El Grupo Vanke (la mayor inmobiliaria residencial de China) ha publicado en su cuenta de Weibo una fotografía de Cui Xiaopan, una trabajadora robot con inteligencia artificial que ha sido elegida como la empleada del año 2021. La galardonada ha logrado en menos de un año una tasa de éxito del 91.44% en el cobro de pagos atrasados.
Este robot ha sido diseñado con Xiaoice -un sistema de IA avanzado, propiedad de Microsoft China- para trabajar en el área de cobros y, con el apoyo de algoritmos, ha logrado imitar los métodos de los humanos, consiguiendo que casi todos los clientes morosos paguen sus deudas.
Muchos de los empleados no sabían que Xiaopan era una compañera virtual hasta que se dio a conocer el “empleado del año”. Este reconocimiento ha generado polémica entre sus 140.000 compañeros de trabajo, ya que el título tiene como finalidad la motivación laboral y el cuidado de sus empleados humanos.
Yu Liang, presidente del consejo de administración de Vanke, ha justificado el premio con un post en las redes sociales donde destaca que "con el apoyo de algoritmos sistemáticos, ha aprendido rápidamente los métodos de los humanos, ha descubierto los problemas en los procedimientos de trabajo y en los datos, y ha mostrado sus habilidades cientos de miles de veces más que los humanos".
Cui Xiaopan no es el único caso de éxito al sustituir a los humanos en su trabajo, en 2019 la agencia de noticias del estado chino Xinhua incorporó a su equipo a dos robots de inteligencia artificial para que dieran las noticias las 24 horas del día, uno con aspecto de hombre y el otro con aspecto de mujer.
China, volcada en la IA
La industria de inteligencia artificial en China tiene una inversión de más de 126 mil millones de euros, la mayor en esta tecnología por el momento globalmente. Su estrategia para lograr el liderazgo, a la que denominaron “Artificial Intelligence Development Plan”, establecía conseguir mayor financiación para esta área, definiciones de apoyo político y garantizar la coordinación nacional para el avance.
Esta estrategia consta de tres pasos. El primero era que el país debía ser capaz de ir al mismo ritmo que aquellos que lideran en IA y aplicarlo en la práctica para 2020; el segundo, haber logrado avances realmente significativos en 2025 y, por último, que China sea el líder mundial en la materia, en 2030.
Entre otros, en el campo de la energía, tienen un nuevo reactor nuclear de torio que arrancará en China en 2030 o el molino de viento más grande y eficiente del mundo. En cuanto al transporte, China cuenta con coches autónomos de última generación y planea crear una aerolínea hipersónica para 2045. En tecnología informática también son fuertes y han creado el ordenador cuántico más potente del mundo que supera a los de Google e IBM. Y para 2024 tienen la intención de crear 10 millones de estaciones base móviles 5G.
Según la Universidad de Stanford, China ya ha superado a Estados Unidos y se coloca como primera potencia mundial del desarrollo del principal motor de desarrollo industrial y social en este siglo y los que están por venir: la inteligencia artificial. Como indica el informe, en 2020, el 20,7% del total de citas académicas sobre inteligencia artificial fueron sobre investigaciones chinas contra el 19,8% de científicos estadounidenses.