Los países del Golfo Pérsico, especialmente Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Arabia Saudí, están haciendo fuertes inversiones en inteligencia artificial (IA) con el objetivo de transformar sus economías y liderar la revolución tecnológica global. Estos esfuerzos se enmarcan dentro de sus estrategias para diversificar sus economías, lo que se traduce en que están reduciendo su dependencia del petróleo y erigiéndose como actores clave en la escena internacional de esta tecnología.
Mientras EAU invierte miles de millones en infraestructura, como la creación de centros de datos y el desarrollo de modelos de IA como Falcon 180B, Arabia Saudí también impulsa ambiciosos proyectos como el centro de datos más grande del mundo y el megaproyecto NEOM, con tecnologías innovadoras como taxis voladores y monitorización ambiental. A través de estas iniciativas, los países del Golfo buscan atraer talento global, colaborar con gigantes tecnológicos como Google y Microsoft, y proyectarse como potencias en un campo que se perfila como crucial para el futuro económico mundial.
Panorama internacional actual de la IA
La inteligencia artificial despierta un enorme interés a escala mundial porque está transformando industrias, redefiniendo el trabajo y acelerando el desarrollo tecnológico en múltiples ámbitos, desde la medicina hasta la seguridad. Sus principales propuestas incluyen modelos generativos, como ChatGPT, de Estados Unidos, y la reciente Deep Seek, de China, que está causando furor en su lanzamiento por sus funcionalidades y gratuidad. En este contexto, también funcionan asistentes autónomos, aplicaciones en finanzas, automatización industrial y avances en biotecnología. En ese marco, países del Golfo Pérsico, como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, están invirtiendo miles de millones de dólares en IA, con iniciativas como la estrategia UAE AI 2031 y NEOM, la ciudad futurista saudí basada en tecnología avanzada. Estas naciones buscan diversificar sus economías más allá del petróleo, convirtiéndose en centros de innovación y atrayendo talento global, lo que les permite competir con potencias tradicionales como EE. UU. y China en la carrera tecnológica.
Vivimos días de gran interés informativo en torno al modelo chino de inteligencia artificial DeepSeek, que ha generado un gran impacto en Silicon Valley debido a su capacidad y bajo coste. A diferencia de OpenAI, que monetiza sus modelos, DeepSeek ofrece capacidades comparables sin coste, lo que ha generado inquietud en Wall Street sobre la sostenibilidad del modelo de negocio de los gigantes tecnológicos. Esta herramienta generativa de IA sobresale por su capacidad para ofrecer respuestas precisas y contextualizadas, optimizando así la eficiencia en la generación de contenido. Además, su enfoque en la personalización y adaptabilidad lo hace ideal para aplicaciones específicas en diversos sectores, como educación, salud y negocios. También es reseñable su arquitectura ligera y escalable permite una implementación más rápida y económica en comparación con otros modelos generativos más complejos.
¿La gran pega de esta IA china? Que sufre una censura gubernamental china estricta. Por ejemplo, DeepSeek evita responder preguntas sobre temas sensibles en clave como Tiananmén, Xi Jinping o Mao Zedong. También acarrea otras dificultades, como la falta de herramientas multimodales y problemas de precisión similares a los de otras IAs generativas. Aunque plantea preguntas sobre la accesibilidad y el control de la IA, su éxito podría redefinir las reglas del juego en el sector. En paralelo, los expertos advierten de que ChatGPT y otros modelos de IA estadounidenses están empezando a implementar en sus respuestas algunos de los criterios de la naciente administración Trump 2.0...
El reto de crear capacidades tecnológicas y atraer talento
En este contexto, Arabia Saudí anunció en 2024 la construcción del centro de datos más grande del mundo especializado en IA junto a la empresa estadounidense Groq. Las estrategias EAU y Arabia Saudí están alineadas con sus ambiciones de liderazgo regional y global en tecnología. Además de la infraestructura, ambos han intensificado esfuerzos en la educación y capacitación de su fuerza laboral local, mientras se asocian con gigantes tecnológicos como Google Cloud para establecer hubs de IA. Estas iniciativas buscan no solo generar capacidades tecnológicas internas, sino también atraer talento internacional y empresas líderes del sector.
Sin embargo, los países del Golfo enfrentan desafíos significativos. Su avance depende de superar limitaciones en la disponibilidad de talento especializado y de las restricciones globales en el acceso a chips avanzados, como las impuestas por Estados Unidos y sus aliados a China. A pesar de estos obstáculos, su apuesta por la IA representa un cambio estratégico hacia una economía más diversificada y resiliente, posicionándolos como actores emergentes de las nuevas tecnologías en el panorama global.
La IA puede dar 96.000M$ al PIB emiratí y 135.000 al saudí
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Riad y Abu Dabi pretenden desbancar a Europa del escenario geopolítico digital, acercándose al duopolio tecnológico de China y Estados Unidos. “La IA es la piedra angular para atraer multinacionales y startups”, afirma Davide Ortisi, de Data Center Nation. Proyectos como Dubái Internet City y las colaboraciones con OpenAI, liderada por Sam Altman, demuestran esta ambición, respaldada por fondos como el emiratí de alta tecnología, que desplegará 100.000 millones de dólares en tres años, y el saudí, que invertirá 40.000 millones junto a Andreessen Horowitz.
En el marco de su plan estratégico Visión 2030, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, ha integrado estas infraestructuras en la modernización económica del país, mientras Emiratos avanza con redes inteligentes y proyectos expansivos en Dubái. Aunque actualmente Europa lidera en capacidad de centros de datos, con 1.060 megavatios frente a los 235 de EAU y 123 de Arabia Saudí, ambos países proyectan un crecimiento significativo que los posicionará como competidores globales. Según PwC, la IA podría aportar 96.000 millones de dólares al PIB emiratí y 135.000 millones al saudí en 2030, consolidándolos detrás de China y Estados Unidos en términos tecnológicos. En ese contexto, ¿existirán rivalidades entre los propios países del Golfo? Omar Al Olama, ministro emiratí de IA, destaca al respecto que "no somos una amenaza para Arabia Saudí ni ellos para nosotros".
Además de la IA, ambos petroestados están diversificando sus economías hacia minerales críticos como el litio y el cobalto, esenciales para tecnologías verdes y baterías de vehículos eléctricos. Ahmed Mehdi, director en Renaissance Energy, enfatiza que esta estrategia busca asegurar un lugar destacado en el tablero geopolítico de la transición energética, sin abandonar completamente los combustibles fósiles. En ese sentido, Gracelin Baskaran, del Center for Strategic and International Studies (CSIS), destaca el papel emergente de Arabia Saudí y EAU como “nuevas fuerzas vivas en la aldea global”, mientras buscan prolongar su relevancia en el escenario energético mundial.
Líneas maestras de la Estrategia de Inteligencia Artificial 2031 de EAU
La Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2031 de Emiratos Árabes Unidos (EAU) busca posicionar a este país como líder mundial en IA, alineándose con la visión Centennial 2071. Con una inversión proyectada de 335.000 millones de dírhams (que representan unos 91.000 millones de dólares), la estrategia se enfoca en sectores clave como energía, logística, turismo, salud y ciberseguridad. EAU ha implementado iniciativas como el UAE Artificial Intelligence and Blockchain Council y el National Virtual AI Institute, además de programas de formación en IA para estudiantes y profesionales. También han desarrollado incentivos para atraer inversión extranjera, capítulo en el que destacan acuerdos con empresas como SparkCognition. Con un enfoque en la gobernanza ética y la infraestructura de datos, la estrategia busca convertir a EAU en un centro global de experimentación, desarrollo y exportación de IA, diferenciándose por su rápida adopción tecnológica y su entorno favorable a la innovación.
Abu Dabi: más de 20.000 profesionales y 100 empresas de IA
En un interesante artículo publicado en Le Figaro, se detalla cómo los Emiratos Árabes Unidos, con un relevante papel de Abu Dabi, están destacando en la carrera por la inteligencia artificial (IA). Tras ocho años de inversiones millonarias, la ciudad emiratí alberga más de un centenar de empresas emergentes en IA y ha sido capaz de aglutinar a 20.000 profesionales del sector. Uno de los principales proyectos es el Falcon 180B, un modelo algorítmico creado por los Emiratos, cuyo coste de desarrollo supera los cientos de millones de euros. Según Frédéric Prochasson, “Falcon está destinado a competir con gigantes como ChatGPT de OpenAI y Claude de Anthropic”.
Falcon 180B, modelo con 180.000M de parámetros
El Falcon 180B, desarrollado por el Instituto de Innovación Tecnológica (TII) de los Emiratos Árabes Unidos, es un modelo de lenguaje de gran tamaño (LLM) que cuenta con 180.000 millones de parámetros y ha sido entrenado con 3,5 billones de tokens. Según el TII, supera a competidores como LLaMA 2 de Meta y rinde con unos parámetros similares al PaLM 2 Large de Google, a pesar de ser la mitad de grande. Este modelo ocupa el primer puesto en la clasificación de Hugging Face de LLMs abiertos y es compatible con varios idiomas, entre los que se encuentran el inglés, el alemán, el español y el francés, mientras que tiene capacidades limitadas en otros, como el italiano y el polaco.
Es un proyecto impulsado por el Gobierno de Abu Dhabi, que destaca por su enfoque en la universalización de la inteligencia artificial. “Estamos comprometidos con la democratización del acceso a la IA avanzada”, afirma S.E. Faisal Al Bannai, secretario general del Consejo de Investigación de Tecnología Avanzada. En el equipo destaca el español José Ignacio Latorre, investigador jefe del Centro de Investigación Cuántica del TII, quien aporta su experiencia en física teórica. Asimismo, el modelo busca impactar positivamente en áreas como la generación de texto y código, con más de 12 millones de desarrolladores adoptando su versión inicial.
“Nuestro objetivo es que el avance científico esté al alcance de todos”, señala el doctor Ebtesam Almazrouei, director ejecutivo e investigador jefe en funciones de la Unidad de AI Cross-Center del TII. En línea con este propósito, el modelo está disponible para usos comerciales y científicos bajo términos abiertos, posicionándose como una herramienta clave para enfrentar desafíos globales mediante innovaciones colaborativas.
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NEOM: ciudad futurista en el Mar Rojo
Por su parte, Arabia Saudí también está llevando a cabo proyectos como NEOM, un centro tecnológico en el Mar Rojo que contará con más de un millón de habitantes y utilizará taxis aéreos. Además, se están implementando sistemas de IA para monitorear impactos ambientales en áreas turísticas como el Proyecto del Mar Rojo.
La urbe está concebida para funcionar como un centro global de innovación tecnológica y sostenibilidad. La inteligencia artificial desempeña un papel central en su desarrollo, con sistemas avanzados que optimizan el urbanismo, la energía, la movilidad y la vida cotidiana de sus habitantes. Este proyecto busca posicionar a Arabia Saudí como un líder tecnológico global, atrayendo talento e inversiones internacionales hacia un modelo de ciudad inteligente y sostenible. La iniciativa es un ejemplo de cómo los países de la región han adoptado una estrategia agresiva y liberal en cuanto al uso de la IA, hasta el punto de que lideran el mercado de Oriente Medio, con una tasa de crecimiento anual del 30%.
Sin embargo, la región afronta desafíos de calado para desarrollar su potencial en términos tecnológicos, como la falta de fiabilidad en los datos y la infraestructura necesaria para sistemas avanzados de IA. “Pasarán algunos años antes de que tengamos un sistema exitoso en la región”, señala Stephan Rawson, socio de Oliver Wyman. Pese a esta previsión de largo alcance, expertos como César López, director de Datumcon, destacan que el enfoque estratégico y la capacidad de tomar decisiones rápidamente han permitido atraer empresas e impulsar la innovación tecnológica en lugares como Dubái. Según PwC, la IA podría representar hasta el 10% del PIB de Arabia Saudí y Emiratos Arabes Unidos en 2030, con un crecimiento anual del mercado regional estimado entre el 20% y el 34%.
Dubái: inversiones millonarias y formación en tecnología
Dubái es la ciudad más poblada y potente desde el punto de vista económico de los Emiratos Árabes Unidos (más incluso que la capital, Abu Dabi) y es el principal motor económico del país, gracias a su diversificación por medio de sectores como la tecnología, el turismo y las finanzas, que complementan su histórica dependencia del petróleo. Esta metrópoli global es conocida por su enfoque en la tecnología y la innovación, posicionándose como un líder en la implementación de soluciones de inteligencia artificial.
Su Gobierno impulsa iniciativas como la Estrategia Nacional de IA, que integra sistemas inteligentes en servicios públicos, transporte autónomo y análisis de datos a gran escala. Además, Dubái utiliza la IA para transformar su economía en un modelo basado en el conocimiento, atrayendo inversiones y fomentando el desarrollo de tecnologías emergentes.
En este contexto, es más fácil comprender por qué Dubái busca liderar la revolución de la inteligencia artificial (IA) con iniciativas como One Million AI Prompters, que capacitará a un millón de personas en tres años en ingeniería de instrucciones para IA. En ese sentido, el príncipe heredero Sheikh Hamdan bin Mohammed bin Rashid Al Maktoum, presidente de la Dubai Future Foundation, apunta que “queremos ser la ciudad más preparada para el futuro” mientras los Emiratos Árabes Unidos (EAU) invierten miles de millones para transformar su economía pospetróleo.
Omar Al Olama, primer ministro de Estado para la IA desde 2017, destaca al respecto que “el desarrollo de habilidades prácticas de ingeniería es crucial para la mano de obra del mañana y para mejorar la calidad de vida a través de la IA”. Además, los EAU organizan eventos globales como el Prompt Engineering Championship, en el que ganaron Megan Fowkes (Australia) y los ingenieros indios Ajay Cyril y Aditya Nair, quienes recibieron 273.000 dólares en premios del Dubai Center for Artificial Intelligence (DCAI).
Un dato ilustra la emergente ascendencia de Dubái en el universo de la IA; gigantes tecnológicos como Microsoft, Google e IBM han reconocido su liderazgo. Microsoft, por ejemplo, invirtió 1.500 millones de dólares en G42, principal holding de IA en los EAU, y ha afirmado que “esta inversión estratégica reforzará la posición de los EAU como centro mundial de IA”. En esa dirección, el fondo soberano Mubadala creó un fondo de 100.000 millones de dólares para IA, lo que se ha concretado en la atracción de talento global, al tiempo que fortalece la colaboración internacional. “Queremos mostrar que existe un amplio espectro de casos de uso, tanto para técnicos como no técnicos”, añade Al Olama, al tiempo que enfatiza la versatilidad de estas herramientas en sectores como la literatura, el arte y la codificación.
En conclusión
Los países del Golfo han irrumpido en la carrera por la inteligencia artificial generativa con inversiones millonarias que desafían el dominio de EE. UU. y China. Mientras ChatGPT y DeepSeek marcan el ritmo con modelos avanzados y accesibles, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí buscan consolidarse como actores clave desarrollando su propia tecnología, como Falcon 180B, y atrayendo a gigantes del sector. Su apuesta por la IA no solo diversifica sus economías, sino que también los posiciona como futuros líderes de un ecosistema digital global que redefine el equilibrio de poder tecnológico.