El Banco Central Europeo (BCE) ha reconocido que está usando herramientas de IA en la actualidad, aunque ha precisado que el uso de esta tecnología se circunscribe a labores preparatorias para reducir la carga de tareas rutinarias sobre sus profesionales.
"Definitivamente estamos usando herramientas de inteligencia artificial", ha señalado la presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Claudia Buch, en una entrevista con Financial Times.
En este sentido, la alemana ha señalado que cuanto más pueda reducir las tareas rutinarias y cuanto más pueda liberar a colegas altamente calificados de cosas que una máquina podría hacer mejor en términos de simple análisis de texto o búsqueda de texto, "mejor será".
No obstante, ha advertido de que uso de la tecnología se ciñe a labores como sintetizar y clasificar la información, lo que supone un gran alivio en términos de tiempo para el personal encargado de esas funciones.
"Pero aún queda la parte humana, la parte del juicio, por supuesto. Estas son decisiones muy críticas. Estamos utilizando estas herramientas de inteligencia artificial para prepararlos, pero no para realizarlos. Ahí es donde definitivamente necesitas el juicio humano", explica.
En este sentido, en cuanto al uso de la IA por las entidades, Buch considera que puede resultar extremadamente eficiente a la hora de procesar solicitudes de expedientes de crédito, aunque advierte de la importancia de que los bancos se aseguren de que no haya sesgos en estos datos para que no pueda haber juicios discriminatorios.
"Hay que tener esto en cuenta al utilizar herramientas de inteligencia artificial. Realmente es necesario comprender qué está sucediendo allí, cuál es el algoritmo a partir del cual se toman o preparan las decisiones", apunta la presidenta del MUS, señalando que "eso es también algo en lo que estamos trabajando con los bancos, por supuesto, para entender lo que están haciendo".
"Los bancos tienen que demostrarnos que no están simplemente utilizando ciegamente herramientas que pueden conducir a decisiones y riesgos que no queremos ver", apostilla.
El BCE, en su labor como supervisor, se encuentra inmerso en su primera evaluación de estrés cibernético de la banca, cuyos resultados se conocerán a mediados de año, y sobre lo que Buch apunta que se están realizando cuestionarios sobre el terreno para conocer la preparación de las entidades para un evento adverso de estrés cibernético.
"Sabemos que los ciberataques han aumentado. La mayoría de ellos no son tan críticos. Pero si se logra, entonces podría ser muy malo para el banco en términos de resiliencia operativa y efectos reputacionales", señala.
A este respecto, apunta que, si bien la subcontratación en cuestiones tecnológicas puede ser una forma eficaz de reducir costes y, por tanto, puede ser una buena estrategia empresarial, para el BCE también existen riesgos potenciales asociados al subcontratar a un proveedor de servicios.
"¿Y si ese proveedor de servicios en realidad trabaja con muchos bancos? ¿Podría haber un factor de riesgo sistémico?", se pregunta Buch, para quien la Ley de Resiliencia de Operaciones Digitales (DORA), ofrece más herramientas para llevar a cabo también la supervisión de los proveedores de servicios.