La Fundación para el Avance de la Libertad (Fundalib) en colaboración con el European Policy Information Center (Epicenter), otros think tanks de diez países de la Unión Europea (UE) y numerosos expertos en distintas áreas han desarrollado la Hoja de Ruta para la nueva Comisión Europea. El estudio examina los principales desafíos y propone soluciones en cuatro ámbitos clave para el futuro de la UE: competitividad, regulación digital, energía y comercio.
La segunda parte, titulada Europa en la encrucijada digital, aborda los retos tecnológicos y regulatorios que afectan al crecimiento y la innovación en la UE. En un contexto de creciente competencia global, Europa afronta obstáculos estructurales y normativos que limitan su capacidad para liderar sectores estratégicos como la inteligencia artificial (IA), los mercados digitales y la protección de datos.
Por detrás de EE.UU. y China
El informe evidencia que la UE tiene un déficit de capitalización bursátil de 10,4 billones de euros en comparación con la OCDE, lo que limita de manera importante la capacidad de financiar nuevas empresas tecnológicas y escalar innovaciones. Mientras EE.UU. y China han consolidado ecosistemas digitales sólidos, a Europa le falta una gran bolsa de valores que impulse la inversión en tecnología.
El análisis muestra que el entorno regulatorio ha generado obstáculos adicionales: normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento de Mercados Digitales (DMA) han provocado costes de cumplimiento desproporcionados. Aunque estos reglamentos buscan garantizar la seguridad y la equidad en el entorno digital, su aplicación puede causar incertidumbre y desincentivar la inversión en nuevas tecnologías.
Falta de líderes tecnológicos
Por otra parte, el estudio también pone el foco sobre la ausencia de líderes tecnológicos europeos y la falta de inversión en I+D, factores que han propiciado que UE dependa de proveedores externos en sectores estratégicos. Para intentar revertir esta tendencia, se proponen distintas reformas: la mejora de los mecanismos de financiación para startups, la simplificación del marco regulador y el impulso de asociaciones público-privadas en innovación digital.
Las empresas emergentes en Europa desarrollan costes de cumplimiento normativo hasta un 40% superiores a los de sus competidores en EE.UU. y China, lo que restringe su capacidad de inversión en innovación y expansión, según el informe.
La situación en España
Sobre el caso español, el estudio señala que las normativas nacionales han dificultado el crecimiento de empresas emergentes en sectores como el comercio digital y la inteligencia artificial. Según los investigadores, las regulaciones estrictas y la falta de claridad en la aplicación de leyes como el RGPD han levantado barreras adicionales para startups y pymes tecnológicas, lo que ha afectado a su competitividad frente a actores globales.
Los autores del documento aconsejan medidas concretas para garantizar un marco regulador que fomente la innovación sin comprometer la seguridad y la privacidad de los ciudadanos: la creación de un sistema de cumplimiento simplificado para pymes, el desarrollo de sandboxes regulatorios para tecnologías emergentes, la implementación de un enfoque más flexible en la supervisión de fusiones y adquisiciones en el sector digital y una mejor alineación de las estrategias de España con la política digital de la UE.