El auge de los patinetes eléctricos es un hecho. El año pasado, su demanda creció un 142% y desde enero de 2021 su uso se encuentra regulado por la DGT, que obliga a circular siempre por la calzada, a no más de 25 km/h, sin auriculares y sin usar el móvil. Además, sus usuarios podrán ser sometidos a controles de alcoholemia.
Sin embargo, la normativa es bastante reciente y muchos de los usuarios la desconocen por completo (más de la mitad según un estudio del RACC). Ello hace que la siniestralidad no deje de crecer. El último año se ha disparado un 31% y solo las motos le superan en peligrosidad.
¿Qué hacer por tanto ante un considerable aumento de uso y un desconocimiento de la normativa? La solución puede pasar por el uso de la Inteligencia Artificial.
La compañía Spin ha desarrollado un patinete provisto de cámara que, a través de un algoritmo de inteligencia artificial, es capaz de detectar si el vehículo circula por alguna vía no permitida, como las aceras. En caso de hacerlo, frenará automáticamente hasta la velocidad de 5 kilómetros por hora.
Además, el patinete empezará a emitir un sonido muy estridente que hará que el conductor, ya sea por vergüenza o por la presión social de otros transeúntes, no tenga más remedio que abandonar la acera y volverse a las carreteras. Recordemos que, con la normativa actual, los patinetes eléctricos no pueden circular por aceras, carriles bici, vías interurbanas, autopistas, autovías, travesías y túneles urbanos.
Sistema de recompensas
La aportación de la Inteligencia Artificial no se acaba ahí. La compañía tiene en mente implementar un sistema de recompensas a aquellos conductores que aparquen correctamente y conduzcan por los carriles adecuados, que se traduciría en minutos gratuitos en la plataforma de bikesharing. En el caso de repetidas infracciones del código de circulación, podría también bloquearse el acceso al servicio a determinados usuarios.
La tecnología para ello está ya completamente lista, aunque para implementarla hará falta el permiso de cada administración local. Son por tanto requisitos legales y no tecnológicos lo que impide que, a día de hoy, los patinetes se frenen automáticamente cuando invaden las aceras
La compañía, que es subsidiaria de Ford, está presente hoy en 100 ciudades de 5 países y en España opera ya en Madrid, Tarragona y Zaragoza.