La Inteligencia Artificial se ha convertido en uno de los asuntos de debate en la Cumbre que la OTAN está celebrando en Madrid entre el 28 y el 30 de junio. Su creciente importancia geoestratégica ha propiciado que los aliados hayan decidido incrementar las inversiones que destinan al desarrollo de estas tecnologías.
Así, el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN tendrá un apartado para que los países aliados comiencen a invertir más en nuevas tecnologías como la inteligencia artificial. Según revela ABC, los 30 países miembros de la Alianza se disponen a firmar un fondo de innovación con un importe inicial de mil millones de dólares.
El objetivo es lograr que tanto start-ups como empresas de toda índole puedan desarrollar tecnologías y herramientas de Inteligencia Artificial, un campo en el que algunos de los miembros de la Alianza Atlántica han detectado que algunas potencias, y especialmente China, han superado las capacidades aliadas o reducido su desventaja.
Según una encuesta encargada por el Foro Económico Mundial de Davos, China es es el país más optimista sobre la Inteligencia Artificial, y Francia el más pesimista. Otros países de la OTAN, como Canadá, Holanda y Estados Unidos, ocupan también las últimas posiciones en cuanto a la confianza depositada en esta tecnología.
Mantener la ventaja tecnológica
El nuevo fondo para impulsar la Inteligencia Artificial tendrá una ceremonia de firma oficial el jueves día 30 a las 9.45 horas con los líderes de la OTAN, que corroborarán una carta de compromiso. Así, el documento del Concepto Estratégico tendrá un apartado dedicado a “la ventaja tecnológica” que los aliados deben seguir manteniendo ante los desafíos crecientes.
En la Cumbre de la OTAN de Londres (2019), China apareció por primera vez en una declaración oficial de la Alianza Atlántica donde se reconocía su creciente influencia y se advertía de las “políticas internacionales que representan oportunidades y desafíos que necesitamos abordar juntos como una Alianza”. En el nuevo Concepto Estratégico de Madrid también se incidirá en la necesidad de que la OTAN controle el uso ético de las nuevas tecnologías.