La séptima entrega de la franquicia "Misión Imposible" desembarcó hace unos días en las pantallas de cine de todo el mundo (Rusia incluida) para enfrentarnos a esas preguntas que todos tememos hacernos cuando hablamos de la Inteligencia Artificial (IA).
Cada vez que ha existido una crisis, con sus derivadas paranoias, hemos tenido a su héroe y su villano. Los rusos y satélites comunistas contra Rambo y 007. Jack Ryan y John McClane ('Yippie ki yay, hijo de puta') contra terroristas islamistas, narcos, etc. Cualquier amenaza que sintiera la sociedad estadounidense (y occidental por influencia), ahí estaba Hollywood para somatizarla y, de paso, recaudar unos miles de millones de dólares.
Desde el 'Bond, James Bond' al 'Alégrame el día' de Clint Eastwood, nuestros héroes se han enfrentado a todo tipo de amenazas consiguiendo acabar con ellas, ya fuesen globales o más locales.
Y ahora llega Tom Cruise reinterpretando el papel de Ethan Hunt y nos hunde la estabilidad. Con un malo al que debería bastar con llamar a Iberdrola para desconectarlo. El protagonismo de una IA sensible, todopoderosa y que todo lo ve. Con acceso a cualquier cosa por medio de una red en línea y que puede usar esos malvados poderes tecnológicos para manipular todo, desde superpoderes militares globales hasta un expendedor de tiques metro. Está en todas partes y en ninguna a la vez, y aunque se puede acabar con ella, tiene infinitas probabilidades de reproducirse.
Los guiones de "Hombre contra máquina" no son nada nuevos, pero un guión en el que una IA consciente –¿recordáis el 'HAL 9000' de '2001: Una odisea del espacio'?- venga a sojuzgar la humanidad es dura y, sobre todo, profética en pleno 2023. Mientras que ChatGPT está escribiendo guiones (quizás éste), trabajos, reportajes y las empresas están sometiendo a la deidad a la IA.
Desde tareas predictivas hasta soporte técnico. La inminente amenaza del contenido generado por IA también es un gran punto de conflicto para los miembros en huelga del Writers Guild of America.
Esta vez el gran villano no es ese al que matas y debes resucitar para poder producir otra secuela, es el aliado de un mundo no material, que se inventa y se crea a sí mismo, y que, en el fondo, todos tememos. Es el villano del modelo "vecino de al lado".