capacidades de nivel humano".
La buena noticia es que este instrumento está disponible de manera gratuita para todo aquel que quiera aprovechar sus utilidades (y de paso, a través de innumerables interacciones, ayude a configurarlo). Para disfrutar de su uso y conseguir las instrucciones que explican cómo emplearlo, es necesario enviar un correo a la Universidad de Toronto, cuya información sobre este proyecto ha sido esencial para elaborar esta noticia.