Los investigadores de Microsoft están indagando en los posibles intercambios lingüísticos entre personas y robots a través de esta herramienta desarrollada por OpenAI, diseñada para la generación de textos y toda clase de tareas vinculadas al lenguaje, incluidos los diálogos, capaz de responder a prácticamente cualquier demanda con la naturalidad comunicativa de un humano.
A solo tres meses de su presentación en sociedad, ChatGPT ya ha sido incorporada a distintos servicios de Microsoft, como los motores de búsqueda Bing y Skype, el navegador Edge y la plataforma Azure OpenAI Service, que ofrece soluciones para el procesamiento de datos desde la nube.
Ahora, Microsoft da un paso más: “Nuestro objetivo con esta investigación es ver si ChatGPT puede pensar más allá del texto y razonar sobre el mundo físico para ayudar con las tareas de robótica. (Queremos) ayudar a las personas a interactuar con los robots más fácilmente, sin necesidad de aprender lenguajes de programación complejos ni detalles sobre sistemas robóticos”, aseguró en un comunicado el gigante tecnológico, según reporta Europa Press.
ChatGPT 3.5, es una inteligencia artificial que se basa en un algoritmo de Deep learning que ha sido “entrenado” con más de 175.000 millones de parámetros, y ha incorporado la información de todos los libros públicos disponibles en internet, el material disponible en Wikipedia y millones de páginas webs y papers científicos.
El nuevo desafío de Microsoft es que esta IA resuelva problemas teniendo en cuenta el entorno físico y que pueda ser guiado desde el lenguaje para la solución de tareas de robótica. Para esto se han desarrollado aplicaciones que monitorizan el rendimiento del robot y generan códigos para diferentes escenarios, que permiten que ChatGPT interprete los mensajes que recibe. En estas indicaciones se incluyen la tarea que el robot debe realizar, se indica explícitamente cómo la debe hacer, lo que no debe hacer y cómo el chatbot debe formular sus respuestas.
Las primeras pruebas
Entre los experimentos iniciales que ha publicado Microsoft para mostrar sus avances se encuentra un robot que ha logrado controlar un dron real siguiendo indicaciones, y ha sido capaz de escribir estructuras de código complejas, como un patrón en zigzag para visualizar las baldas de una estantería. También se les puso a estos robots el objetivo de encontrar objetos mediante funciones de detección.
A su vez, se utilizó ChatGPT para manipular un brazo robótico, que finalmente pudo “aprender” habilidades para apilar bloques de madera, entre otras tareas.
“El modelo mostró un ejemplo fascinante de unir los dominios textual y físico cuando se le encargó construir el logotipo de Microsoft con bloques de madera. No solo pudo recuperar el logotipo de su base de conocimientos interna, sino que también pudo 'dibujar' el logotipo y luego usar las habilidades aprendidas anteriormente para descubrir qué acciones robóticas existentes pueden componer su forma física”, reveló la empresa.
Estos son sólo los primeros pasos en la interacción de esta nueva tecnología y los avances ya existentes. Microsoft espera que utilizando la tecnología ChatGPT pueda “desbloquear un nuevo paradigma de la robótica”, en la que habitualmente los procesos de reescritura del código del comportamiento del robot son lentos, costosos e ineficientes.